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lunes, 1 de enero de 2024

De señoro y señorona, mierda y oro hasta la corona


 No soy escatológico ni por eso mezclo oro y porquería en el título.

La riqueza y la pordiosería pueden ser ... como la extrema de acá y la del otro lado sin mejor modo de diferenciarlas que cuando apestan.

A veces apesta la riqueza tanto o más que la pobreza y, curioso, siempre preferiremos la primera. Porque siendo ricos podemos comprar las personas, el trato que recibimos y los mejores alimentos. Pero, aún bueno y caro lo comido, aún oliendo exquisito, siempre termina atufando al salir por el tubo excretor.

Si la boca comienza por delicados labios finos o de carnosa voluptuosidad, ocultando ambos su sangre azulada y su paladar fino, educado desde la cuna, sensible como para degustar lo único y selecto ... del lado oculto encontramos otro agujero arrugado, feo y habituado al tufo, circundado de granos, de almorranas lacerantes cuando no de pelos pringosos, pulsante en su vomitiva obligación ante el empuje de la masa compacta, con suerte ausente de tonos ... qué decir del paupérrimo ano: de su silencioso hacer, su placer sombrío y necesario.

Eso no es escatología. Es franqueza. La misma que tratándose de un señoro o señorona no hallarás ya seas don nadie o  Amancio Ortega, Bill Gates o don marqués de la X, incluso siendo el mismísimo rey de España. Para todos tienen dispuesta su mentira, eso si, decorada con falsedad y buenos modos si la suerte acompaña.

Don Señoro mira por encima del hombro y de un vistazo sabe quién es nadie para instantáneo volverlo transparente.

Doña Señorona, sin necesidad casi de posar su autocomplaciente mirada, dotada por su rancio abolengo,  sabe de soslayo que puede hablarte para tener después una anécdota y amenizar esas reuniones de amigos poderosos y pudrientes.

Mi esposa dejó de trabajar en la casa de las bendiciones cristianas ultra católicas y mega conservadoras para trabajar con dos personas muy mayores, bien ricas de antiguo.

Así no es de extrañar que unos padres de corte adinerado conservador se crean magnánimos por validar algo tan natural como el lesbianismo de su hija y que respondan aceptando con falsedad  "de todo tiene que haber en este mundo" si otra señorona pudiente o señoro de similar estirpe les asedia con ese tema, de seguro a sabiendas.

Ni es para admirarse que opinen sobre las mascotas como propio de gente pulgosa y comenten "si puedes permitírtelo ...". Olé. Ahí queda eso. Que ... "yo iba a cacerías con el atuendo propio: teníamos escopetas las mejores, perros de caza especializados (te regalo uno) y cotos de caza como ninguno".

Sus regalos. Su manga ancha. "Vete a casa, te doy libre" (media hora después de tu jornada). Su dinero a espuertas "Te pago por venir en fiesta" (pero no te pago el mes cuando corresponde sino cuando me dé la gana).

De tan curado, pasado. Rancio antiguo. De tan otrora el pensamiento que da gusto no escucharlo. Pero bien se encargan de compartir sus diarreas mentales: "Este Sánchez nos lleva a la ruina. Una cosa es la homosexualidad y otra el desbarre que estamos viendo. La fractura de las regiones. Golpe al poder judicial y golpe a la constitución". La misma que jamás tuvieron interés en leer. El mismo poder que siempre les dará la razón. Regiones que vieron con sus ojos y fueron incapaces de conocer detrás de sus pupilas. La libertad de decir lo que está bien o está mal porque su estatus, per se, demuestra su acierto.

El servicio. Qué mal está el servicio: "Cualquiera puede limpiar, mejor o peor, pero cualquiera no vale para trabajar con personas mayores". Desde luego, la otra hija suya tenías que ser. La señorita no solo tiene estudios: es profesora universitaria. "Pobrecita, gana tan poco ...". Pobres sus moscosos, sus merecidas vacaciones y escasas pagas extras y sus mermadas extras adicionales. Qué justos sus limitados derechos, su triste posibilidad de excedencia. Sus traslados a pulso. Esos trienios y quinquenios. Su complejísima improbable opción de hacer cátedra. Sus maratonianas horas de trabajo mental y vocal. Sábados, Domingos y fiestas de guardar. Veranos prolongados de sudorosos conocimientos.

"¿  Y qué opina tu hija de que vengas a servir a mi casa ?" 

Nuestra hija ha visto a su madre limpiar en casa de mucho cerdo y gorrina con dinero y sin él para ver que no existe relación directa entre patrimonio y calidad humana. Sin relación entre bondad y poder. Sin relación entre conocimiento y justicia. Sin la capacidad de reconocer los errores. Sin dar espacio a nuevas experiencias. Sin esperar más bien que el de entregarse a cambio de que quizá jamás haya respuesta en cuanto a lo recibido. Pequeñas lecciones que lleva su tiempo aprender. Asignaturas no impartidas en las facultades sino bajo el techo que habitas. Eso opino. Mi hija no opina más sobre gente como tú. Te deja ir víctima de tus mareas. Nadie es perfecto.

¿ Qué opina usted tras haberlo tenido todo sin preocuparse por nada ?
Déjelo. Eso es cosa del servicio.

Tenemos que adelantar el dinero de su comida, señoros. Tenemos que llevarles a casa el alimento. Sacarles de paseo. Lavarles la cabeza. Andar de la mano, pasito a pasito, siendo invisibles ante sus ociosos amigorros. 

Somos diferentes en el oro siendo esa nuestra mejor diferencia.
Estamos tan distantes del poder como unidos os superamos en fuerza.

Pero somos iguales en aquello que nos mata y, terminados, nadie sabría separar nuestros despojos.

Y, para terminar, somos idénticos en el color, la consistencia, la forma, el tamaño e incluso el olor de nuestra mierda.

Tan iguales en nuestras respectivas miserias, ignorancias, demencias, intolerancias, faltas de respeto y de consideración como idénticas nuestras bondades, templanzas, muestras de caridad, amor y cariño ... mientras no permitamos al poder ni al oro pudrir de mierda nuestros caminos.



miércoles, 21 de diciembre de 2022

Criadas y Señoras


Buena película para mi gusto.

De los años 60 cuando mujeres negras iban a trabajar a casa de mujeres blancas. Señoras del estado de Mississippi con posibilidades como para pagarse una criada.

Han pasado 62 años desde entonces.

Se han superado con mucho todas esas situaciones en las que la señora ya no puede explotar ni humillar a su negra criada y las personas negras ya pueden campar a sus anchas. ¿No?

Dicen que no es correcto usar "personas de color" porque es un eufemismo insultante. Algo así como dar rodeos. Como si lo negro fuese algo malo y quisiéramos decorarlo.

Pero 62 años no parecen ser gran cosa. Opino que es más una cuestión de poder. El empleador siempre habla desde su púlpito a los siervos sin dar opción al diálogo porque primero debe abandonar las alturas y es arriesgado bajar e igualarse. No somos iguales.

Algunos aprovecharán esa posición de poder para olvidar el respeto y dejarse llevar por bajos instintos. El maltrato repetido que propinan muchas veces las personas contratantes o sus mandos intermedios, estos delirando: soñándose herederos directos del gran poder. 

La historia no ha evolucionado a lo grande.

Mi esposa llegó a la residencia donde trabaja para cumplir con sus obligaciones y ponerse su modelito de currante: pantalones y casaca con una talla diferente (no vayas a sentirte cómoda).

De "camino" a "La obra" no tuvo que tocar el timbre porque en la puerta de acceso principal estaba una de las mandarinas, uno de esos mandos intermedios en aquella laberíntica residencia, conglomerado de cuatro casas unidas a base de obras a lo Pepe Gotera y Otilio.

La mandarina, limón o más bien fruto enmhoecido y amargado en su propio jugo, al ver que se dirigía hacia ella debió sentir que se le subían los vapores y se apresuró a cortar a la criada:

-Mmmm, ¡ Espera que ya te abro la otra puerta ! -la cerró apresurada y mi esposa se dispuso a esperar delante de la otra puerta, la del servicio.

Cada cual en su lugar. Es lo propio. Para qué una vida dedicada a los altares, poniendo flores a los muñecos que los habitan. Porqué  matar los pequeños placeres de la vida con el dolor del cilicio. Cómo alcanzar la excelencia en el trabajo si no eres una excelente pedorra que se abruma con la naturaleza de su cuerpo. Cómo mover la batuta para decir lo que está bien o mal si no le haces saber a tus criadas que están ahí para esto:

Para retirar sus escupitajos en el lavabo con todo su material biológico envuelto en alegres burbujas. Para degustar el olor de la sangre del periodo en la compresa abierta y a la vista. Para vaciar de la papelera la caca en el papel higiénico. Para darle con la plancha a una camiseta que no se ha lavado por ahorrar un poco y así hacer infusiones de sobaco ajeno. Para trenzar en un moño el tapón de pelos que han tupido el sumidero.

Resbalando sobre los restos de suciedad que embadurnan unos suelos para los que no se dispone del tiempo de fregado necesario. Arrastrando con la mopa un polvo que después se desprende inevitable haciendo cercos.

Metiendo las sobras de un día en un puré que habrán de comer al día siguiente. Descongelando alimentos que vuelven a congelar y descongelar en un ciclo sin fin. Rebañando lo que dejen en los platos los señoritos (¿ellos comen mejor?) para aprovecharlo y comerlo ellas, las numeradas de bajo rango, en sus cocinas. Y todo ello cantando las excelencias de su estupenda cocina. Quizá así se sugestionen y crean que una tortilla francesa puede ser un plato deslumbrante. Y al final lo es considerando las otras opciones.

El dinero.

Al final lo que más consideran es el dinero. Aportaciones de súbditos fieles al gran legado. Al gran engaño que solo busca engordar las arcas ahorrando en cada detalle. Robándole a la dignidad y al respeto ajeno hasta dejarlos más pelaos que un pollo: desplumado, destripado y listo para meterlo en la olla hasta sacarle el último jugo,  cuando ya no sepa a nada. Y después se harán con la carne que quede unas croquetas.

Al final no encontraremos nada de aquellas personas que entraron a formar parte de esa familia. Veremos gente deshumanizada que no siente ni padece tan siquiera por su propia vecina, puerta con puerta. Gente que enfermó y fue enviada a la habitación más retirara para no tener que afrontar su enfermedad y que con desagrado se topará con los mechones perdidos durante la quimioterapia.

Encontraremos inquilinas que abandonaron la residencia bajo la terrible y esclarecedora frase: "Me voy porque aquí no se encuentra Dios por ninguna parte." a lo que yo me pregunto porqué una capilla para rezar.

Qué necesitad de tener a Dios más cerca pero bien encerrado en una habitación si no es porque no guardan espacio para El en sus corazones.

domingo, 1 de marzo de 2020

La desmesura del Joker

"¿En qué se parece un cuervo a un escritorio? ¿Ya has adivinado el enigma? - preguntó el sombrerero loco volviéndose hacia Alicia de nuevo: No, me rindo. - respondió Alicia: ¿Cuál es la respuesta?. - No tengo la menor idea, dijo el sombrerero.Lewis Carrol

Dicen que ... bueno, no es así. Lo dice Goya en un aguafuerte: "El sueño de la razón produce monstruos". Cuando no oímos el grito de la razón, todo se vuelve visiones. Y una fantasía abandonada unida al pensamiento, da vida al arte.

En mi estantería está "Desmesura" de Fernando Balius con dibujos de Mario Pellejer. Si escuchar voces es en principio un síntoma psicótico, hay más psicosis en la  población general de la que parece, pero ¡¡ Sshhhhh !! que nadie se entere. Este es uno de sus párrafos:

" Con el tiempo me di cuenta de que el tema de mi salud mental iba a convertirse en un tabú. [...] Se trata simplemente de la coincidencia entre la falta de educación emocional y el estigma social. [...] el vacío que cobra forma en torno a la persona que sufre no es más que miedo."
Para escuchar y comprender debemos [silenciar el pensamiento].

PUES ESCUCHAR tu propia mente hablando y silenciar a la vez el pensamiento se me antoja complicado como poco.

No guarda relación con Desmesura pero Arthur, el Jocker de Joaquín Phoenix, es un capítulo más dentro del mencionado libro "Mente y Tabú" escrito en el subconsciente colectivo. Sólo recibe apatía, insultos, patadas y golpes brutales mientras ríe y llora, ríe y llora. Un S.O.S. en toda regla. Alejandra Gómez Macchia lo describe con acierto [para la revista Dorsia] :

" [...] el mundo es también una máquina que tritura a los hombres. Los rompe, los parte. [...] Joker es violenta porque el mundo es violento. La naturaleza es salvaje, no sólo la ciudad; [...] Joker ríe demencialmente porque es un demente. Uno más estridente, más trágico, menos afortunado que los demás pirados que vivimos, quizás en la puerta de al lado."

¡Hoy han matado a alguien por lo que hiciste! ---- Lo séeee. ¿Qué tal otro chiste, Murray?

Aislada, su escena de la escalera me resultaría natural y divertida pero acaba de matar con violencia sañuda. Si. A una mala persona de lo más ruin. Una pérdida menor. Tenemos sociedades fecundas en ese tipo de gente. Y para que todos los espectadores puedan intuir la trágica carga emocional en esa escena nos llevan desde el tema "Rock and Roll Part II" hacia el [sonido tétrico de una campana que no vaticina nada bueno.]

¿Es casualidad, ignorancia o a propósito? que se utilice la [canción de Gary Glitter], condenado a 16 años de carcel en 2015 por abusos a menores. Estúpida pregunta. Joker baila como él: fuerte, espasmódico, regocijado y libre para hacer y deshacer. Mucho brillo sobre escasos valores.

Asesinato, baile y alocada huida hacia la despersonalización. Todo es cogerle el gusto y terminas en un búnker para psiquis enfermas. Sin entrada ni salida. Si por el contrario eres consciente de lo que te pasa y tratas de solucionarlo sin éxito te puede pasar como a Fernando Balius:
"Cuando nuestras cabezas bailan, es normal que nuestros cuerpos bailen. Si no pones freno a lo que sucede dentro de tu cráneo, pierdes también el control de las otras partes de tu cuerpo. Es cuestión de intensidades, y de gravedad."
A continuación, Balius describe distintas reacciones del cuerpo. Entre ellas perder el control de los esfínteres. Y añade este hermoso texto al respecto:


"Lo realmente jodido no es perder la cabeza, sino que no haya nadie cerca cuando intentas recuperarla. [...] La palabra amor se usa con inconsciencia. Amor significa pasar la tormenta al lado del otro, independientemente de que ese otro sea tu pareja, tu amigo, tu amante o tu vecino. Permanecer firme. Para que cuando el otro vuelva se encuentre en la cama, con la ropa cambiada, el culo limpio y una mirada dando calor. No hay nada que agradecer ni nada de lo que sentirse culpable, nada que reprochar ni ninguna cuenta que saldar. Estamos donde queremos."

Para poder vivir ... ¿qué es lo básico? Agua, un lugar donde resguardarse del frío y comida. Todo lo demás son elementos extra para completar un ser humano más feliz. Y por cada extra que añada aumentarán sus deudas, compromisos y obligaciones.

En ocasiones disponemos de eso y hasta disfrutamos de muchas cosas pero, aún así, la vida puede volverse insoportable y la frialdad social no ayuda. Como canta Freddie Mercury en Bohemian Rapsody "Mamá, no quiero morir pero a veces me gustaría no haber nacido jamás.", una frase que revela algo mucho más duro que el deseo de morir: el de no haber existido.

 Y es que nuestras cabecitas funcionan como un mecanismo muy complejo y cambiante: dinámico y adaptable en unos aspectos al tiempo que invariable y redundante para otros. Cuando se disfruta de algo, se mueve el engranaje X que a su vez mueve el Y o puede que más y estos a su vez también articulan otros engranajes. Habiendo tantos modos de entretener la mente, de compartir momentos, afectos, hablando, riendo, escuchando, callando y habiendo tantos modos de sentir dolor y sufrimiento, rechazo, soledad, vacío, angustia ... podríamos pensar que recibimos un fabuloso balance de esencias vitales.

Pero sucede que muchas veces alguno o varios engranajes fallan. No giran porque tienen un piñón roto o no lo hacen con normalidad porque están sobre un eje excéntrico y no transmiten un bienestar efectivo, profundo y sano sino impulsos erráticos y la agobiante premonición de no encajar. No hay punto de equilibrio ni medios para lograrlo. Y entonces surge esa otra sensación que llega desde lo oscuro y lo desconocido, cubriendo los huecos en negativo, abarcando las buenas vibraciones hasta convertirlas en confusión, en error, en tristeza.

Imagino nuestra mente como esa maquinita. Una maraña de rarezas tan caótica y fantástica que supone un verdadero milagro por su propensión a tremendos fallos mientras trabaja y aún cuando descansa. Fallos originados por un inflexible diseño social y educativo o derivados en ocasiones de diseño natural diferente que requiere un cambio del que todos debemos hacernos responsables.

El enigma del cuervo y el escritorio de Alícia en el país de las maravillas.

Nota: [Descarga del PDF] sobre el enigma del cuervo y el escritorio publicado en lapiedradesisifo.com

sábado, 1 de febrero de 2020

Cameron Post y los géneros de Dios

" Teme el momento en que las personas dejen de sufrir y morir por un ideal, porque esta cualidad es la base de la esencia humana y lo que la diferencia en el conjunto del universo.John Steinbeck, editado

Cuando nos inquietan grandes dudas existenciales siempre podremos acudir a las sagradas escrituras para hallar un significado. Con la ayuda de un Dios todopoderoso somos eternos, sobrellevamos las situaciones más difíciles y podemos incluso afrontar enfermedades incurables con un rostro de paz envidiable. Ríete tu de la Gioconda.

Dicen que [ la biblia habla de la genética y los géneros.] Cada especie según su género. El gorrión solo produce gorriones y los humanos idem. Mentira. Ni el passer domesticus ni el homo sapiens^2 existen y se reproducen así desde el día cero. Mucho antes fueron otros seres, mutaron. La Biblia no habla de genética, sino de especies e ignorando la inmensa variante del tiempo. Es más, todos los seres vivos compartimos el sistema codificado del ADN porque nuestro origen es el mismo. Y, una vez más, el texto al que hago referencia al comienzo del párrafo ya está obsoleto: el hombre también es capaz -todavía con coste elevado- de [ escribir información en ADN y leerla ], siendo dicho soporte más pequeño y duradero que las cintas, los CD-DVD, las memoria flash o los cristales de cuarzo. ¿Solo pudo ser el ADN obra de una gran diseñadora o es que solo empezamos a conocerlo?

Podemos contarle a Dios todas nuestras miserias por más miserables que sean. Sea esta una de las pocas ocasiones donde la redundancia cíclica se puede admitir. Siempre estará escuchando y listo para perdonar. "Lo único que no se puede perdonar es la blasfemia, porque significa que no deseas el perdón", pero ... ¿hay que pedir perdón por sentir amor?

Sobre esta película, "La (des)educación de Cameron Post" publican una [ crítica en el periódico ABC ] y la titulan "Manoseo adulto en la arcilla adolescente". En 218 palabras pasa de puntillas por el tema usando como palabra más gruesa "homosexualidad" y por si acaso "supuesta". Pero si hay muchas palabras. Mira: gay, lesbiana, Trans, Pan, Bi o A-sexual, Bi o Cis-género ... y entre las escasas 218 palabras falta esta: religión. Justo la fuerza que hace girar la torneta del Alfarero en la peli.


A Cameron Post la lleva su tía a un centro donde tratan de educar a jóvenes que sienten atracción por sus iguales del mismo sexo. Con la mejor de las peores intenciones, pues ... "¿no deseas tener el día de mañana una familia?" Pues mire  usted, no todo el mundo. Me decía hace poco una profesora universitaria de psicología: "Hay mucha ignorancia. No comprendo esa obsesión con implantar el pin parental. Se me acercan mis estudiantes con frecuencia para cuestiones sobre su identidad sexual. Son gente que sufre. Está claro  que hace falta mucha, mucha, mucha educación en esta materia."


En una de las terapias a cielo abierto, dos compañeras presionan a Cameron para que hable de la chica con la que tuvo relación porque ven que solo es capaz de callar y alucinar con lo que ve y escucha. Así que dice:
De acuerdo. Se llamaba Coley.baja la cabeza—Estábamos en el mismo estudio bíblico. [...]

—¿Cómo era ella?

—[...] ella era perfecta [...] pero no egocéntrica [...] ya saben, de ese tipo de persona que, sin importar quién seas, querrías ser su amigo. - y todos callan. Intuyendo, dando por buenas sus palabras, por lo que la monitora interviene:

—Se dice que los caníbales solo devoran a los enemigos que admiran como una forma de hacer propias sus mejores cualidades.que es una forma asquerosa de darle la vuelta al sentimiento de atracción entre dos, expresado con sinceridad.
El mejor momento de la película está en un [video en youtube.] Cameron pone alegría entre sus compis acompañando una fantástica canción de la radio y en respuesta, la encargada, esta que se cree por encima de los caníbales, la entrega una carta envenenada para que sufra y no se venga tan arriba alborotando el gallinero. Los corazones más bondadosos palpitan contra todo pronóstico en los cuerpos y mentes menos imaginables. No son exclusivos de una raza, sexo o religión.

No es la religión lo que lleva a una persona a besar la cruz y pasar las cuentas del rosario dejando la mente en trance para luego hacer daño al prójimo. Recuerdo una misa de domingo en que una mujer con dificultades pedía permiso a otra para sentarse en su mismo banco. La envió a buscar sito en otra parte con cajas destempladas. Después como pésima cristiana, con el alma bien sucia tomó el cuerpo de Cristo. Para ella, igual que zamparse una oblea dulce o la bolsa entera. 

Por otra parte tenemos una historia similar con Garrad Conley. Su libro "Boy erased" da lugar a la película "Identidad robada" donde cuenta cómo siendo hijo un pastor Baptista, es enviado al centro "Love in action" para ser rehabilitado entre hostias y oraciones de su "enfermedad". Esos sitios, gobernados por gays arrepentidos y promocionados a caciques de Dios, se creen tan autorizados como para buscar tu conversión a su limitado, y en teoría sano, mundo binario sin pensar que para ello primero tienen que destruirte. [¿Solo dos ] cuando la medicina también reconoce que hay más de dos sexos?. Y aunque así fuera, hay diversos factores añadidos que conforman múltiples variaciones. 

Pero volviendo a la peli, Helen, compañera de Cameron, dice: "No rezaré para que Dios me cambie porque Dios no comete errores". Que significa: "Dios decide todo en cuanto se conocen Óvulo/s y Espermatozoide/s y la genética no tiene nada que decir". Decide también qué enfermedad arrebatará en pocos años a bebés inocentes de cualquier pareja, hayan sido bautizados o no. Pero no dirá por qué ni para qué. De hecho no ha vuelto a decir nada en 2000 años. O quizá no ha parado de hablar y estamos distraídos o no queremos escucharle. Usted elije.

Creo que va siendo hora de afrontarlo. Al principio,  en la época menos transparente de la humanidad, los sagrados conocimientos fueron transcritos a mano durante 1400 años. En ese tiempo surgió el cielo y el infierno, el purgatorio, el crimen y el castigo, la culpa y el pecado, el diluvio, Adán y Eva, la muerte de la higuera que no daba fruto fuera de temporada, etc ... Y sigo sin tener claro si todo lo escrito fue dictado a la oreja, interpretado o deducido por los discípulos ni porqué hay versiones. En cualquier caso, no estaba por entonces prevista otra tierra que no fuera plana, otra explicación para la vida que no fuera divina, otras sexualidades, la evolución de las especies ... ni se conocían importantes aspectos sobre el tiempo, el espacio y el universo. Toda la ciencia conocida es como un magnífico puzzle lineal que vamos completando y  resulta muy complejo encajar cuanto se dice en una biblia inmutable. Solo una fe ciega a la par que visionaria será capaz de conformarse creando las piezas exactas.

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A mi también me recomendaron hablar con un sacerdote porque sería bueno para mi. Y no me hace mal. No sé si mejor pero temo que le hago perder el tiempo. Reconozco que algún tiempo me he sentido mejor persona, diferente, principiante de buen cristiano y hasta he borrado entradas poco católicas de este blog.  ¿Porqué sigo entonces? ¿Será porque no tengo amigos para sentarme a su lado y hablar? ¿Hablaría igual con un amigo? No sé nada de nada. Critico y luego me valgo de medios similares, si, pero siendo adulto, yendo por propia voluntad, con una finalidad desconocida pero diferente y siempre libre para abandonar. Lo primero que me recomendó, en vista de lo verde que estaba, fue un catecismo que parecía el María Moliner aunado en un solo tomo. No lo llevé a casa. A pesar de todo, hablamos de Dios:

Tienes que ver a Dios como a un padre. Un padre siempre perdona a sus hijos.

—Pues no sé qué decirte. Yo tenía demasiado miedo a mi padre. Su cara enfurecida era más la de un padre que va a a partirte la crisma que a perdonarte por romperle el casette o el vídeo, y no te digo cuando casi prendo fuego a la casa.—se remueve en su sofá. Parece que no sabe cómo sentarse para estar cómodo. No sé si le pongo incómodo. No es mi intención. Miro sus zapatos negros, calcetines negros, sotana negra. Cuánta oscuridad viste a quien habla de una luz tan pura.

Bueno, los padres también tienen sus días difíciles y la actitud del hijo al pedir perdón también influye, pero un padre

—Pues justo el momento de la casa llena de humo no era el mejor momento así que salí corriendo de casa advirtiéndoles que se me había caído una cerilla sobre el tapete de la mesa y como soy miope y por entonces no me ponía la gafa

A ver, nos estamos desviando del asunto.levanta la mano en señal de STOPTú piensa que Dios siempre lo ve todo, que nos ama y nos escucha cuando hablamos con él y además nos contesta.—hace pausas y termina con una pausa más larga para que asimile los contenidos pero, a decir verdad, me quedo en blanco esperando que tome la iniciativa. Y la toma:

¿Ya has hablado con ÉL como te dije?

—Ssssii—es un sí flojito. Inseguro. Decir mentiras es algo realmente repugnante. Apesta y confunde. Y para alguien tan torpe como yo en las conversaciones es además nada recomendable. Que vamos, yo no había tratado de hablar con ... Dios.

Y te ha contestado?

—(ostras esta pregunta no me la esperaba) Bueno ...y creo que debería poner muchos más puntos suspensivos para describir lo poco claro que lo tenía. Pero respondoSi, sí que me ha respondido, ¡ Pero no con palabras ! ¿Te imaginas? SOY DIOS, HIJO MIO. Vamos, escucho eso en mi cabeza y me cago encima. ¿Tú le oyes hablar con palabras?

—Jaaaa, jajajajaa—el hombre se ríe y me explica que no, que sucede de otra manera: se sabe, se siente, tarda en llegar, hay que trabajarlo. Está sudando y no puedo por menos que preguntarle:

—¿Cómo puedes aguantar el calor con toda esa ropa negra ... ? además atrae la radiación solar y

No te creas ... —estira y toca sus telasLuego es muy ... finita, mira. Toca—y yo toco. Con miedo, pero toco y miro de cerca la tela de la sotana. Si, parece fina. Y baratera. Aunque no lo será, porque añadeAdemás tiene la ventaja de que no necesita planchado. Si un día estás de viaje la puedes lavar, la cuelgas y se seca y queda estirada muy bien.—no soy capaz de creerlo.

Otro día, cuando la conversación se detuvo me preguntó:

¿Y la pureza? —de verdad, con tan poca información no llego. Cuando la gente me da poca información acostumbro imaginar cosas por completo diferentes a las supuestas. Como cuando un día me detiene el jefe, bajo la ventanilla y pregunta si sé algo de los automáticos. Y yo callado pienso en autómatas sin llegar a entender nada. Añade, por toda aclaración, que no arranca. Miro cómo se masajea el michelín y trato de recordar algún mecanismo automático. Se da la vuelta y se aleja. Sigo adelante por el garaje hasta aparcar en mi plaza. Al salir y volver a pie ya comprendí la pregunta. Había un coche automático de un vecino que no arrancaba.

Pero estaba con la pregunta sobre la pureza. Y tela lo que pone el diccionario:

f. Ausencia de mezcla con otra cosa: la pureza del aire de la sierra te sentará muy bien. || Ausencia de imperfecciones: este diamante es de gran pureza. || Virginidad: la pureza de la Virgen es algo sagrado entre los católicos. || Inocencia en todo lo relativo al sexo: la pureza de los niños.
© Espasa Calpe, S.A.

Pregunto:

—¿Pureza? ¿Qúe pureza?

Pues hombre, ya sabes, las mujeres ...

—¿La pureza de las mujeres?

Noooo, a ver. Cómo decirte.—miró hacia arriba como pidiendo socorro y explicóQue si miras a  otras mujeres, piensas en mujeres ...

—No. Yo no voy como un salido que babea al cruzarse con una mujer, pero sí que miro.

Pues eso es lo que NO tienes que hacer. Tienes que guardar la vista.

—Uy. Eso suena muy ... me recuerda lo de si tu ojo ...

Es que no es por causa del ojo, sino por los pensamientos impuros ... bla, blah, bla breve aclaración del tema. Luego se explica de p.madre, la verdad. O soy facilón. O tardo en descreer.

 Madre mía. Como para decirle que a veces me parece como si fuera una mujer en el cuerpo de un hombre poco masculino que pone especial interés en perfiles del tipo Laura Pergolizzi. Me parece que le dije una mentira de las grandes y sin ser consciente. Quizá eso sea un atenuante y me rebajen la condena. De todas formas ... ¿quién no piensa en otras personas para bien o para mal?



En otra ocasión le hable de mi anorexia nerviosa y llegó la siguiente pregunta:

¿Y cómo te va con la comida?

—Pues estaba yo pensando que va a ser Viernes Santo y tendré que hacer abstinencia. No voy a tener ningún probl

Quita, quiiiiita, quitaaaaaa —y hace un gesto con la mano tipo "ven pacá moreno que te vas a enterar". Así, como el juego del traga bolas, moviendo la muñeca de arriba a abajo.En tu caso la penitencia va a ser comer, así que nada de abstinencia. Tú tienes que comer. Siiii, si, si, si.

 Cuando le conté esto a mi mujer rio de lo lindo cerrando los ojos y echando la cabeza atrás y luego adelante. Como partiéndose al medio. Qué cosas. El hombre también reía mientras le contaba cómo hacía para poner poca leche y mucha agua con el café en polvo. Se puso serio al llegar a la parte del grave disgusto que supuso por entonces para mi esposa. Es lo que tiene hablar de temas que se desconocen. No sé las demás personas que superaron su anorexia, pero en mi cabeza no hay día que no piense en ello, en la grasa bajo mi piel y en lo horrible que es esta enfermedad. Es muy serio.

En fin.

Va haciendo demasiado frío. Voy a salir del Iceberg pero no para subir a bordo del abarrotado  transatlántico de la familia, la sociedad y los amigos. Tomaré un tranquilo velero que me lleve a un puerto cálido. Y en tierra firme por esos caminos de Dios tropezaré, como siempre torpe, con una piedra que asome siendo parte de roca o montaña. Así, por fin seré otro canto rodado, grava o arena, barro o como mínimo polvo y, si he de ser polvo, que al menos sea polvo enamorado.





sábado, 23 de julio de 2016

Los internados del miedo

The boarding schools of fear.
"Una de las cosas más afortunadas que pueden sucederte en la vida es, creo yo, tener una infancia feliz" Agatha Christie


Compré el libro “Los internados del miedo”. Me preguntaron si esta lectura -casi siempre nocturna- no me produciría nervios o me quitaría el sueño. A medida que lo iba leyendo no puedo negar que alguna noche me costó conciliarlo y todos los días le daba vueltas. Cuando lo enseñé vi hocicos arrugados hacia lo desagradable, el deseo de desconocer lo que vivieron aquellos niños entregados a internados regentados por “personas” que tenían la labor de cuidarlos. Cuando quise ver el documental en familia, las cabezas se inclinaron sobre móviles y ordenadores durante el rato que hablan en catalán. Cuando empezó a escucharse en castellano, el calor fue una buena excusa para dejarme solo en el salón. Yo no necesitaba verlo, evidentemente, yo leí todo aquello.

Dice el libro:

"Cuando se empezaron a publicar algunas experiencias de los preventorios en el 20 Minutos mucha gente dejó comentarios en el sentido de que, con todo lo que estaba pasando en España, con la crisis, la corrupción, casos de torturas en comisarías y muertos en las prisiones, lo nuestro era pecata minuta. Y sí, es verdad."

Pues no. La situación actual no es pretexto para dejar de lado este tema. No existe excusa válida porque entonces habría que pedirles a quienes sufren hoy en día por cualquier motivo que se aguanten y esperen, que el tiempo todo lo cura y en el futuro ya veremos si se puede hacer algo.

Se construyeron internados, preventorios, edificios -aún siguen en pie la mayoría- de carácter pseudobenéfico para niños y mujeres y había muchos adultos encargados de mantenerlos en funcionamiento. Todos esos adultos hubieran debido buscar otro modo de vida de no haber niños a los que alojar. Las criaturas eran el motivo de todo aquello, de su día a día como personas adultas. Los niños daban trabajo y por tanto “daban de comer” a sus cuidadores. Hay infinidad de asuntos que no puedo entender sobre esos internados desde un punto de vista racional. Uno puede ser insensible y mal cumplir con el cometido que se le encomienda, pero de ahí a hacer daño, a manipular la mente de unos seres indefensos que crecerán con el miedo, el rencor y el dolor de lo aprendido, hay un mundo. Toda esa gentuza depravada, autoritaria, sucia y carente de amor, todos esos falsos soldados de cristo y sus acólitos que por acción u omisión –tanto da si miraron a otro lado como si eran protagonistas- que reventaron las frescura de genitales y entrañas inocentes, que masacraron a hostias con una brutalidad solo imaginable en los peores criminales, todas esas falsas devotas y peores servidoras de la virgen que veían cómo se iban consumiendo hasta los huesos aquellas criaturas hambrientas, toda esa gentuza como digo,  quedaron saciados de sexo, liberados de su violencia y de su sádicas manipulaciones psicológicas. Y también quedaron impunes. Y eso es agua pasada que no interesa. Ah, vale. Pues entonces, cuando abusen del sexo de vuestros hijos e hijas o les metan una paliza o les insulten, no pretendáis reclamar justicia y dejad que el tiempo cure esas minucias. 

¿Cómo pudo haber tanta violencia indiscriminada, tantos abusos y malos tratos contra niños, siempre inocentes, durante tantísimos años y nada, ni tan siquiera después de la muerte del dictador, consiguió detenerlo, ni nadie en el poder hace aún nada para hablar con las víctimas, para reconocérselo y ayudar? ¿Esperaremos a que no queden testimonios vivos?

Creo que la falta de humanidad y la abundancia de monstruos disfrazados entre nosotros –tanto antes como ahora- es el origen de tanta brutalidad. Conocí este tema escuchando radio 5 mientras conducía y tuve que detenerme porque no veía bien. Volví a recordar la violencia que vivimos en el colegio salesiano cuando cursábamos 4º de EGB. Mientras los sacerdotes aleccionaban sobre las bondades de San Juan Bosco los profesores laicos que contrataban nos enseñaban con violencia física y verbal. Tenía una edad parecida a la de aquellos niños, pero tuve suerte de que mis padres solo me amenazaran con los internados. ¿Tenían idea nuestros padres de aquellas atrocidades e injusticias?

Ya nada puede reparar los daños causados. Nada sacará de sus mentes y sus cuerpos lo pasado, pero al menos debemos reconocérselo y decir en voz alta lo sucedido. Todos.

[Hay un escritor francés, Michel de Montaigne, que dice que no hay nada que se recuerde tanto como lo que más quieres olvidar.]

Esto es algo que yo tampoco consigo hacer que se comprenda. Dicen que los acontecimientos pasados es mejor dejarlos reposar en el fondo con el lodo. Que no hay que remover la mierda si no queremos terminar embadurnados de ella. Que las heridas hay que dejarlas estar. Pero pasa que entonces se infectan y es peor. Las heridas hay que tratar de curarlas, airearlas y respetar sus cicatrices. 

Imágenes extraídas del documental.


(Ut sementem feceris, ita metes) "Lo que siembres será lo que coseches." Me repetían los padres salesianos en lugar de ayudarme por mi fracaso escolar. Pero la frase de Cicerón no es cierta. No es seguro que coseches lo sembrado. A tantos asesinos en serie que sembraron miedo y desesperación en los ávidos y fértiles campos de la infancia durante tantos años ... ¿qué les deparó la cosecha? Reconocimiento y paz eterna para el día de su muerte. Me llena el odio. Lo reconozco. No puedo perdonarlo. No puedo decir lo que les deseo. Pesadillas vivas, fruto del odio. Para empezar, que sus familias, amigos e hijos pudieran ver lo que hicieron y cómo miraron hacia otro lado. En el libro he contado como mínimo el testimonio de 5 muertes inocentes, por golpes, por experimentos médicos, por abandono y dejadez, por inanición, tortura, enfermedad y por si suena flojo, también de todas las cosas juntas. Y cada nuevo capítulo del libro me cuesta más. Es complicado saltar al siguiente y debo dejar el libro en la estantería porque me parece odioso conocer un testimonio nuevo teniendo reciente el anterior. Necesito asimilarlos de uno en uno, dejar un espacio entre ellos. Cuesta sujetar las lágrimas. Luego me hierve la sangre. No puedo más. Es difícil volver a estas páginas para terminarlo pero tengo que hacerlo. 


Ver este documental no es agradable pero es obligado hacerlo. Creer en dios es libertad de cada cual, pero mantener y creer a sus más altos y fieles consejeros es otra cosa. Que no me hablen de santos. Que no me vendan postales, escapularios, cintas benditas ni excursiones a la virgen o al cristo de la equis. Que no me santifiquen cuando nazca para luego vivir en un mundo gobernado por mil demonios. Que no me den una hostia para confirmar que hubo sangre en las venas de Jesús. Que no me digan que nacen dioses de mujeres célibes y que no se haga en ellas según la  palabra de nadie mientras ellas no quieran. Que no me crucifiquen por decir esto y, por favor, si por callarlo. Que no me perdonen ni se perdone a nadie  por el simple hecho de hablar en voz baja a la oreja con cera bendita de alguien. Que no me hablen del matrimonio humano los eternos solteros ni los que solo logran casar con lo divino. Que me dejen ir al puto infierno si es eso lo que merezco. Que quede para ellos el cielo abierto y limpio de pecado.

Imágenes extraídas del documental.

Dijo Francisco de Asís: "Dios quiere que ayudemos a los animales si necesitan ayuda". Y Victor Hugo: "Los animales son de Dios. La bestialidad es humana". Pero a esos niños nadie les ayudó. Ni siquiera el mismísimo Dios: sus designios son insondables. Ni civiles ni religiosos deberían haber logrado escapar a esas lecturas y a tantas otras antes de empezar su trabajo. Eran gente fracasada y amargada, carentes de amor a nada. "Nihili est qui nihil amat". ¿Nadie les controlaba? Sí, pero para que todo funcionara silenciosamente así. Todos eran parte de la bárbara maquinaria del estado masacrando miles de niños, mujeres y hombres a diestro y siniestro.

Fuimos unos niños tan malos que hubieron de romperse las manos en nuestros culos y nuestras dos mejillas sin ofrecerlas. A mi me grabó sus dedos un profesor laico en ambas. A muchos de mis compañeros de 4º de EGB también. Nos hacía mirar a una golondrina que había puesto en una esquina de la clase. Decía "¡Mira el pajarito!" y... ¡Plaf!. También usaba una regla metálica flexible con la que te fustigaba la espalda, o te decía que acercaras la cabeza al pupitre y luego te la golpeaba contra él. Yo estaba allí. Cagado de miedo. Evadido en babia. Aunque mi mecanismo defensivo era estarme callado y quieto, fallé aquella vez. Debo reconocer que al menos este profesor laico fue expulsado. Pero el siguiente curso, Don Esteban sería la nueva bestia parda. Con él no podías librarte del todo, porque había castigos colectivos. 40 chavales contra las paredes, en círculo haciendo cola y uno a uno nos golpeaba las uñas con la parte de madera del cepillo o con la regla. Recuerdo más los nervios y el miedo que el dolor. No puedo olvidarme cuando ponía a dos niños que hubieran hablado con sus cabezas cerca y las chocaba con fuerza. Los preparativos eran tan lentos ... a mi se me hacía eterno: "No tan cerca, listillos. No os mováis. A ver... Tú, da un paso atrás. Inclínate un poco, asi ...  quietos ..." Uno de ellos se orinó.  Después, los test psicológicos me tildarían de poco sociable e introspectivo. Cuando alguna vez he coincidido con algún que otro alumno salesiano de mi ciudad, me ha preguntado: "¿A cual centro ibas tú?" Al parecer había un salesianos de los pobres y yo iba al de los ricos. Madre mía. Y hace poco le comenté lo de este documental a uno de ellos y me dijo: "¡A mi me vas a hablar tú de los salesianos! Mira, yo he ido a los dos y en el de los ricos me pegaron menos pero me humillaron más. Y conocía a chicos internos y esos pobres pasaban hambre. Un día le llevé un paquete de galletas a un amigo y se las quitaron y preguntaron quién se las había dado. Me dio el cura tal bofetada con todas las ganas, como cogiendo carrerilla con el brazo, que casi me tumba." También me cuenta con rabia que un salesiano les daba a veces caramelos de zaragoza (adoquines de la virgen del pilar) -esos tan grandes y duros- y otras veces le decía que si quería uno lo buscara en su bolsillo. Enfadado me dice "¡Qué sabía yo con 8 años qué era eso!". Le da mucho asco recordarlo. Estas vivencias nuestras quedan en comparación a los internados sin importancia. Debo decir que la educación salesiana también marcó a muchos niños aunque no sufrieron el salvajismo del que se habla en el libro. Mis amigos por ejemplo quedaban mudos ante las chicas y a mi, siendo bastante mayor, me dijo un profesor que conocí en el trabajo: "¿A que colegio fuiste? - ¿A un colegio de curas? - Joder, no se qué os hacían que sois todos iguales. Se os nota a la legua."

Imágenes extraídas del documental.

Pero fuimos tan, ¡pero tan malos! que tuvieron que crucificarnos libros en mano y rodillas en el borde del estrado, hasta perder el conocimiento. Fruto de nuestra maldad, de nuestro tan reciente pecado original,  les obligábamos a disfrutar  rompiendo las reglas con otras de metal y madera sobre las uñas de nuestras aún tiernas manos. 

Debido a nuestra piel suave, a nuestro olor a niño, a nuestras escasas carnes blandas; debido a nuestra mirada de libidinosa experiencia con 6, 7 u 8, 10 años, qué más da; por desearlo de veras puesto nunca supimos decir NO -y más nos valía- os visteis obligados a penetrarnos y a llenar nuestra boca con vuestro sexo. Qué a gusto y relajados quedabais tras repasarnos con vuestras manos callosas de vicios nunca castigados, nunca confesos.

Qué bien sonaba después de aquello el ave maría y el padre nuestro. Qué bien se glorificaba al señor. Maldigo las noches que lloré implorando que me llevara. Maldigo mi ignorancia infantil y juvenil y detesto mi jodida conciencia que nunca calla.

Miembros del clero, seglares y monjas, curas y laicos, seculares y monjes, legos y sacerdotes, párrocos, los "fieles" y sus pastores, presbíteros, diáconos, obispos... Cuánta jerarquía para luego hacer lo que os salía de los mismísimos hábitos. Cuán hermosas lecciones de amor al prójimo, pero privándonos de ello primero. Enseñando con el ejemplo, con la represión, con la separación por sexos, con el dolor y el llanto sordo. Con el insulto público y la burla. Con el frío del invierno.

Imágenes extraídas del documental.
Por todo esto lloro hoy con este llanto mudo y quedo. Por todo esto lloro sin consuelo.


Por tanto que pasó y nunca se hizo el mínimo esfuerzo en reconocerlo. Por tanta espalda vuelta hoy al horror ya silenciado entonces.

Quiero agradecer a los valientes participantes que dieron testimonio para Montse Armengou y  Ricard Belis y doy gracias a estos por su trabajo. Siento mucho el dolor que se os causó.

Felicito por su suerte a aquellos otros que disfrutaron de su estancia en otros lugares parecidos pero con otros cuidadores nada similares. Les felicito por la suerte de no haber coincidido en el mismo tiempo y lugar que aquellos. 

Y lo siento. Lo siento mucho. Muchísimo. Lo siento infinitamente por aquellas personas tan especiales que no han participado en este documental o libro. Porque su corazón no podía soportar los recuerdos. Porque saben que cabe poca esperanza de ver compensado su dolor de ninguna forma. Porque no pueden confiar y se preguntan si serán señaladas. Porque tienen miedo de encima ser objeto de risas, miedo al poderoso. Porque nunca lo contaron. Porque algunos ni siquiera sobrevivieron.


Lo siento infinitamente por quienes no sobrevivieron. Por todos aquellos que fueron usados para todo tipo de fines particularmente ruines, algunos desde cero años, otros con unos pocos y algunas por ser madres.  Personas utilizadas con fines particulares y públicos. Usadas sin descanso. Castigadas sin parar. Niños golpeados para ser callados o por sadismo, educados para ser vendidos como mano de obra barata. Personas que de pronto esos malnacidos echaron a la calle como si nada y no lograron superar el dolor y el abandono. Esas personas que no sobrevivieron, antes de morir, malvivir o ser otra vez encarcelados, fueron niñas y niños que casi no conocieron o les robaron el cariño, la inocencia o la familia. Les robaron el alma y así los enviaron, con el espíritu maltrecho, a vivir lo que les pudiera quedar de vida. 


Esta imagen y las siguientes, han sido extraídas del documental.











... presentada en el Patronato por "Juzgado de primera instancia de Mataró" con motivo de "ser perseguida por el hombre con el cual convive su madre" ... " petición de la madre y de la interesada que se halla muy atemorizada por los malos tratos recibidos" ... "19-5-77 ingresa en el colegio de Adoratrices de Badalona."

Estado de la enferma y fenomenología psiquiátrica al ingreso: "Llora con mucha pena. Contesta a todo lo que se le pregunta como una chica mal educada."

Y para finalizar, después de ver esta secuencia de imágenes extraídas del documental, quiero tratar de explicar con una pincelada de color, con imágenes extraídas del cómic "Memorias de un hombre en pijama" de Paco Roca, la diferencia entre una infancia más o menos correcta y lo que vivieron estas personas. Lo que les faltó porque no solo les fue robada la infancia, sino que fue reemplazada por un régimen vejatorio, violento, sádico y carente de los mínimos propios de un verdadero ser humano.