Header

Mostrando entradas con la etiqueta Comics. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Comics. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Desencuentros y Soledades

“Una corta infancia solitaria y triste, seguida de un largo período de terrible enfermedad me acabaron proporcionando una energía creativa ilimitada. ¿Merecieron, pues, la pena? En la vida no podemos establecer distinciones: mis alegrías y mis aflicciones me pertenecen por igual, y todo lo que me pertenece lo puedo utilizar en mis creaciones” Jimmy Liao


1 / 8
Caption Text
2 / 8
Caption Two
3 / 8
Caption Three
4 / 8
Caption Four
5 / 8
Caption Five
6 / 8
Caption Three
7 / 8
Caption Three
8 / 8
Caption Three


Esta frase... ¿cuántos de nosotros podríamos aplicárnosla?
Muchos.
Algunos son capaces de reflejar la luz y la oscuridad de su interior en preciosos dibujos como los de Jimmy Liao.
Otros son capaces de garabatear hermosas letras para mostrar lo que llevan dentro.
Pocos desprenden calidez en su mirada, su voz, su gesto amigo hasta el punto en que entre los demás algunos lo perciben y pueden disfrutarlo y otros no.
Y yo no sé qué lleva dentro toda esa gente.
Yo no tengo ni idea de cómo sienten las cosas esas personas tan bellas.
Nadie está libre de su pasado.
Ni los malvados, pero no es por culpa de sus vivencias que son nefandos.
("adj. Indigno, de quien no se puede hablar sin repugnancia u horror")
Yo me quiero quedar con la gente buena, alegre y positiva.
Sin embargo busco curiosamente a los que sufren.
De ellos parece que aprendo su dolor.
Soy un vampiro emocional.
Estoy lívido.
Necesito robar la energía vital de los demás.
Entre ellos los hay de naturaleza fuerte y no consigo arrebatarles nada.
Y los hay muy listos y rápidamente se apartan de mí.
Y algunos se enfadan conmigo y entonces me doy cuenta de mi error.
Equivocarme contínuamente es parte de mi estúpida naturaleza.
Descansar, quiero decir, morir, es el pensamiento que más me ocupa en demasiados momentos a lo largo del día.
Vivir cansa.
Cansa cada segundo de cada minuto de cada hora todos los días y meses durante años.
Ser así cansa a quienes nos rodean y a quienes nos aman.
Así es como el amor termina. Como la amistad termina.
A mi me cansa la gente vital.
Cuando estoy alegre y vital, canso con mis tonterías también.

También hay ratos de vacío. Sin alegría ni padecimiento.
También hay momentos de risa, de sano existir, de sano alimentarse y olvidar la anorexia pero parece que el sustrato principal es lo otro.
Soy el tío capas, el máscaras y el cebollón de copas de la baraja emotiva.

Jimmy es un tipo estupendo. Los dibujos son algo infantiles quizá, pero me gustan mucho sus colores. Sus libros están bien.
Mira esto si te gustó lo de Jimmy:
http://muhimu.es/cultura-entretenimiento/jimmy-liao/

martes, 19 de abril de 2016

La anorexia y Katie Green

Anorexia and Katie Green

Katie Green y el perrito Jack

Para quien pueda interesarle, este libro, comic o novela gráfica que es  una historia autobiográfica de Katie Green, titulado "Lighter than my shadow" o más ligera que mi sombra, trata su paso por la anorexia hasta hoy y cuenta cómo se complicó su recuperación. Es una ilustradora espectacular. Quizá sus dibujos no tengan una marca muy distintiva, pero el detallismo y la perfección de su lápiz sí son distintivos:

Katie Green Doodles
Precioso dibujo de Katie Green.
En la página que muestro aquí, Katie acaba de enviar a su padre fuera de la habitación. Luego recapacita y dice que odia herir a su familia y se pregunta "¿porqué no puedo simplemente comer?" Piensa "No quiero morir. Quiero recuperarme y no sé cómo.":

Katie Green "Lighter than my shadow"



Hablar de la anorexia es complicado.

Difícil que nadie pueda comprender a alguien que, pudiendo comer, no come. Difícil explicar que deseas evaporarte, ser más ligero que una sombra.


Difícil explicar qué se siente cuando tus clavículas están más marcadas de lo que deberían, cuando las caderas sobresalen por encima de una barriga que sólo ves tú. Cómo explicar que eso no produce verdadera felicidad ni placer ni alegría de la buena, que se confunden estos sentimientos con otros. Que tu voluntad domina a tu razón y a toda tu inteligencia. Que necesitas doblegar a tu voluntad por la muerte y la autodestrucción con unos medios de los que no dispones.

Uno de los increíbles paisajes que nos muestra Katie en sus podcast sobre confección y punto.

Katie, magnífica como suele ser con las pinturas, nos deja este cartel (pulsa aquí para descargar la imagen) que ojalá os guste y podáis imprimir (en copisterías y tiendas especializadas lo hacen) para poner en vuestras habitaciones y animarnos en nuestra recuperación, si padecéis o habéis padecido o conocéis a alguien con alguna enfermedad relativa (y que sepa inglés, claro) (vídeo en youtube):

"Recovery is new every day, always a choice, not what you expect. Stumbling blind, frustratingly complex, ridiculously simple, relentless, messy imperfect, gently, painfully opening, loosening, listening, learning and re-learning and re-learning, to trust, also to forgive yourself, gracefully clumsy, brave, honest, alive, and infinite. Not a place to arrive whole and unbroken, unruffled but a way of being day by day, with the madness of it all: screaming, crying, dancing, laughing, breathing,  most definitely ruffled, but  here, choosing to stay."

La recuperación es nueva cada día. Siempre es una elección, no lo que tú esperas. Con obstáculos y a ciegas, de frustrante complejidad y ridículamente simple. Constantemente confusa e imperfecta, paso a paso, dolorosamente abierta e insegura. Escuchando, aprendiendo y reaprendiendo y volviendo a aprender para confiar y para perdonarte. Elegantemente torpe. Valiente, sincera, viva e infinita. No es un lugar al que llegar, entero, compacto e imperturbable pero sí una forma de ser día tras día con la toda la locura que conlleva: gritando, llorando, bailando, riendo, respirando y sin duda  alterándose. Pero aquí, decidiendo quedarse.












domingo, 19 de abril de 2015

Tristeza en la espina dorsal

Sadness in the spine.
"Me gusta la gente que me hace reir. Honestamente creo que es lo que más me gusta, reir. Cura infinidad de dolencias. Probablemente sea esto lo más importante en una persona." Audrey Hepburn


De "El libro triste". Escrito por Quentin Blake y dibujado por Michael Rosen


Este soy yo cuando estoy triste.Quizá pueda parecer que estoy contento en esta foto.En realidad estoy triste pero finjo que estoy contento.Lo hago porque creo que no le gusto a los demás cuando tengo aspecto triste.



miércoles, 12 de junio de 2013

Epiléptico - La ascensión del gran mal - David B

"Cuatro cosas es necesario extinguir en su principio: las deudas, el fuego, los enemigos y la enfermedad." Confucio 

 (prólogo de la hermana de David B.)
Del prefacio del libro
París, 2 de octubre de 1.996
Querido David:


Me has pedido a mí, a tu hermana pequeña, que escriba este prefacio. He aceptado sin dudarlo, adulada y conmovida. Y es que amo profundamente lo que has conseguido. 

Has transportado a las viñetas de este álbum las sombras de nuestra infancia. Yo no soy como tú, no tengo esos recuerdos tan densos y exactos. Mi memoria es como la pepita de una fruta, compacta y oscura, que contiene todo mi saber. La única certeza de mi vida es la enfermedad de Jean-Christophe: la epilepsia del gran mal. Por otra parte, es algo que no deja de ser curioso, ya que siempre me la imaginé como una poderosa pepita alojada en los meandros de su cerebro.

Tú siempre le diste gran importancia al detalle exacto, a la reconstrucción fiel. Recuerdo toda la documentación histórica que acumulabas en tu cuarto y que te servía para reproducir en tus dibujos el traje de un soldado, la gualdrapa de un caballo... Cuando eras pequeño, querías ser "profesor de historias". Lo has conseguido.


A veces, alguien me pregunta: "¿Cómo está tu hermano?"

"Bien, está bien ... ", digo y paso a enumerar una serie de datos sobre lo que haces, sobre tus proyectos, sobre tus amores. Es entonces cuando mi espíritu se divide y respondo a esta pregunta en mi interior, refiriéndome a mi OTRO hermano. Pero nadie conoce a mis dos hermanos, y mi segunda voz queda estrangulada a medio camino entre el corazón y la garganta.

Quisiera hablar de nosotros. De nosotros tres. Éste es el recuerdo que me es más querido: haz memoria, estábamos en Bourges, en casa de los abuelos. Los tres dormíamos en el mismo cuarto. Jean-Christophe junto a la puerta, tú a su izquierda y yo en la cama pequeña al lado del armario. Tito, Fafou y Sicoton.

Apenas se apagaba la luz, aterrizábamos en el planeta Marte y cada uno describía lo que veía: seres extraordinarios, monstruos a los que hacíamos huir... porque éramos grandes cazadores. Desvariábamos en voz baja formando un coro fraternal e infantil. Acabábamos con gigantescos banquetes de muslos de dinosaurio y sandías gigantes, antes de sumirnos embriagados en el sueño que terminaba con esa unión fugitiva y cristalina.


Y ya está. Tras todas nuestras epopeyas, me he convertido en personaje de historieta y maestra de escuela. A veces, me cruzo con niños que se nos parecen.


Un abrazo muy fuerte. Te quiero.


Florence
Viñeta de David B hacia el final del comic, que me gusta mucho (Epileptico - David B.)
----------------------------------------------------------------------------------------
A veces hay en nuestras vidas de todo. Quedan recuerdos buenos entre otros que no lo son tanto. Yo también me sentí parte de una familia más o menos feliz alguna vez, y eso es algo que no puede decir todo el mundo. Hay quien no sabe lo que supone tener hermanos, o un padre, una madre, o incluso quien no ha probado nada de eso cuando niño.

Dentro de este comic, David B. muestra cómo sus padres, llevados por una desesperación obsesiva, concatenan alocadamente esfuerzos para ayudar a un hijo en detrimento de los otros dos y de si mismos. Florence, hermana de David, intenta suicidarse en una ocasión y él internamente se debate con vigor entre los ecos de sus pensamientos, sus cómics y sus conductas de supervivencia. Gracias a su pequeña estrategía supera, en mejor o peor modo, las grandes dificultades a que se ve sometido un niño, un adolescente, un joven, que desea poder llevar la vida de un hombre normal, algún día.


Ser un hombre normal no es algo sencillo, si se desea cumplir con las exigencias de la avanzada sociedad capitalista global que nos gobierna de forma tan compleja y acomplejante, donde los individuos que la forman son, vistos de forma individual, poco más que otro producto con una amplia gama dentro del mercado de la oferta y la demanda.

Jean-Christophe, el hermano que padece epilepsia, es un muchacho que se ha rendido, vencido por una enfermedad que los demás hemos convertido en excluyente, señaladora, aterradora, demencial... ¿qué más puede decirse de algo que se desconoce?

Habrá personas que lucharán contra la epilepsia, como muchos presentan batalla a tantos problemas, pero también habrá quienes se rendirán, como muchos se rinden ante sus propias pesadillas. Jamás me atrevería a criticar a Jean-Christophe por su actitud y siento lástima, pero no por él sino por el resto de su familia. Y siento odio por todas las personas que se alimentan de las esperanzas más tiernas de los demás, de sus ilusiones y ganas por evitar el dolor a quienes aman. Odio a los vendedores de falsos remedios y de entre los profesionales de la medicina, odio a aquellos que tratan a sus pacientes como cobayas para experimentos, y a los que perciben regalos de las empresas farmacéuticas a cambio de recetas como a los que no se preocuparon como debían de sus pacientes ahora muertos.


(Y siento mucha rabia, dicho sea de paso, contra los malditos cerdos políticos que nos están  robando en España a nuestros buenos especialistas, nuestros médicos buenos o malos, porque eran los que teníamos, y que nos quitan profesores, y ayudas, y restan en la pensión del abuelo al tiempo que aumentan los impuestos... es tanto...)

Y finalmente, tras 7 años trabajando David en este tomo, el texto escrito nuevamente por su hermana Florence, con sencillez y la lucidez de una persona madura. De Jean-Christophe, siento no haber encontrado una foto.
--------------------------------------------------------------------------------------------

EPILOGO

No sé qué puedo decir ahora. Te había prometido salir en el último tomo, sin ninguna idea preconcebida, sólo por lógica personal y por ese cariño básico hacia las cosas que van emparejadas: antes después, nunca siempre, prólogo epílogo... esa puntuación binaria de mis angustias... un billete para la ida, este otro para la vuelta. Sabía que entre el aquí y el allí pasaría mucho tiempo y muchas cosas, pero no tenía pensado escribir algo concreto. De hecho, no me esperaba nada, creyendo que ya nada podía sorprenderme. Creía haber terminado de crecer y que la vida ya sólo sería un apagarse poco a poco.

Y han pasado muchas cosas: las pasiones llenas de ruido y de rabia y el exilio de cada uno. Yo he pasado el mío en los terrenos de la locura, en lucha constante, esperando a que todo se acabase y la vida pasara. Pero la vida se hace valer con la certeza de tener derecho a hacerlo y de saberse milagrosamente impune. Sin reserva o contención alguna.
Por fin tuve derecho a la cara B.
La hemos llamado Paul.


A veces, a menudo, lo miro y me parece ver en su cara un poco de todos nosotros. Tiene ojos azules, como Jean-Christophe. Lo encuentro tan guapo como lo eras tú. Siempre me ha llamado la atención, y he envidiado, lo guapo que sales en las fotos viejas.
Me parece que, de los tres, yo fui la menos regalada por la naturaleza, la más insignificante. Jean-Christophe era infinitamente encantador, un angelote rubio de ojos azules, redondito y pilluelo.
Tú eras guapo. Sin reservas. Con una boca de extremada belleza, mofletes y ojos inmensos y oscuros.

Cada vez juego menos a ese puzle genealógico. Cuando nació, en el ala de maternidad, veía en la línea de su perfil a su bisabuelo Félix. Unas semanas más tarde, viéndolo tumbado, me recordó una foto de su abuelo desnudo sobre una piel de oso.
Luego me di cuenta de que, desde el nacimiento del cuello hasta la punta del dedo gordo del pie -una extensión que representa un porcentaje nada desdeñable- tiene la misma percha que su padre.
Podría seguir abundando en esto, pero me contendré de momento, en vista de que no parece interesar mucho al resto del mundo.

Y vale ya. Remataré mis motivos acerca de mi participación en el primero y en el último tomo de esta obra diciendo que quería estar segura de que tendría un final feliz. Como dice Remy, y gracias a él, aún hay vida después del Gran Mal.

Un beso con algo más que ternura a mi marido y a nuestro hijo, a mis dos hermanos, a mis padres, y a todos los que nos han hecho como somos.

Florence.

Chaville, 10 de septiembre de 2003.

------------------------------------------------------------------------------
Elodie Durand durante una entrevista


Otra novela gráfica que he disfrutado recientemente, impresionante y divertida a pesar de la dura vivencia de su autora Elodie Durand, es "El Parentesis".

Un tumor cerebral causa epilepsia en la mente de esta artista francesa que es un ejemplo de superación y adaptación.




Elodie Durand - Le Parenthèse

martes, 30 de abril de 2013

MARIA Y YO - Maria Gallardo y Miguel Gallardo (autismo)

"He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste y olvidará lo que hiciste pero, lo que la gente nunca olvidará, es cómo les hiciste sentir." Maya Angelou 
Hoy encontré este libro:


Que Miguel esté encantado con María, es natural.
María es su preciosa hija. EH?
¿QUE NO ME CREEIS? Necatus et stultus sois. Ved la imagen a continuación:


Desde luego, la sonrisa es contagiosa, como dice su padre.
Tienen un blog "mu" chulo. (Abandonado a fecha Junio-2012)
Aquí: mariayyo-gallardo.blogspot.com.es


Y bueno, pues me encanta este libro.
Es una prueba de que el amor incondicional existe. 
Será, en términos generales, otra prueba más o no, pero esta es una demostración única. Como María es única.

Gracias María, gracias Miguel. Y un botón de muestra del contenido.







Y hay una parte que me llama la atención.
Cuando María deja caer la arena rozándole entre los dedos, mirando de cerca cómo fluyen los granos, cómo escapan y se alejan y confunden entre los demás. Cómo cada uno forma parte de un todo, imprescindibles cada uno, ocupando su espacio, todos amigos e iguales, todos en la montaña rusa, tomados en volandas para ser liberados en su mano, todos corriendo en la manada, como gotas en la cascada, despacio para nosotros y a velocidad de vértigo para ellos.

Cuando era niño, tenía fascinación por mirar las cosas de cerca. Las ponía lo más cerca de algún ojo y observaba las cosas grandes desde el punto de vista de las cosas pequeñas. Y jugar horas con el agua en el lavabo hasta arrugar la piel de los dedos... Me recuerdo de niño haciendo eso y me siento como María, cada uno feliz en sus cosas, en vuestro mundo. Llegué a tener sueños repetidos donde la relación entre lo grande y lo pequeño era algo... cómo decirlo, ¿asombroso? ¿obsesionante? ¿revelador?:

Soñaba que estaba en un gran espacio que albergaba infinidad de columnas verticales, perfectamente rectas y perfectamente lisas. La cuestión es que las columnas eran iguales en todo excepto en su grosor. No distinguía su base ni su techo. Y su diámetro podía ser inmenso, mediano, fino y extremadamente mínimo, menor que el de un cabello. Tener consciencia de la diferencia extrema en el tamaño era algo que me dejaba en "shock". Este sueño repetido formaba parte de mis pesadillas.

En el colegio, veía una partícula sobre un libro, y me ponía en el sitio de la partícula. Salir de esa explanada sería para esa partícula toda una hazaña. No hace falta decir que en clase estaba en otro mundo y mis notas eran del inframundo.


Jajajaja, cada uno tiene sus propios rituales, ¿no?. En fin.


Y en youtube tienen un vídeo explicativo, aquí:




JA, qué bueno. En la peli dice que en lugar de jugar con sus muñecos, los ponía en fila india. ¡Leches! Yo ponía mis coches en fila india para ir al garaje a lo largo del doble pasillo y mi padre se ponía negro porque empleaba todo mi tiempo en eso. Decían los psicólogos que era un insociable. Además, también tengo fascinación con cosas que giran. Dar vueltas a todo tipo de objetos me deja sin parpadeo. Ver como se paran poco a poco... Y en una ocasión estaba trazando la figura de infinito en torno a dos piedras con la bici y no me daba cuenta del tiempo que llevaba haciendo eso, hasta que mi suegra me pegó tal bocinazo que me sacó del trance: 
"¡¡PERO QUIERES DEJAR DE DAR VUELTAS!!" 
Que cosas. A lo mejor todo tiene algo que ver, y por eso me quedaba solo en una columna del cole cuando tenía 6 o 7 años, en lugar de jugar con los otros nenes. ¿¿¿-???



16-12-2019: Tienen su propia peli. Podés verla clickando en la imagen siguiente. Que emoción cuando María se queda mirando las partículas de polvo en el avión. Me caían lágrimas del tamaño de botellas de coca-cola porque es algo que también me deja boquiabierto, emocionado, el polvo en suspensión a contraluz, su movimiento, flotando contra la gravedad, corriendo, escapando a mis dedos ... 



domingo, 24 de marzo de 2013

Pero puedo fingir.

But I can pretend.
"A menudo fingimos temer lo que realmente despreciamos y aún más a menudo despreciamos lo que realmente tememos" Charles Caleb Colton

"Me gustan las estrellas. 
Creo que por la ilusión de lo permanente.
Siempre están encendiéndose y apagándose.
Pero desde aquí puedo fingir...
Puedo fingir que las cosas duran.
Puedo fingir que las vidas duran algo más que un momento.
Los dioses vienen y van.
Los mortales parpadean, brillan y se apagan.
Los mundos no duran.
Las estrellas y las galaxias son cosas fugaces y efímeras que titilan como luciérnagas y se apagan en el frío y en el polvo.
Pero puedo fingir. "

(Extraido de "The Sandman. Vol.4.Cap.8" Guión de Neil Gaiman, dibujo de Jill Thompson)


Laura Makabresku

“I like the stars. It's the illusion of permanence, I think. I mean, they're always flaring up and caving in and going out. But from here, I can pretend...I can pretend that things last. I can pretend that lives last longer than moments. Gods come, and gods go. Mortals flicker and flash and fade. Worlds don't last; and stars and galaxies are transient, fleeting things that twinkle like fireflies and vanish into cold and dust. But I can pretend...”


domingo, 17 de febrero de 2013

Blankets (Craig Thomson)

"El amor se compone de una sola alma que habita dos cuerpos" Aristóteles


Acabo de terminar de leer esta novela gráfica. Blankets significa "Mantos", en castellano. Ha sido como un viaje en el tiempo a mi propio pasado. Los paralelismos que he encontrado han sido muchos, aunque mirando a través de mi óptica pesimista, veo a Craig como un hombre muy afortunado y/o como un hombre muy inteligente, que ha sabido (algo tendrá de sabio) aprender de sus experiencias en la vida.

Estos son algunos comentarios publicados sobre Blankets:


"Una historia excepcional: la historia de un primer amor tan sinceramente narrada y recordada que te hace sentir cómo es enamorarse. Dolorosamente hermosa." Time Magazine


"Thompson describe el éxtasis y el dolor de una obsesión (con un amante, con Dios) y no teme sugerir las formas en que esa obsesión puede consumirse y desaparecer" Ken Tucker (The New York Times Book Review)

"...conmovedora, tierna, hermosamente dibujada, tan sincera que resulta dolorosa..." Neil Gaiman.

Y me quedo con el de Neil Gaiman que es un guionista genial, excepcional e imaginativo como nadie.


Este dibujo con su hermano, los dos disfrutando con el lápiz, con Craig que le mira y recibiendo sensaciones positivas, me hace mucha gracia, porque ha colocado las perforaciones para el arrastre del papel contínuo paralelamente a la zona de corte de las hojas. En realidad las perforaciones van a los lados.

Craig ha creado (ya hace algún tiempo) un precioso comic de casi 600 páginas. Me conmueve cómo es capaz de amar y comprender al ser humano, tan solo algo confuso (a mi modo de ver) por el dogma cristiano.





Con qué facilidad derrocha ternura y simpatía en estas viñetas. Dignas de ver: