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martes, 7 de mayo de 2024

Pesamientos contagiosos


De la consulta de psiquiatría acaba de salir paciente, uno, una que une y aprovecha el descanso de turno para escribir en su diario personal. No es ético sacar del hospital historias,  relatar opiniones particulares, producirlas al margen del ámbito profesional para uso privado. Esta psiquiatra lo hace, de todo a pesar.

Se figura otro empleo. ¿Profesora? Sea. 

"Al salir del aula he esperado a un alumno, Oscar ( su nombre es otro) y le he pedido que acuda a mi despacho en horario de tutorías. Quiero conocerle. Puede ser de interés para mis casos  en estudio. 

Se ha demorado en responder. Ha abierto mucho los ojos  y ha seguido su camino con un 'vale' haciéndome sentir como una presencia fantasmal en el pasillo del instituto, solo perceptible a su mirada sorpresiva pero de habitual ausente.

Ha llegado demasiado puntual, ha entrado y cerrado tras de sí para quedarse quieto como una estatua. Esta rigidez confirma mi buena elección.

—Buenas tardes, Oscar. Aguarda un momento que enseguida estoy contigo—segunda reacción inesperada: sin más se ha vuelto hacia un cuadro especial que  yo misma coloqué tras la puerta a salvo de ojos curiosos. Quería que el cuadro estuviera solo presente para mi: no visto al entrar y como un objeto decorativo cualquiera al salir. ¿ Habrá adivinado él ... ? pero no. Tan solo estaba haciendo un reconocimiento. Voy fingiendo distracción mientras aseguro la grabadora bajo la mesa y extraigo de la cajonera un cuaderno de anotaciones— Ya está. Siéntate,  por favor—no me hace caso y cuando termina de mirar se acerca al cuadro. Un estremecimiento de aprensión- ¡ Oscar !, por favor, siéntate... no seas tan cotilla.

—Perdón, no quería molestar—y se sienta en una silla lateral contra la pared en lugar de ponerse frente a mi.

—Mejor aquí, en esta silla, que ahí se hace raro ... como si estuviéramos reservándola a alguien ¿no te parece?—sonrío

—Claro—se le ve incómodo girando a todas partes la cabeza, con la mirada recorriéndolo todo de nuevo. Como si me ignorase de nuevo, un espectro frente a él. Baja la mirada. Se sienta con las manos bajo las piernas, las palmas hacia la silla.

—A ver. Te he pedido que vinieras porque en clase he notado que pasas mucho tiempo mirando por la ventana sin prestar atención—le doy tiempo esperando unas palabras que no llegan ... quizá pretende ser quien da tiempo para que continúe explicando— ¿ te has enterado de algo en clase ?—pregunta directa, le doy más tiempo esta vez.

—No—gesto neutro, monosílabo seco. Por algo se empieza.

—¿ No ?

—Eso he dicho—ahora me mira inquisitivo. Mi pelo, mi gafa, mi boca y se detiene en mis dedos volteando el bolígrafo. Mierda de pregunta, de utensilio para inseguridades, que estupidez la mía. ¿ Quiere saber si soy inteligente ?

—Perdona, no esperaba esa respuesta y ... —interrumpe con una pregunta orientada a la afirmación, lindante a la grosería, átona, pesada y contundente:

—¿ Esperaba otra mejor para su grabadora ?—el rubor sube como fuego imparable colina arriba. Palpitaciones en la sien como amonestaciones, contradicción y sin tiempo para explorar una mentira creíble. Pongo la grabadora en la mesa.

—Vale, te pido mil disculpas. Esto no lo hago ... no es para ... —niego con la cabeza—lo hago para aprender, para mejorar en mi tutoría ... lo siento, debí preguntarteme señalo reconociendo la culpa

—No se preocupe. Puede grabar. No pasa nada. Estoy acostumbrado a la observación, al comentario y a que no traigan nada bueno en general, pero no pasa nada. Yo también grababa en mi casa las conversaciones telefónicas. Construí un aparato que las detectaba y activaba una grabadora. Tampoco me trajo nada bueno además de la grabadora con sus componentes desperdigados por la habitación ... rota quiero decir.

—Ah, que curioso ¿ y lo hiciste tú ?—primero niega haberla roto él, entiende lo que le parece. Después se reconoce estúpido y habla en extenso y aburrido monólogo sobre la construcción del cacharro. Espero en medio de su monólogo mientras me pregunto cómo supo que tenía escondida una grabadora tan pequeña. Lanzo una mirada rápida hacia la cajonera bajo la mesa. Contrariado, deja de hablar. Le miro.

—Se reflejaba el piloto rojo de grabación en la ventana—no puedo creerlo, me vuelvo, imposiblela tienes abierta en modo oscilobatiente vertical y la inclinación ayuda. Una casualidad.

—Bueno Oscar, nos desviamos del asunto. Que te pasas casi todas las clases mirando por la ventana y suspendes también otras asignaturas. Quisiera saber si necesitas ayuda, si yo ...—vuelve a interrumpir

—¿ Y quién no necesita ayuda ?—se remueve sobre la silla, se yergue, vuelve la mirada al cuadro. No puede ser.

—Pero estoy contigo y tus problemas, los demás son tema aparte—niega

—Lo apartado de los demás ... la exclusión, es el tema.

—Es el tema porque ... —mis manos abiertas hacia los lados, esperando su explicación pero él concibe que seré yo quien lo aclare. No entiende mis gestos de nuevo—A ver. Ese grupo con quienes tomas el descanso ... no son ... ¿ sientes que te excluyen ?

—Con alguien tengo que estar. No quiero parecer el raro número uno. Y finjo. Trato de hacer gracia. Rio bromas que entiendo a medias, tarde o que me desagradan. Pongo sonrisa y me dicen "serio" o hacen frases incomprensibles como "parece que hubiera matado al Manolete".

—¿ Y mirar por la ventana cómo te favorece en esta situación ?

—Allí con suerte están las nubes. Quizá el viento meciendo los árboles. Puede que pájaros. La luz, el azul, el gris. Allí está lo más sencillo. Lo que se explica por sí mismo sin rodeos. Lo que transcurre a una velocidad admisible. Estoy tras la ventana pero del lado que no quiero. Oigo los ecos de vuestras voces moduladas sobre renglones dobles siendo fuera los silencios, si acaso modulados entre los murmullos del viento.

—Uh, suenan bonitas esas palabras. Escondes en ellas ... ¿ rencor ? ¿ deseo ? —pausa— ¿ odio ?

—Escondo lo mismo que usted, que tú en ese cuadro junto a la puerta a la vez que quieres ocultar el cuadro entero.

—¿ Como ? Es un simple dibujo, nada más.

—Tu rubor dice lo contrario

—No es ... yo soy así, es mi piel ...

—En efecto. También yo soy como tu piel, transparente aunque no quisiera.

—A ver, Oscar te he ...—interrumpe

—A ver y a escuchar, a sentir al otro, a comprender ...

—No me líes con palabras revueltas. Solo quería ayudarte pero veo que no estás por la labor asi que ...—me encojo de hombros. Se levanta.

—Ya—va hacia el cuadro.

—Aquí abajo, muy pequeñitas, entre esta hierba que simula garabatos, está tus iniciales. Un patrón  de dibujo las delata. Esta barca en medio de un mar en calma, casi perdida en el horizonte. La bruma. Dime cómo se encuentra la chica que se adivina en ella. Dime cómo puede estar en calma la mar, no un lago sino el mar. El ancho mar. Tanto que te hace inalcanzable. Cuéntame quién es ese hombre que observa en lo alto del acantilado. Y explícame qué hacen esas dos criaturas en una playa tan enorme sin compañía de adultos. Mejor aún, no me lo cuentes. Cuéntatelo tú.—y sale del despacho."

Ahora la psiquiatra se levanta. Se acerca al ventanal y, con aire triste, mira por la ventana.

viernes, 21 de julio de 2023

Mi NOCHENTERA




Era 1983. Hice una fiesta en mi casa.

Mientras el resto de mi supuesta familia elegía vacaciones yo -no sé si elegía o obedecía mis instintos- me quedaba en casa. Digo supuesta rememorando el día que busqué por todos los rincones de posibles escondites los papeles de mi adopción. Tan extraño me sentía. Pero de una pedrá' la psicóloga, muy sabia, me dijo a toro pasado ( y tan pasado que a saber 'ande andarán sus huesos) : "... y para qué iban a adoptar tus padres si tú eres el cuarto". Razón que convence, pero jamás calculé esa cuenta y es que cuando me obsesiono no atiendo razones.

Diría que esta fue la mejor época de relaciones sociales de toda mi vida. 

En otras entradas he hablado de tener 2 amigos a la vez. No eran buenos conmigo ni yo con ellos (aunque equivocado, siempre me creí mejor persona que ellos). Ansiosos de tener novia y sin saber en realidad qué era una amiga porque los curas no lo permitían.

Pero sucedió que los tres tuvimos oportunidad de sumarnos a una bonita pandilla numerosa y ... era maravilloso ser percibido pasando desapercibido. En aquella pandilla había chicas y chicos ¡ Qué fantasía !  Ahí estaban el salao y nerviosísimo José Antonio RB, el graciosísimo Card-y-Ona, Maite, Asunción, Clara y algunos otros y otras que iban y venían. Todo un caos de lo más -según recuerdo- estresante e interesante teniendo en cuenta nuestro trío de cortas y fracasadas miras.

Alguien disponía de una cochera sin vehículo con un sótano debajo. Ahí solían celebrar esa gente sus fiestuquis. Y una vez fuimos invitados. 

Me pareció todo mal. El garaje era un cajón desastre. Para acceder al zulo, pues otro nombre no merecía, había una trampilla en el suelo. Bajabas por una escalera de hierro que sobresalía del agujero. Acojonao ( en la medida de los mis chiquitucos, entre 1 y 2 baremos menos que lo normal según el lado) bajé. ¿ No es asombroso la de cosas que pasan por la cabeza mientras relatamos ?

La segunda cosa inmediata desagradable era el sonido. La música provenía de unas cajas de plástico duro. Sonaba distorsionada. Eso sucede en todos los aparatos cuando subes el volumen por encima de sus capacidades. Y si es al revés, que los altavoces no pueden soportar la potencia de la corriente que reciben, por muy bien que esté, se revientan y / o se queman sus bobinas.

La tercera chapuza era la iluminación. No se veía un carajo. Ahora que lo pienso, más de 40 años después, lo mismo era a propósito pues ... ¿ qué sentido tiene hacer una fiesta ? Estar con las amigas y amigos, escuchar tonterías de unos y otros, reírse juntas, aprender las unas de los otros y conocernos, comentar lo que podríamos hacer en el futuro, cosas que nos han sucedido, contarnos cunetos, enternecernos juntos, apreciarnos por lo que éramos, plantear y planear nuevas ideas, hablar de animales y sus costumbres, escuchar al pirao de turno cómo se hace un programa de ordenador después de explicarles lo que es ... pues no. Folletear y manosear solo para probar y disfrutar. El amor no está invitado a según qué fiestas.

La cuarta pesadilla del tugurio era la falta de ventilación y la absurda necesidad de fumar para ser mayores. Sumada a la escasa luz pronto no hubo quien pudiera ver ni respirar. Quiero decir, solo me pasaba a mi. El tufo del lugar sumado al olor del tabaco y la humanidad pronto fue insoportable. Para mi, claro. Pero ahí aguanté todavía 5 minutos más.

El quinto horror era ver los cables de la bombilla, del tocadiscos, de no sé qué más, todo en condiciones precarias y presto al incendio y la electrocución. ¿ Se habría salvado el que estuviera más cerca de la escalera ? El resto ni sabría dónde quedaba. Procuré no perderla de vista.

Sexto. Alcohol. Descontrol. Nunca entenderé que para ser felices sea preciso ponerse trompas.

Séptimo. Ser identificado como el clásico aguafiestas. Esta fue la excusa perfecta para marcharme de allí, volver a casita y tan a gusto. Ahí quedaron mis socios.

Pero esto no iba de su fiesta sino de la mía. Yo preparé tres espacios: Uno con música para bailar, otro con música lenta que sería gobernado uno de mis íntimos y el último, una habitación para estar con mi novia. Yo Fanta de naranja y para ella coca cola. 3 pares de altavoces, diferentes niveles de volumen, sonido perfecto e iluminación con luces de colores para el baile al ritmo de la música y una luz más suave pero bastante en la zona de lentos. Yo con la luz normal para estar con Clara.

Hice tan solo una prohibición: no se podría beber alcohol. Quería que disfrutasen de manera normal. 

Debí hacer más prohibiciones. Aparecieron personas que no estaban invitadas a la fiesta. Gente de clase que no me agradaba ni tenía remota idea de cómo habían sabido de la fiesta. Quise investigarlo pero no se me permitió y lo dejé para más adelante. No quería aguar mi propia fiesta.

Al poco de haber empezado, de haber puesto una cinta que había preparado para el baile, sin haber podido casi hablar con Clara, empecé a escuchar tremendos ruidos, gritos ensordecedores, risotadas brutales, golpes y madre mía. Clara pedía que los dejara pero no pude.

Estaban borrachas y beodos perdidos. Uno incluso había vomitado. Habían colado botellas de alcohol. Había de todo desde ginebra a Vodka pasando por otras mierdas parecidas. Mis cositas para comer seguían esperando turno en sus platos. Un completo desastre. 

Quité la música. Subí las persianas. En la habitación de música lenta estaban a oscuras. Encendí la lámpara del techo y ahí estaban mis socios uno a cada lado de Maribel, borracha. Les eché en cara su actitud de abuso. 

Ordené a todos que se largaran a sus casas. La fiesta había terminado sin haber casi empezado. Mi vaso de Fanta no llegó a beberse. No recuerdo qué pasó con Clara. 

A pesar de todo, algunos se quedaron para ayudar a recoger y Maribel estaba fresca como una lechuga. El pobre Carm-ona perdió una de sus lentillas e iba más pedo que Alfredo pero con ayuda de Maribel potó su contenido nocivo. Cuánto me extrañó lo de esa chica.

Mis "amigos" me echarían luego en cara impedirles gozar, para una vez en la vida que lo tenían fácil.
Siempre insistieron que ella quería pero nunca admití sus explicaciones.

"Noche ochentera,
toda la noche entera.
Hay una cola que tela
pero ven con quien quieras."

Lo que es por mi, esperen sentados si me invitan a su fiesta, gracias.

domingo, 5 de marzo de 2023

Titulo de hombre



"¡ Hijo, enseña tu título de hombre !"

Durante un tiempo estuve llamando título a mi pene. Dídulo. Dildo. Quizá no estaba tan lejos.

De ser acertado. El nombre, quiero decir.

Hace un tiempo que rompí mis cosas. Las que creía que me gustaban de alguna forma.

Porque me comían el tiempo y no me dejaban ser ... ¿me absorbían todo el tiempo? 

Quizá no estaba tan ...  ¿ equivocado ? 

¿De verdad necesito meter un espacio antes o después de cada interrogación? 

(voy a corregir esto?)

Extraño cuantas extrañuras tengo en la cabeza. Todas a la vez y trabajando a su bola.

He dicho tiempo 4 veces. Va siendo momento de no repetirlo, al menos durante un.

Tenía cosas y las rompí. Las borré en un arrebato. 

Guardé esta web blog y la restauré en otro sitio muy parecido. Pero ya no tengo los vídeos.

Ya no tiene un historial con miles de visitas. Ni falta.

Nadie visita historias estúpidas. Ni las necesita pa' levantar el ánimo.

Al final ha sido un triste acierto borrar mis bobadas.

Un bobo es menos bobo si no hace, dice, escribe o representa por otros medios sus tonterías.

¿ Seré un psicópata ?

A los demás parece-les que no siento emociones.

Hubo una chica a quien gustaba yo y ella no me imaginaba fuera del mundo de los ordenadores.

Y quienes dicen que para hablarme es mejor con ceros y unos. O que no se entiende lo que digo cuando lo escribo por mensajería instantánea.

Hubo quien creía que yo era inteligente. Y que era un cobarde. 

Hasta quien me temió antes de conocerme opinó luego que era un puto mierda.

Y viejo me dicen. Y maricón. O anticuado. Y cabezón por  solo  ser más-menos rígido. 

Leal. Un tipo legal con las chicas. ¡ Claro  he estado con tantas ... !

Sigue habiendo personas como aquellas pero por suerte no necesito encontrar pareja así que puedo pasar de todo el mundo. O no.

Todos me dan igual. O quizá no.

Menos quienes son mi familia y la luciérnaga, la Carmen de Ibiza.

Puede haber alguien más aparte de este perro. O podría ser que no.

(tengo que salir, dejar esto, porque no hace frío y ella quiere que vayamos de paseo con perrete)

Ahora es domingo. El día siguiente.

Ja he tornat al combat però no he guanyat ni guanyaré mai.

Si esto es estar vivo no será "que venga Dios y lo vea" sino que vino y lo resucitó.

martes, 31 de mayo de 2022

Un mundo alternativo

La "normayoría" de la gente padece una ceguera y sordera que  pasan inadvertidas porque superan los límites de los sensores en la otorrinolaringóloga consulta colectiva. (FRdT)

Hay un mundo alternativo donde sentirse aparte del real que es tan amenazante.

No. No es en la bebida. Tomarse el botellín de Mamajuana K-ribú con sus 30º te vale para retrasar las decisiones y coger un mal vicio. Aunque puede parecer lo contrario, en ocasiones he tragado algo que tuviese algún grado para centrarme en el mareo del alcohol. Eso es lo que hago en solitario, quedar mudo sintiendo solo el mareo.

Cuando hablo de alternativas positivas a esta vida es como usar una expansión en el juego de los SIMS, un mundo de fantasía que nos desconecta y ofrece descanso de este.

Más que una fantasía, con nuestra realidad paralela podemos establecer un nuevo orden mientras guardamos el nexo a este tan caótico.

Es difícil comprender cómo la sociedad valora de forma tan negativa las personas que difieren pero luego no tiene mayor problema en mirar para otro sobre cuestiones de mayor relevancia.

Infinidad de reglas no escritas, leyes entre humanos que se sustentan con violencia, como un linchamiento de amplio espectro: desde suave y refinado hasta el más puro salvajismo desatado.

Por ejemplo, existe un modo predefinido de vestir.

La ropa, algo tan superficial, tan inútil como necesario, es una de esas normas sociales. Cualquiera que no aprenda a llevar las prendas establecidas para momentos determinados tendrá problemas. Incluso vistiendo una falda o pantalón válidos serás objeto de burla si no aprendiste cómo se debe colocar: si más arriba de la cintura o si al revés, si la camisa por fuera con esto será por dentro con aquello.

Otra: debes caminar según el formato social.

¿No es simple? ¡ Que sólo hablo de caminar ! Pues no. Solo eso, arrastrar los pies, dar zancadas demasiado largas o cortas, balancearse por demás o ir más rígido de lo considerado "normal" así como el movimiento conjunto de cabeza y brazos servirá por si solo para que los dedos apunten y las bocas rían burlonas. 

Más: la manera de hablar es juzgada nivel Núremberg.

La entonación puede resultar insoportable. Puede modularse sobre ondas consideradas femeninas, carecer de entonación, incluir palabras rebuscadas, etc. Incluso el silencio es una forma de hablar repleta de normas basadas en tonos corporales e intrincadas expresiones faciales. Hasta responder cuando se espera el silencio también tiene sus propios vicios ocultos.

¿ Porqué caminas así Fermín ? ¡ Pareces un drogadicto !
¿ Porqué corres así Fermín ? ¡ Pareces idiota !
¿ Porqué no hablas cuando te preguntan ? ¡ Pareces tonto !
Anda, Fermín, calla un poquito que me duermo ¡ Es que tienes una monotonía que aburre !
Oye Fermín tú ... en tu otra vida seguro que fuiste mariposa.

Que de momento incluye creer en la reencarnación y amar las orugas y ninguna de ambas cosas.

¿ Todo el mundo conoce la verdadera cara de las mariposas ? Pues son incluso más feas que las moscas pero, como siempre, la gente se queda en lo superficial, sus alas. Mira qué guapa es:

La "normayoría" de la gente padece una ceguera y sordera que  pasan inadvertidas porque superan los límites de los sensores en la otorrinolaringóloga consulta colectiva. Una sensibilidad mínima y máxima instaurada en concordancia a un ámbito social tan oscilante como caprichoso.

Hay una frase para imbéciles que lo aclara bastante: "Lo que es moda, no incomoda". Menuda gilipollez. Lo que es moda suele ser cansino y válido solo a temporadas que encima son cíclicas y no tan novedosas como sería de suponer.

Lidia B.A., mi psicóloga, tenía razón.

Me paso el rato dando vueltas a los mismos temas. Todo esto es una repetición de otros cuentos ya relatados. Ya no tengo nada original que contar. Creía que este era mi mundo alternativo pero es una puñetera fotocopia del real. Vaya piltrafa. Menudo timo. 

Si encuentro manera de volver a poner otra entrada en este blog será escuchando una canción, mirando un dibujo o unas fotos para inventarme una historia con ellas.

Si alguien sabe para qué sirve el romanticismo, si hoy existe aún, ruego explicaciones.


Pearl Jam - Just breathe

"Si. Entiendo que toda vida debe terminar.
A medida que nos sentimos solos, sé que un día tendremos que irnos.
Oh, soy un hombre afortunado por poder contar con ambas manos a quienes amo.
Algunas personas solo tienen una y otras a ninguna.

Quédate conmigo. Sólo respira.

Soy consciente de mis pecados, nunca me dejarán ganar.
Ante todo, solamente un ser humano.
Si. No quiero lastimar, hay muchas cosas en este mundo que me hacen sangrar.

Quédate conmigo. Tú eres todo lo que veo. 

¿Te dije que te necesito? ¿Te dije que te quiero?
Oh, si no lo hice soy tonto, ya ves. Nadie lo sabe mejor que yo.
Porque lo estoy confesando.

Me maravillo cada día al ver tu rostro.
Todo lo que diste ... y no te llevarás nada.
No te llevarás nada aunque lo diste todo.

¿Te dije que te necesito?¿Te dije que te quiero?
Oh, si no lo hice soy tonto, ya ves. Nadie lo sabe mejor que yo.
Porque lo estoy confesando.

No te llevarás nada y lo diste todo.
Abrázame hasta que muera.
Nos vemos en el otro mundo."

miércoles, 21 de abril de 2021

Cassandra tiene novio.

"Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino." Carl Gustav Jung.


Beth, novia de adam, está sentada en penumbra hablando con su madre de marcharse a California con Adam. Su madre pregunta:

—¿Sabes lo que quieres?

—Mamá, sé que nunca va a ocurrir. Que nos miremos a los ojos y sepamos... exactamente, lo que el otro está pensando. Esa idea ni siquiera tendría sentido para él. Jamás me ha dicho que me quiere. Es más. No sé qué significado tendría si lo hiciera.—la madre responde:

—Ya ... sentirse amado es muy importante pero ... amar, mi querida niña, es una necesidad.—ella escucha un ruido y se vuelve. Adam lo ha oído.

—Mamá, tengo que colgar. Te llamo mañana.Adam se acerca y dice:

—Te quiero, Beth. 

Pueden ustedes dudar de su amor, pero no de su buena intención. Ella esboza una sonrisa y baja la mirada. Y le pregunta:

—Adam. ¿Porqué quieres que vaya a California contigo?

—¿Qué? No te comprendo.

—Por-Qué-Quieres-Que-Vaya. 

Adam no puede dar una respuesta inmediata. Tan solo escuchar la forma en que ha vuelto a preguntar le descoloca el pensamiento. Necesita, necesitamos, tiempo, comprender, adivinar sentimientos e ideas. Lo sabéis, pero tan solo con esa simple demora le ha dado a ella una respuesta. Vuelve a bajar la mirada con una actitud que creo no significa nada bueno. Pero Adam dice entonces:

—Tú eres ... tú eres ... como una parte de mi. 

El hombre se esfuerza por acertar. Se debate entre encontrar las palabras adecuadas y el sentimiento necesario. Qué fácil puede resultar escribir aquí y qué complicado expresarlo ante otra persona.

Ella se da cuenta de cuánto le cuesta. Se levanta y se acerca a él, que añade:

—Y ... y ... te necesito ... y quiero ... que me ayudes ... a encontrar un lugar donde vivirtoma confianza en explicar sus necesidades, en eso no tiene dudas—y a aprenderme el camino al trabajo y a entender las cosas raras que dice la gente y ... no podría ir sin ti. 

Se trata de una película, puedo verla varias veces, puedo entender que ella ha empezado a mirarle de una forma que no es positiva.  Repasarla, saber que él hace rato que ha dicho cosas que a ella no le han gustado. Eso que os parece tan sencillo, natural. 

Y a ella empiezan a caerle unas lágrimas del tamaño de botellas de coca-cola. Esto también nos pasa a nosotros, a mi esposa y a mi. 

Y solo quiero morir porque no sé qué acabo de hacer, de omitir o decir para causar tanto daño.

Beth dice:

—Lo siento. No puedo ir. Si quieres que vaya porque no puedes ir sin mi, no puedo ir.—le hace una carantoña y se marcha. 

Adam se llena de pena y sus ojos de lágrimas. 

Alguien.

¡¿Alguien entre ustedes sabe porqué llora Adam!? 

¿Por que acaba de perder a su persona de apoyo? 

¿Por que acaba de perder a la persona que ama y necesita por igual?
 
Desde luego. Ella también necesita su amor y un apoyo que quizá no encontrará en él como era de esperar. 

Yo no sé qué más podemos, puedo, hacer ... muchas veces.

Eso es todo.

Me dicen que provocamos el síndrome de Cassandra en nuestras parejas. 

No tengo duda de que hago sufrir a mi esposa. Hasta he querido formar parte de un ensayo con pastillas nuevas, cosa que odio con toda mi alma, con la idea de quizás cambiar, de dejar de ser como soy. 

Como siempre dijo mi padre, soy un cobarde. 

Como tal, lo único que deseo en momentos así es la muerte. 

Ella dice que el suicidio es para los cobardes. Cuánto te admiro cariño. Tu forma de luchar y salir adelante aunque sea arrastrando el cuerpo para enfrentarte otra vez a la fregona con las muñecas rotas de dolor.  Levantando cada mañana en soledad el ánimo teniendo este ser inanimado a tu lado.

Quisiera borrar las huellas que te llevaron aquel día junto a mi ya que no tengo redaños para transformar mi ser en el hombre que necesitas.

Ojalá todo fuera como en las películas que tienen final feliz.



John Paul Young - Love is in the air.

"El amor está en el aire, dondequiera que mire
El amor está en el aire, en lo que veo y escucho
Y no sé si estoy siendo tonto
No sé si estoy siendo listo
Pero es algo en lo que debo creer
Y está ahí cuando te miro a los ojos."

La canción de John Paul Young es clara.
¿Y sin esa mirada deja de existir el amor?
¿Las personas ciegas no aman también?

Se puede amar también sin recibir amor a cambio.
Se puede encontrar el cariño fuera de los globos oculares.
Se encuentra cuando aprendes a ser encontrado.






sábado, 12 de septiembre de 2020

Amas romper y escoger



Era una noche oscura. Estábamos ya en la cama y sonó el teléfono. Mi esposa se levantó rápida, agitada. Yo no tenía ni idea de su presentimiento. No me moví de la cama.

 Comenzaron los sollozos y ya supe lo que pasaba. Mi hija se levantó en seguida para acompañarla. Había venido para estar en casa durante los últimos días de vida de su tan querido abuelo. Para poder decirle hola, cogerle la mano y darle un beso.

 Pero yo no me moví de la cama. Sí oía y entendía, pero me quedé en blanco con mis instintos, sin pensar. No me levanté.

Como si pudiera evitar el vertido de emociones. Como si permaneciendo inmóvil todo aquello fuera a terminar sin más. No era sueño ni pereza. No tengo explicación ni excusa que pueda cubrir tanta mierda para algo que parece tan sencillo.

Porque solo se romper. Partir en pedazos los momentos de ternura.

“Era el padre de mi esposa” y al tomar conciencia de ello siento abrirse un pozo vacío y profundo en mi cabeza. Necesito dejar un espacio en blanco después de esa frase antes de volver a decir nada. Y debo repetirla: “Era el padre de mi esposa”. Ellas en el salón … ni si quiera recuerdo nada más.

Suegro es como lo llaman, pero no me gusta. Aparte de padre, madre, tíos, primos y hermanos, lo demás se me volvió imposible de asimilar. No importa la edad. Cuando no quiero aprender, se me hace casi imposible aprender.

Después de leer el párrafo anterior seis veces, modificarlo, releer todo 12 veces más en diferentes días y volver a cambiar unas y otras frases, hoy me doy cuenta de porqué me cuesta tanto: quiero desviarme del asunto. Quiero escapar. Huir.

Lo decía mi padre: “Eres un cobarde, siempre estás huyendo.” Una y otra vez. Cuando iba a pegarme huía. Ante los problemas también huía. O callaba. Hablaba cuando no debía. Callaba cuando no debía. Hago lo que nadie espera u omito lo que era de esperar. 

Y ya he vuelto a salir del tema. Debería precipitarme con mi ombligo en aquel pozo y no salir jamás de él.

A lo largo de la vida se presentan ocasiones con una sola posibilidad de acertar. Cuando te equivocas ya no hay vuelta atrás. Has perdido tu oportunidad. Has fallado y te pueden perdonar el error, pero es un error atrapado en el tiempo que no puedes corregir. Que se hará más fuerte sumado a los demás errores.

La falta de acierto puede perseguirte el resto de tu vida. En ocasiones solo puedes reconocer el disparate cometido y bajar la cabeza porque, habiendo una sola opción, una sola decisión que tomar, elegiste no hacer nada. Y saberlo no te permite levantar la cabeza.

Porque no soy capaz de escoger. No con acierto.

A pesar de toda la vergüenza -una vez más- me reconozco convertido en un desecho que escupe palabras baldías. Un ser sin respuesta para las preguntas importantes. Un trozo de carne anónima, tóxica. De una especie desconocida que vive con menos sentido y sentimientos que cualquier otro animal normal de este planeta. Me considero así escuchando a mi esposa al teléfono: " ... murió papá un 18 de septiembre y ... " sin recordar la fecha de fallecimiento del mío.

A pesar de todo quiero gritar que le amaba. Quería a aquel hombre con un cariño especial. Siempre en la esquina de la cocina, en su butaca, con la temible Beretta muy a mano sobre la cabeza. Me gustaban su forma de ser y de hacer. Sus bromas amables y directas. Su enfadarse y esconderme el rostro en cada foto. La admirable resistencia al dolor extremo de los últimos meses delatado por un sudor frío que solo su hija y yo anticipamos. Tan digno, cómo no, con sus pantalones subidos hasta los sobacos. Con su bigote blanco y sus ideas de antaño. Con su mirada en el reojo, molesto porque su …

… su yerno le observa con tal intensidad mientras come que desagrada y quita el hambre a cualquiera. Entonces deja la cuchara, se limpia el bigote con servilleta, forzosa de tela. Se yergue, me mira y dice cerrando los ojos sobre estas palabras:

- ¡Se puede saber qué demonios me estás mirando todo el rato! – y yo desnudo, siempre lento, sorprendido otra vez con la misma manía, no sé qué responder. Mi mujer añade:

- Si es que es verdad. Mira que eres pesado. – y mi … cuñado, mi cuñado, divertido, disiente a mi favor desde mi codo derecho hasta el codo de mi … suegro:

- ¿Y a ti qué te molesta tanto? Si no hace nada el hombre. – y se pone a observarle de cerca.

- ¡¡ Quita de encima !! – reniega extendiendo el brazo y apartándole con el codo se queja: ¡Deja de hacer el tonto tú también!

Echo mucho de menos sus pequeños cabreos. Le quiero. Quiero a tu padre con el alma, cariño mío. Yo quisiera saber estar siempre a vuestro lado, en vuestros abrazos.

Porque no soy capaz de amar. No entregándome a tu cuidado.

Perdóname por favor por ser tan torpe. Por echar siempre a perder todos tus afectos constantes, nada merecidos.

Es del todo injusto que después de tanto soportar, ayudar y entenderme mejor que yo mismo te pague siempre con la misma moneda. Espero que ese Dios de tus oraciones se digne en escucharte un día, me lleve donde crea mejor y tu camino sea por fin ancho, firme, llano y despejado de complicaciones.

Como todas las ocasiones, incapaz de cambiar o aprender, buscando la huida por asquerosa debilidad, por nada bueno o sano, con razón algún día me dirás: 

"Tú solo amas romper y escoger, según tu conveniencia."


domingo, 5 de julio de 2020

400 Miércoles y 80 grados

"Cualquiera que vaya a un psiquiatra debería hacerse examinar la cabeza." Samuel Goldwin 

Las amigas de Briana: Sol, 7 y la inigualabre Izzy

Briana tiene amigas especiales. Una se llama Sol. 
Sol se ha cortado el pelo y sus pelos de punta lucen como nunca. Tiene cada color de un ojo: azul uno, verde el otro como sus enormes coloretes. La nariz muy chiquinina y la boca un plátano moreno que te sonríe a lo grande desde la lejanía.

Otra se llama 7. Sí, como el número. Tiene colores cuadrados "MarrónNegroRojo" en cabeza y pata mientras que en su cuerpo lucen redondos los colores VerdeMoradoMarrón, VerdeMoradoMarrón. Eso hace de 7 una chica afilada y dura en los extremos pero por dentro es blanda, esponjosa y no hace daño a nadie. Aunque no hacen caso, 7  explica a todos que "en la cabeza de Briana no vive nadie".

También está Izzy, con su sonrisa y su canesú de sarampión porque un día la sacó a paseo y se constipó. La gente se asusta cuando mira sus no ojos, tuerce su sonrisa y sólo encuentra el contagio de cerca. 2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6, 6 y 2 son 8, y 8, 16. La tengo en calama con mucho lodor.

Tan pronto dicen que es autismo como que tiene desórdenes disociativos, psicóticos, de integración sensorial, de comportamiento  o una esquizofrenia infantil de proporción 1 / 50.000.

Briana y Jani Schofield fueron siendo, como son y serán, amigas por un tiempo al menos.

Para Jani la vida tenía reservadas cosas que a los demás parecerán muy extrañas. ¿Cómo organizará una criatura de 6 años el mundo que ve si está rodeada por cientos de seres que los demás no ven? El estrés derivado no resulta evidente para suponerlo.

Jani resolvió de la forma más simple todo su entorno. Las mejores soluciones sencillas provienen de inteligencias no condicionadas: metió todo lo intangible en el mundo de "Calanini". Lo tangible en la capa principal y superpuesto a ella, como en otra capa de Photoshop, su asombroso mundo virtual.

Se ha hablado mucho del bajo aprovechamiento que hacemos de nuestro cerebro. ¿Imaginan usarlo en una proporción mucho mayor desde los 5 meses de edad y cómo controlar eso un ser inexperto? Ahí Jani era ya capaz de señalar partes de su rostro.
—400 déjame en paz—decía, y la preguntaban:
—¿Quién es 400, Jani?
—Una gata. No me llames Jani, soy "Arcoiris"—si solo tú ves una gata que además habla ... ¿Cómo te sentirías si además te pide que hagas daño a tu hermano, padre y a ti misma?

Las normas sociales son incomprensibles. Te compras un vestido o camisa chula. No yo, pero puedo entender que otros estén contentos con eso. ¿Porqué entonces si ven que mucha gente lleva esa misma ropa ya no le gusta? Gusta vestir diferente. Individualidad. "Yo no soy como las demás." Vale. También quiero aceptarlo, pero entonces ¿porqué se desprecia / SeñalaConElDedo / burla / acosa a las personas que son diferentes por naturaleza o por las circunstancias? Es insano ambicionar la excepcionalidad minusvalorando la de los demás.

La singularidad no facilita a las personas encajar en su entorno y menos a una niña que se angustia y pierde el control cuando su cerebro lanza ráfagas y activa por su cuenta las neuro conexiones que le parece. Lucir sus estereotipias es una respuesta necesaria que extraña a los demás. Ahí llegan el rechazo ajeno, el auto aislamiento que te lo ahorra o las autolesiones por la ansiedad de la propia incomprensión. Por desgracia, la tierra está invadida de marcianos rígidos como palos de escoba.

—¿Porqué no juegas con los otros niños?
—Si juego.
—¿Si? ¿Con quién juegas?
—Con 24horas. A veces también con 80horas.
—Jani, cariño, esas no son amigas reales.
—No me llames Jani, soy "RanaDeArbolConOjosAzules".
—Bueno, pero tus 24horas no ...
—Sí son reales.
—No, pero atiende. Yo hablo de tus compañeras de clase, del colegio.
—Con ellas es muy complicado. Ellas son un 13 y yo soy un 17. ¡Cuidado!, ¡Que pisas a Miércoles!

Miércoles es una rata en Calanini. Los números que maneja crecerán pasados los años, como los demás seres.

La niña mezcla lo que le dicen con lo que conoce:

—Miércoles es ratofrénica del mismo modo que yo soy esquizofrénica.

Puede parecer imposible hacer amistad con alguien así, pero todo es cuestión de aprendizaje. La diversidad nunca será un piñón más del engranaje social si no nos molestamos por convivir, aprender, compartir y aceptar con naturalidad a los demás. Y si falla un solo piñón del engranaje la sociedad entera se termina resintiendo porque el porcentaje total de la diversidad es mucho mayor que uno entre 50.000.

En su clase de música, coge el micrófono y, antes de cantar, se presenta:

—Soy "Jani Luciérnaga" y voy a cantar "This old man"—en la canción infantil, un hombre mayor en patines hace palmas y demás, como Jani con su estereotipia nº1.

Muchos padres hablan con lanzamiento de puñales, descalificaciones o gritos entre sí delante de sus hijos convencidos de que no entienden sus problemas, ni captan el tono o el volumen de sus voces. Asumen que no ven sus gestos ni pueden sentir algún tipo de emoción. Si tu hija tiene un coeficiente de 146, a buen seguro sabrá más de lo que parece. Igual que con otro C.I. más acorde con la media, porque no son muebles que decoran la casa.

Le recetan múltiples fármacos anti psicóticos a pesar de que se sabe que no funcionan bien en la infancia. Y ... desde la ignorancia digo que son cerebros con enorme plasticidad que se están formando: no comprendo cómo algo diseñado para el cerebro adulto va a funcionar igual. Cómo le pueden recetar cosas así. ¿Sin recetas no eres un verdadero psiquiatra? ¿Hay que ponerse en el lugar de sus padres para comprenderlo? Si, porque ver tu hija estrangulándose, tratando de saltar por la ventana, gritando, sin parar de moverse y durmiendo un par de horas al día es agotador, fulminante para los mortales corrientes.

La gente opnipa sin más: "esos niños están malcriados" y lanza miradas reprobatorias. Hace comentarios de alcoba audibles en la distancia bajo plena luz solar. Si los demás muestran desprecio sobre unos críos ... ¡ qué no sentirán contra los adultos en su misma situación ! Sé de lo que hablo. Si fallas fingiendo, si te sales, pronto notarás una etiqueta pegada en la frente. Cualquier detalle es suficiente pero ya sumados son sentencia.
"Jani sabe que es diferente de otras niñas", dice la doctora Karen Lim de UCLA. “Manifiesta cierto grado de perspicacia cuando dice: 'Si mis padres no me aman, iré a vivir con mis ratas'. "
La medicación roba buena parte de tu esencia. Se te descuelga la mandíbula y la baba adquiere vida propia. Se nos ve más tranquilos, claro, ¡no te jode!  Bostezar se vuelve una rutina automática que se activa cuando menos esperas. Abrir la boca como si no hubiera un mañana a la luz de un cerebro titilante. Descargas eléctricas y shocks convulsivos entre otros males no tan menores. Pero "se te ve más tranquilo" es lo que importa.

Qué hago yo relatando vidas ajenas. Porqué cuento socas de personas que oyen voces de otros o su propia voz diciendo "no comas, adelgaza". Cosas sobre gente que ve gatos y ratas parlantes, que se lía a hacer extraños dibujos, se autolesiona, deprime, suicida, desnuda, o todas las cosas juntas.
Adiós.

sábado, 16 de mayo de 2020

Dr. Jekyll e Mr. Hide


Relato de un suceso en septiembre, 11 añitos atrás:

3 de septiembre de 2.009

Se me queda mirando.

Yo no estoy en la consulta, suelo marcharme adentro, donde no tengo cuarenta y tantos años.

Mi cuerpo está nervioso y suda, pero espero que no se note.

El señor endocrino me pide que me quite el jersey, de cuello alto. Le he dicho a mi cuerpo que tenía que quitarse toda la ropa pero, aturdido, no acierta a sacarse la camiseta que lleva debajo.

La mujer que me acompaña (confío en ella ciegamente) me ha dicho algo.

Entiendo, desde aquí dentro (donde me siento seguro, aunque apartado y algo asustado) por sus gestos que algo estoy haciendo mal.

Como en ecos rebobino y escucho de nuevo la voz del médico cuando pidió que me quitara el jersey así que me quedo allí de pie a la espera.

Se acerca a mi cuerpo.

Es un hombre alto y serio (dejo que haga lo que sea, no hay otra opción).

N. del A: Mientras he estado escribiendo esto, han comenzado algunos temblores. Es Mr.Hide, que quiere decir algo, pero no es su turno. Prosigo.

Me ha puesto las manos en el cuello:

-¿Ese hombre va a estrangular mi cuerpo de hombre?

-(¿has dicho hombre? Eso no es un cuello masculino

-Que no, que va a palpar el tiroides. 

-“Trague usted saliva” .- Aprieta el muy cerdo

- (duele poco, es así, no quejarse

-“Vuelva a tragar” 

-(duele, no quejarse, los hombres no se quejan)

-“Otra vez … quizá le duela un poco

- (no digas nada, mira que te pones tonto)

- “Bien, ya se puede vestir” 

Eso está mejor, ahí estoy rápido, a la primera he entendido y mi cuerpo obedece.

Ha vuelto a su silla. En su consulta sólo hay una mesa, tres sillas, un armario, una estrecha cama de esas negras cubierta con papel higiénico, una báscula antediluviana y papel y bolígrafo Pilot negro de tinta líquida. 

Escribe (se escribe suave). Tiene una letra pulcra y perfectamente legible. Es un hombre tranquilo.

-“Usted tiene hipotiroidismo. Deberá tomar una pastilla para compensar su déficit  tiroideo el resto de su vida.” .- Se me queda mirando.

Yo no estoy en la consulta, otra vez me he marchado adentro.

La mujer también me mira por un momento. El doctor decide pasar de mí y habla con ella, que ha preguntado algo. Hay que regular la dosis. No tiene mucha importancia, mucha gente tiene esto del Hashimoto. (tantos japoneses, tantas personas, no pasa nada

Se me queda mirando otra vez. Creo que dijo algo que debía causar una reacción en mí. Ahora el que se aturde es él, que habla con la bella e inteligente mujer que me acompaña. 

Ya me puedo ir. Sonrío y digo adiós educadamente 

-(hay que ser educado, pregúntale si cierras la puerta al salir)  ¿Cierro?

-“No, déjela usted abierta, gracias” 

-(eso es, he quedado bien). 

Mi esposa espera para estar en el pasillo antes de decir:

-“¿Qué te pasa hijo? Me pone negra que te quedes ahí callado cuando te preguntan… ¿No ves que pareces tonto?” 

No entiendo a qué viene esto… si me he comportado correctísimamente 

-(mentira, sí que lo sabes). 

Mi esposa se disgusta. 

Tiene razón, no me he enterado de nada. Yo no quiero que me acompañe, pero se empeña porque sabe que no me entero de nada. Que me pongo “catatónico” como ella dice.

Notas 28 sept. 2020:

Ya está no da para más el relato. Solo añadir que en el transcurso de nuestras revisiones endocrinas descubrieron el origen de esos temblores. Algo sobre un simpático tumor que estuvo cerca de liquidarme con sus efectos secundarios pero que amables me quitaron rajándome de lado a lado el vientre y tirando alguna cosa pocha más que encontraron por el camino como hicieran con Braveheart. Solo que William Wallace fue antes ahorcado a medias, torturado y luego emasculado, eviscerado y por fin decapitado tras gritar ¡ LIBERTAD! al público asistente. No entiendo cómo puede alguien presenciar ejecuciones y torturas en persona para luego continuar con su vida. 

Qué torpe soy hasta para eso. Desangrar un cerdo, matar una vaca, despellejar un conejo, desplumar una gallina deben ser la versión ligera del mismo crimen ... sería vegetariano si tuvieran que ser mis manos. Bueno, algo de asesino si llevo. Aunque con mucho asco, extermino moscas. Debo corregir todo esto.

viernes, 1 de noviembre de 2019

Una paloma contra el cristal

"Los detalles son importantes. Crean profundidad y la profundidad crea autenticidad." Neil Blumenthal
¿Qué te pasa, marisopa? - No soy una fucking mariposa, soy una polilla, joder.
Pasamos la vida rodeados de detalles que podemos observar, acercar para enfocar o ignorar totalmente. Esos detalles tan interesantes a veces se esconden en pequeños seres vivos, vegetales o cosas. A veces los comportamientos de los seres vivos muestran esas singularidades que no todos saben ver.

Esta mariposa batía sus alas inútilmente sobre el suelo. Todos los insectos me dan repelús, asco, respeto ... no lo sé, no me preguntes. Yo pensaba "esta rechoncha ya no tiene fuerzas o ha perdido el polvo mágico para volar". Con un papel, la recogí de ese suelo marmóreo o granítico ( no soy piedrólogo, rocólogo ni geólogo ) para subirla al marco de acero del escaparate en el lado de la calle y ahorrarla morir por aplastamiento. Ahí la dejé mientras cargaba la furgoneta.

En ese trajín de ir y volver al local metiendo los pedidos al vehículo me detuve a observar a una pareja que se había fijado en la mariposa sosa. Era una mujer corpulenta que llevaba agarrado del brazo un hombre esmirriado, estilo a mi, también con gafa pero de menor estatura. Bueno, y más feo. El caso es que ambos parecían tener algún tipo de diversidad funcional. Qué parecidos somos y qué diferentes parecemos. Vale, esto lo dejo para otro día.

Supuse que, igual que a mí, les había llamado la atención esa marisopa y también sentían algún impulso paternal con ella. Creía que se habían puesto contentos al encontrarse un ser vivo algo raro por la ciudad. Ver para creer: la mujer la hizo caer al suelo y a continuación la propinó tal pisotón que hizo temblar la acera de la calle al tiempo que daba un grito. Después dijo: "¡Qué asco!" y siguieron su camino sin más. Consternado, me recuperé como pude para seguir con mi tarea entre pensamientos oscuros.

Impronta de una paloma contra el cristal
Más tarde salí a servir aquellos pedidos. Después de enrollar mi lengua seca tras entregar con la carretilla uno de 104 kilos ( justo el doble de un peso mínimo que recuerdo ) me quedé petrificado y triste al salir de la oficina y ver la impronta de un ave en el cristal del patio.  

Imaginé una paloma lanzando un pequeño picado hacia el sombrío de la amplia galería que rodea el jardín en ese antiguo edificio. Un vuelo calculado hacia el lugar donde iba a extender sus alas para luego posarse. Todo perfecto hasta que de pronto chocó contra un muro invisible. Algo inexplicable que escaparía a todo su conocimiento. 

A veces vas con todas tus fuerzas por la vida. Te empleas con ganas y alegría. Supones que nada puede salir mal. Que el viento sopla de cola por algún motivo y sientes ese impulso extra como una confirmación de que lo estás haciendo bien. Nadie te puede ganar, no hay nada que perder.  

De pronto llega el hachazo sin avisar. Quedas en estado de shock. La vida se para en tus manos y la sientes escapar entre los dedos.
Sin recuerdos. Sin fotogramas. Vacío, soledad y muerte.

El globo SEGOVIA 
Y si esta última imagen no fuera mía, la describiría como "Aterrizaje sobre tierra estéril al atardecer. Desinflando un globo, junto a una casa abandonada." Porque esa y no otra es mi forma de sentir lo que me rodea. Sin embargo la hice al amanecer, cuando todo es un nuevo comienzo, percibiendo una belleza que no cabe en mil imágenes mientras inflaban con ruido ensordecedor el globo para varias personas ilusionadas como bebés en sus primeros pasos por el cielo. Despegan en este lugar que se utiliza para sembrar y recoger trigo, eso si, junto a una casa que a pesar de haberse despojado de ventanas y puertas para compartir sus secretos sigue sola, abandonada. Los bloques de pisos que anidan al rededor la miran desde el recelo que separa lo diferente, desde una superioridad ficticia que sitúa todo lo diverso en los márgenes, en lo contagioso de la ignorancia. Se trata de una vivienda amplia y soleada a la que nadie atiende ni comprende, con la que nadie quiere soñar ni compartir una vida.

Dicen del edificio que pasa los días en su mundo pero, por más veces que lo repitan, siempre estuvo y estará en vuestro mismo mundo.

Después de unos días escribiendo esta ... basurilla iba a decir, pero va, que no, que está mu bien viniendo de donde viene, he repasado la secuencia completa volviéndome un observador observado por los demás en el trabajo o en el parque. Soy otro detalle más de la vida, recogiendo la mariposa, mirando la paloma estampada en el cristal, tratando de extraer una esencia de un globo que llena sus pulmones, corriendo con 50 y tantos años detrás de mi perro Yorkshire, al que sigo fielmente donde él quiere.

Mientras, creo firme y confiado que debo cumplir primero con mis emociones para perseguir algún día mis ilusiones.

NOTA: Todas las fotos son de un móvil Xiaomi de 100 euros. Y como colofón, recomiendo el libro siguiente. Me lo regaló mi hija. Se titula
"Los pájaros" y de Germano Zullo y Albertine. Dice:

"Algunos días son diferentes.
Días que podrían ser parecidos a los demás.
Y sin embargo poseen algo ... que los otros no tienen.
Apenas
un pequeño detalle.
Tan diminuto
que podría pasar inadvertido.
Porque los pequeños detalles no están hechos para ser advertidos.
Están hechos para ser descubiertos.
Y cuando dedicamos un tiempo a buscarlos
aparecen.
Aquí ... o allá.
Casi imperceptibles.
Pero tan presentes
que se vuelven inmensos.
Los pequeños detalles
son auténticos tesoros.
Tan solo uno basta para enriquecer el instante que pasa
y cambiar el mundo."