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sábado, 17 de octubre de 2015

Nuestras otras vidas posibles (Las vidas posibles de Mr. Nobody)

Our other possible lives.
"No todo lo que cuenta puede ser cuantificado, y no todo lo que puede ser cuantificado cuenta." Albert Einstein
La importancia de las decisiones

Estoy viendo esta película. Me resulta muy íntima por las analogías con algunos momentos de nuestras vidas. Trata básicamente de las decisiones que tomamos sobre el amor y cómo cambia de rumbo el destino en consecuencia.

El momento de la elección. Tomar una u otra decisión es algo que puede cambiar totalmente nuestro destino y eso lo sabe cualquiera, lógicamente. Pero es que hay que pensar en ello y lo que sucede cuando vas y lo haces, cuando piensas y piensas en ello,  resulta que te puedes convertir en una persona muy indecisa. Y a nadie gusta una persona indecisa.

Claro. Muy sencillo: "no lo pienses tanto". Pero eso ya no tiene remedio según a qué edades se plantee. El tema de las decisiones es tan vital que nos marca la personalidad. Pensar en ello es una decisión más y su resultado es "persona insegura e indecisa". Si. La indecisión conlleva la inseguridad y otras ... peculiaridades.

Tiempo después puedes tratar de cambiar y tomar decisiones rápidas e intuitivas pero el resultado es decisiones casi siempre equivocadas por desconfianza e inseguridad en la intuición. La inseguridad te empuja a elegir lo contrario de la intuición y aunque la intuición pudiera ser otra elección igualmente mala o incluso peor que la elegida casi al azar, te castigas por no haberte dejado llevar por esa corazonada.

Las decisiones diarias cambian constantemente nuestro futuro de manera dramática: imperceptible a veces o bruscamente otras. 

En definitiva creo que lo mejor que podemos hacer es no pensar tanto las decisiones en lo referente al amor. Aceptar o rechazar en base a corazonadas las opciones que ofrece la vida según pasa ante nosotros y dejar el pensamiento para cuestiones de números: para realizar inversiones, compras y ventas...

En realidad todo va relacionado. Por ejemplo, decidir entre estudiar o no hacerlo y dejar paso a lo que nos gusta o divierte. Así podríamos aprender para en un futuro conseguir no está nada claro qué o no. Y como resultado, conseguir oportunidades de un trabajo y dinero y alguien -hombre y/o mujer- querrá pasar el rato a nuestro lado con ese motivo como parte de nuestro atractivo o conseguirlo de otra manera o no conseguir nada.

Al comienzo de la película, el protagonista, de niño, tiene que elegir el pastel que quiere comerse con la moneda que tiene pero dice que mientras no elijas, todo puede suceder. ¿Qué hubiera pasado si ...? 

Pero ya es demasiado tarde. Decidas o no, el tiempo lo hará por ti porque ninguna elección es otra forma de autodecisión. No comprar ningún pastel no significa que todo puede suceder. Por ejemplo, de haber entrado en las pastelería ese día, indiferentemente de qué pastel comprase, podría haber coincidido con una de las tres niñas de la película y ello determinar sucesos futuros.

Muchas veces decidimos pensando en cómo nos verán los demás tras nuestras elecciones a la hora de vestirnos, de comprar casa o coche, de salir de vacaciones, de cambiar de trabajo. 

Decidimos a veces pensando cómo afectará ello sobre nuestro futuro, pero las cosas importantes a veces se esconden bajo un simple beso aceptado y/o negado.

Acabo de decidir que este texto es aburrido. Fin.

Laura está loca

Laura is crazy.
"El amor y la locura son los motores que hacen andar la vida." Marguerite de Yourcenar

Fiesta Holi del color


Laura Makabresku
Y porque "Laura está loca" se lesiona. Como "está como un cencerro" acaricia su piel con cualquier cosa afilada: cuchillas, cuchillos, vidrios ... y si no los encuentra, utilizará cualquier cosa puntiaguda que sirva para arañarse, aunque duela más y deje menos marcas y a.s.i. podrá satisfacer su supuesta necesidad de dolor. 

El dolor físico distrae a esta chica del dolor que produce su mente. Su mente está enferma pero ella no está loca. Lo ha dicho el psiquiatra que la trata (tengamos esto como suerte para ella) y ha recetado unas pastillas que aplacan sus nervios durante el día y sedan su ímpetu al llegar la noche. Son productos de la industria farmacéutica que aliñan la ensalada química cerebral del paciente con resultados agridulces y faltos de frescura generalmente.

A Laura le daba por hacer partícipe a los demás de sus extrañas ocurrencias. Mejor no poner ejemplos propios e íntimos de ella. Los "no locos" nos asustaríamos mucho. Menos mal que los hospitales psiquiátricos han quedado reducidos a alguna planta reservada de hospital para casos extremos.
e.m. .- Enfermos mentales
¿Los e.m. necesitan compañía o vigilancia? No lo sé. Quizá ambas y una dosis de pastillas apisonadora que anulen los altibajos.

Rosa era la compañera sentimental de Laura hasta el día en que la naturaleza de su enfermedad superó las barreras químicas camino de la inhibición y cerró desnuda tras de sí la puerta de su casa para golpear la puerta del vecino. Tímido y solitario, Enrique, lloró y lloró por no haber dejado pasar a su vecina favorita en aquel estado. Lloró mientras contemplaba su estúpida cara de hombre que hacía lo correcto. Lloró amargamente porque lo normal sería haberla ayudado pero pensó que ella quería el sexo anormal con que él soñaba frecuentemente. El no podía aprovechar así la única oportunidad de su vida. Se quitó las gafas, llenas de llanto y vaho y vió su reflejo colorado, borroso y desencajado. Aquél día nadie sintió su inmensa pena y nadie echó de menos su ausencia en el trabajo ni entre su familia tras quitarse la vida desangrado en la bañera de su casa. Alguien dijo que Enrique era un loco solitario.



Laura en cambio encontró lo que buscaba en la siguiente puerta, donde vivía el monitor hormonado y testosteronico colegiado con Nro 101.303. Este desgraciado ensanchó aún más su cara cuadrada de crédula satisfacción al ver a su vecina llamando desnuda a su puerta. La hizo pasar dentro y quiso entrar en ella con su potencia muscular inservible para desparramar precozmente su hombría a las puertas de ella. Laura rió como ríen aquellos que llamamos locos y don pollo nandrolona la insultó y la empujó al corredor del portal.

Así las cosas, Laura se queda sola. Sola con sus monstruos. Su cabeza está llena de amargor y ya no duerme. Sabe que necesita compañía y ayuda, pero nadie quiere cuentas con un e.m., y ella sola no sabe encontrarla. Las lesiones de su piel están curadas pero se han reabierto las psicológicas. La muerte juega con ella a los dados, pero no saca nunca el triple seis. 
Ha dejado de comer. Pide a la muerte que se haga su amiga pero cuando acude a buscarla se equivoca de piso. Sus vecinos han recibido visita. Corazones anabolizados que no pueden más y corazones rotos de amor en frascos de cristal.

Laura está tan delgada que muere en un suspiro y un segundo después, lleva en su mano el relevo: la azada todopoderosa. Y cubre la calavera su esqueleto con capa negra y capucha.
Rosa tiene una nueva amiga y ríe con ella. Su cerebro destila por sí solo todos los ingredientes para una ensalada. Da lo mismo si es perfecta o no, porque a ella le agrada y también gusta el sabor de la química que desprende su amiga. Rosa también guarda en una caja olvidada, encima y al fondo de su armario, los recuerdos de Laura tal como era antes de enfermar. 
Y ahí se quedarán.


Espiritu Holi
Un día alguien puso como estado en su Whatsapp: "No te enamores de mi. Tengo una enfermedad mental." - No es una frase para decirla al mundo abiertamente. Las personas que creen conocernos no necesitan saber si tenemos una enfermedad mental. Condicionar a los demás con un mensaje semejante no nos ayudará a salir de la enfermedad. Los demás nos dan igual, claro, pero ese es otro error. Los errores van quedando encadenados y al final terminan amarrándonos al dolor de forma irreparable.

Y aunque todo esto sea triste, hay que buscar el espíritu Holi, todo sea porque el bien triunfe sobre el mal, al menos alguna vez que otra.

domingo, 19 de abril de 2015

Tristeza en la espina dorsal

Sadness in the spine.
"Me gusta la gente que me hace reir. Honestamente creo que es lo que más me gusta, reir. Cura infinidad de dolencias. Probablemente sea esto lo más importante en una persona." Audrey Hepburn


De "El libro triste". Escrito por Quentin Blake y dibujado por Michael Rosen


Este soy yo cuando estoy triste.Quizá pueda parecer que estoy contento en esta foto.En realidad estoy triste pero finjo que estoy contento.Lo hago porque creo que no le gusto a los demás cuando tengo aspecto triste.



sábado, 27 de septiembre de 2014

Ojalá podamos solo llorar de risa

Hopefully we can only mourn with laughter.
"Las lágrimas que no se lloran, ¿esperan en pequeños lagos? ¿o serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?" Pablo Neruda


Quizás, de ese montón de fotos que pululan por la red, esta en concreto me ha gustado mucho por que es la más real. La que no tiene ni esperanzas ni sueños, ni cuentos de hadas... Tan solo es el fin real: EL FINAL.

No es que no necesitemos sueños, ni ánimos, ni apoyos, ni besos, ni abrazos, ni esperanzas, ni hadas,  ni todo lo que sea ... esta claro que de todo esto necesitamos, pero... pero son como parches. Parches que ayudan a ratos, parches que a veces se nos quedan cortos y que solo pasan de refilón y calman tan poco, que cuando vuelve a doler, duele más.

Todos los traumas, todos los dolores, todos nuestros miedos y fantasmas que nos acechan, todas esas cosas y sentimientos que nos revuelven las tripas y el corazón.... nos han marcado tanto la razón, el cerebro, la mente o lo que sea que luego nos marca los pasos a seguir en nuestro vivir. Esa mente que en muchas ocasiones nos da ese momento de cordura para al instante jugarnos una mala pasada y no dejar que olvidemos y estemos en paz. En esa mansa y pacifica tranquilidad que tanto necesitamos, pues con cambios tan bruscos lo que estamos es en un sin vivir. Y vivir sin vivir es terrible.

Así que por descontado que hay que curarse, curarse de los traumas, de los miedos, de la angustia, de la culpa y la no culpa, hay que curarse del asco, de la autodestrucción, hay que curarse de casi todo... pero sobre todo hay que curarse por dentro. ¿Cómo se hace? he aquí la pregunta del millón. He aquí la paradoja de la vida. He aquí la gran putada...

Es tan jodidamente fácil la solución, como jodidamente difícil, la puta mente, la mente de las corduras y las locuras, la mente que es real y la mente que nos engaña, la mente que nos desgarra las entrañas.
Pero creo que en nuestro dolor, olvidamos que la mente es nuestra, que somos sus dueños, que sin nosotros no existiría, y que si la mente no nos oye igual podríamos hasta dominarla.

No sé, no sé, no sé, no sé ...

Pero si creo que es verdad que si logramos contar nuestra historia sin derramar lágrimas, es que algo se está curando en nosotros y ojalá las siguientes lágrimas sean solo por la emoción de los recuerdos del cariño, por la emoción de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, por la emoción de quienes nos quieren y por la risa, por la risa y por la risa.

Sé que no estamos locos, pero muchas veces preferimos creerlo, necesitamos creer que la locura no nos permite avanzar y lograr el objetivo de dejar de sufrir, pero nadie, ni nosotros mismos tan siquiera, somos capaces de ver el alcance que tiene en cada uno un trauma, sea del tipo que sea, y lo que no podemos es dejar de intentar buscar soluciones, sean las que sean y donde sean, por que nunca sabemos donde encontraremos eso que nos haga dejar de llorar.

martes, 26 de agosto de 2014

Habitan hadas entre nosotros

Fairies live among us?
"Magia es creer en ti mismo. Si puedes hacer eso, puedes hacer que suceda cualquier cosa." Johann Wolfgang von Goethe


Cuentos de la Periferia - Shaun Tan

Ella pasó ante mi casa. Yo simplemente estaba regando el césped.

Pasó ante mi casa cuando todo era triste, ocre, apagado, falto de brillo, de caricias y cariño. Todo junto a mi era sombrío y como tras una lluvia de otoño, todo estaba ausente y frío. Pero ella casualmente recorrió la calle ante mi casa o quizá lo hizo parecer casual. Conducía su coche azul; un coche de agua. Me pareció una mujer de modos y aspecto extraño y puede que por ello llamara tanto mi atención como para calarme los pies mientras regaba. Tenía una sonrisa suave, como los movimientos con que impulsaba su carro de aire -tartana de una sola plaza- pero era un sonreír tan afable y cálido como su vestido rojo largo. Y yo, afortunado como tantas veces sin darme cuenta, entablé amistad con ella.

Tenía en mi jardín un nido vacío para pájaros que el cartero utilizaba con demasiada frecuencia para depositar mis cartas y, de cuando en vez, algún paquete pequeño aunque le había pedido en tres ocasiones que no lo hiciera. Se limitaba a juntar sus cejas mirándome enfadado y se marchaba soltando todo tipo de plegarias divinas para mi seguro viaje al infierno. Pues bien, desde que conocí a esta mujer, que no era físicamente joven aunque pueda parecer otra cosa, flores que antes plantaba pero no salían adelante comenzaron a urbanizar el terreno frente a mi casa convirtiéndolo en una maravillosa y alegre visión para cuantos foráneos pasaban casualmente por allí y hasta cuchicheaban entre ellos el dineral que me habría gastado en jardineros, según me contó luego algún vecino ocioso y chismoso. Hasta el señor cartero dejó de venir y en su lugar lo hacía una chica que aunque fuera muy fea era un concentrado medicinal de vitalidad y simpatía de tal magnitud que pronto dabas gracias al cielo por verla cada día, con o sin carta, y hasta hoy no he necesitado explicarle lo del nido. Ni tampoco lo tendré que hacer en adelante porque recientemente un pajarico ha tomado posesión del lugar.

Esta extraña se convirtió en mi amiga simplemente pasando ante mi casa. Mirándome a los ojos mientras la veía pasar sin pestañear durante un par intenso de segundos que le bastaron para leer mis parámetros mentales, físicos y espirituales: esos que yo nunca he sabido manejar, modificar o comprender.

Nunca detuvo su coche de agua ni se acercó a mi. No sé si todo fue una ilusión o de verdad pasó ante mi, pero debió ser ella y nadie más la que me escribía cartas por internet -emails, los llaman- y envía regalos que valen lo que cuesta un abrazo, el precio de un beso cariñoso y pagado todo con el dinero proporcionado por su corazón sincero. Durante algún tiempo cuidó de mi; me dijo palabras que fueron de ánimo y me regañó también con palabras sencillas aderezadas con gracia entre palabrotas para que espabilara.

Yo no sé si las hadas habitan entre vosotros, pero al menos yo si he conocido una. Tiene nombre, vive como vosotros, sufre y ama como los demás seres humanos, tiene una hija y un hijo grandes que han heredado la mirada de su encanto, tiene un nieto que es un montón de salado y un marido que es además de otras cosas  la leña de su interior incendiado. Tiene quien la quiera y quiere incluso a los que no la corresponden demasiado, y yo por mi parte, debo decirle otra vez gracias:

¡¡ GRACIAS POR SER TAN BUENA !!

sábado, 12 de abril de 2014

CARTA A LOS SILENCIOS

Letter to silences.
"Bienvenidos al mundo de nuestros sueños. Que la única enfermedad de nuestros corazones sea, la enfermedad de las emociones"


Muebles con el encanto y la emoción de una casa mágica y llena de rincones parlanchines.
Desde hace mucho no tengo un rato tranquila para escribir, y cada día completaba un poco la carta a los silencios que empecé...
Se ha ido haciendo tan larga que ya no sé qué poner.

El silencio -los silencios- siempre me han atraído, más por lo que dicen y gritan que por lo que callan.
El silencio es necesario aunque a veces duela.A veces es un llanto. A veces es obligado. A veces es una putada.

No tengo ni idea de por qué siento los gritos del silencio de algunas personas a las que quiero. Quizás por el no saber. Quizás por la tristeza que pueda transmitir ese silencio o quizás porque, de alguna manera, me llegan los desahogos aunque sean en silencio.

Sé que no todos los silencios son traumáticos y muchos son fruto de la relajación necesaria para continuar con nuestras vidas, pero hay silencios que te tocan el alma (eso si la tenemos).

Laura Makabresku
El silencio hay que respetarlo, aunque sea un tanto pesada e insista en saber, porque envuelve más que las palabras y es respetuoso, y me gusta a la vez que le temo. Pero lo entiendo o cada vez quiero entenderlo más.

Los silencios que mas duelen son los que ya no puedes decir porque siguen atormentando, y los que más reconfortan son los que guardas porque así no has hecho daño.

El silencio es una paradoja de la vida y de cada uno: es demasiado particular para generalidades.
Echo de menos algunos bullicios que se han quedado en silencio.

Me he silenciado con algunas personas por obligación o necesidad emocional y en cualquier caso no me gustaría quedarme en silencio con otras que forman parte de mi vida.

El silencio es paz cuando no duele.

Hay veces que parece que estemos en silencio, pero no lo estamos. Tan solo no emitimos palabras; pero no estamos en silencio.

viernes, 14 de marzo de 2014

dum dum ¿quien es?

Knock, knock, Who's that?

Scott McKenzie - San Francisco Monterey Pop from Common Fuckwit on Vimeo.

"Amigo es aquel que te conoce y quiere por igual" Elbert Hubbard

 Scott McKenzie - San Francisco Monterey Pop from Common Fuckwit on Vimeo.

El mundo es inmenso.
En comparación a lo que soy, lo es.
El viento mueve enormes masas de aire.
Mi respiración mueve poco más que polvo flotando al rededor.
Al lado de la lluvia, por muy escasa que venga, mis lágrimas nunca serían percibidas excepto si voy corriendo y gritando a un tiempo.
Los años de mi vida es poco distinto al tiempo de vida de un insecto.
Pero a pesar de mi inmensa insignificancia, una amiga sabrá que me acuerdo de ella.
Como sólo busco a veces hablar con alguna persona que no sea hombre, y no quiero pensar porqué, hoy quiero decir que me acuerdo de tí, y ningún silencio por largo que sea, bastará para que te olvide.
Besos.