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domingo, 29 de abril de 2018

El instrumental de James Rhodes

"ser únicamente quien eres en un mundo que día y noche hace cuanto puede para que seas alguien distinto implica luchar -y nunca dejar de luchar- la batalla más difícil que puede afrontar cualquier ser humano." E.E.Cummings

Gracias amiga virtual pero real y compañera de blog de blogger.

Me has regalado este libro de James Rhodes y cuando lo he visto, para serte sincero he pensado: (Oh, vaya. Ha gastado dinero en un libro horrible que no voy a leer.) Soy visual, olfativo, táctil y auditivo antes que inteligente y no piqué el anzuelo.

Ver la cara de este hombre me produjo una sensación chunga. Lo dejé encima de una cama plegada de ikea. Pobre. Es un sofá-cama que no hay culo, espalda ni piernas que lo soporten. Cada vez que entraba y salía de la habitación el tipo me estaba mirando. Y me dijo de pronto:
-Psssch! Eh tú! ¿De veras eres tan burro como para no leer ni una palabra?. - De pronto leí: "Locura". Memorias de música (rollo) medicina (rollo) y locura (¡Tachaaan!) ¿Loco? ¿Quizá loco como yo?.
-Déjame en paz. - Le contesté. - Eres un libro. Y das una postal con tu cara en el libro. Drogas, alcohol ... y creído de ti mismo ¿no?
-No es una postal. Pero ya veo lo limitado que andas de imaginación. Tus prejuicios tienen encarcelado a tu cerebro. Apestan a rancio. Adiós. Que te vaya bien. - Eso me ha dolido. Otro cerdo machito que además se atreve a criticarme. La conversación terminó ahí. Me dejó con la palabra en la boca el chaval. Con desprecio saqué la postal. No lo era. Dice que le gusta España y agradece el afecto recibido en esta tierra. Mmmm. Mierda.

A ver qué dice la tira decorativa verde de famosos que han leído el libro. Elvira Lindo, Javier Cámara, Lorenzo Silva (ese ni me suena), Trueba. No me gustan sus valoraciones. Enric González psché y Rosa Montero si: "Se puede aprender, aunque vengas con las heridas más crueles. Rhodes nos recuerda que siempre hay futuro."

Mira. Todavía no he leído más que un poco.
Ya se andan saltando las lágrimas con el librito de los huevos so crabrona. 
No sé a qué velocidad pordré verlo porque no ando muy fuerte de moral. Pero ya sabes que en esto tengo un imán y siempre quiero saber lo que ha pasado, cómo lo superaron, personas que de veras han sufrido abuso sexual. Quiero decir que ya no considero lo mío como tal. Está claro que de alguna forma me afectó, porque mis experiencias respecto al sexo -que aún no existían- comenzaron por mal camino y porque mi imaginación cambió de vía por desgracia. A una vía muerta. O más bien una vía que acababa en los acantilados... no lo sé. Digo mi imaginación pero también muchos de mis actos y formas de sentir hacia los hombres que ya estaban al parecer condicionadas por el sindrome autista de alto funcionamiento de los cojones que me tocó en la lotería de neurodiversidad. Por eso digo que la imaginación se chafó y el talento que pudo haberse desarrollado se perdió porque los padres de antes eran como eran. Si tu madre te desea muerto antes de empezar a vivir es normal que uno desee estar muerto después de vivir.
Pero como digo, al lado de brutales agresiones lo mío fue un germen, una bacteria. El problema es que yo soy obsesivo y eso junto con una imaginación sin salida, desbordada por dentro y un aislamiento buscado que me concedía tiempo extra, y no estudiar nunca que también me daba tiempo extra, y que el tiempo para mí era preciso dedicarlo a lo que me interesaba exactamente mientras que todo lo demás importaba una puta mierda, excepto mi cariño por los animales, por las personas pequeñas y los electrones, la música y los mecanismos,  las cosas que dan vueltas y se repiten como un mantra tibetano, los imanes y observar a otras personas, sus actos y sus cosas, pues... ya no sé por donde iba, espera...
ah, si. Creo que quería decir que lo mío no fue abuso sexual.  Que yo mismo me masacré sin quererlo.

Y ya está. Esta es mi carta de agradecimiento hasta el minuto 12:31 del día de hoy.
Gracias por acercarme de la mano a personas tan interesantes. Lo que es por mí, nunca hubiera sucedido.

29-04-2018 17:03 Alcanzo la página 23. Dice: "De pequeño me pasaron cosas, me hicieron cosas que me llevaron a gestionar mi vida desde una posición según la cual yo, y solo yo, soy culpable de todo lo que desprecio de mi interior. Era evidente que una persona solo podía hacerme cosas así si yo ya era intrínsecamente malo a nivel celular. Y todo el conocimiento, la comprensión y la amabilidad del mundo no bastarán para cambiar, jamás, el hecho de que esa es mi verdad. Que siempre lo ha sido. Que siempre lo será. -- Preguntádselo a cualquiera a quien hayan violado. Si dicen otra cosa, mienten."  Amiga. Tú lo sabes mejor que yo. No voy a añadir nada. Esta comentado por ti y dicho por mi numerosas ocasiones, pero la brutal diferencia en comparación a lo vivido por James es tan apabullante que me hace sentir vergüenza y mentiroso. Y odio la mentira. Encima tengo la sensación (extraña) de que escribo imitando su estilo y forma de explicarse. 

30-04-2018 8:30 Anoche imaginé esto para comenzar el sueño: Una sala de conciertos vacía de gente pero llena con un deslumbrante piano de cola. Paso los dedos sobre el fulgor pulido de sus teclas. Hago sonar algunas notas. No puedo evitar hacerlo cuando estoy cerca de uno. Antiguamente, en mis sueños, sabía tocarlo. Uno de los sueños más bellos e intensos de felicidad en mi vida. De pronto entra este hombre y le digo: "Hello, James Edward Rhodes." y responde "Hola". Miro su barba y su extraña camiseta. Bajo la vista al suelo junto a sus pies. El tiempo se detiene. Mil cosas pasan por mi cabeza (su vida y sufrimiento) pero no logro articular las palabras y nada sale por mi boca. El tampoco dice nada. Su mirada sabe casi más que yo mismo. Su cuerpo hace un breve ademán, como si fuera a saludarme. Me retiro un paso atrás. El toma asiento junto al piano y comienza a interpretar Waldstein, una de mis piezas favoritas. Fin de la ilusión y mis lágrimas corren libres y estúpidas sobre la almohada. La última estocada de otro día abre la puerta al hijo de la noche.

10-05-2018 15:09 Tengo en mi navegador un marcador de un blog que no suelo leer. Lo tengo por si un día me golpeo tan fuerte la cabeza como para recuperar una fe olvidada. Dice: "La vida es bella". Y cada vez que abro el navegador lo leo. Y me repatea. La vida no es bella: es un infierno lleno de mierda. Todo apesta. Pág. 105 del libro: "El egoísmo de las víctimas es lo que más cuesta tolerar y tratar con compasión. Somos imbéciles. Es prácticamente imposible querernos. Azuzamos y azuzamos hasta conseguir al fin lo que queremos: más victimismo. A veces, mi capacidad de aguantar y desear el dolor es infinita, un pozo sin fondo de autodestrucción, y siento una emoción perversa al buscar más y más." Por suerte yo no he sido violado de niño durante cinco años por un hombre 30/40 años mayor de manera dolorosa, secreta y agresiva una y otra vez. 

Gracias a la Luciérnaga de este blog y a James Rhodes por regalarme esta herramienta del ánimo:

      El señor Grigory Sokolov , tildado por su conducta de autista, otra vez en sentido negativo, un completo desconocido para mi hasta ayer, demuestra que solo por escucharle esta pieza, las personas merecen siempre una segunda oportunidad. Su nombre ruso es  Григорий Соколов. Qué bonitos símbolos ...

12-05-2018 15:56 Pág. 115: "En cuanto empiezas a hablar ya la has cagado. Los agresores que te obligaban a guardar silencio tenían toda la razón. No lo puedes volver a tapar. Es como sajar un forúnculo, con la diferencia de que lo que sale es un chorro aparentemente interminable de pus, bilis y residuos tóxicos que no disminuye ni decrece, sino cuya intensidad y volumen aumentan hasta que te estás ahogando en él como un hijo de puta."

13-05-2018 15:53 Pág. 121: Ahí va una pista o señal de peligro sobre cómo se producen contagios de enfermedades mentales a través de la internet: "Y hallé el glorioso y desbocado mundo de los foros cibernéticos.[...] En una de esas páginas la gente hablaba de los cortes autoinfiligidos. [...] Son casi una pandemia en el Reino Unido [...] En vez de recurrir a las tapas y las siestas [...] En esta actividad están presentes todos los elementos que dan «seguridad» y que confieren tanto atractivo a las drogas ilegales (el ritual, el control del pensamiento, el portazo a todo sentimiento, el aislamiento, la vía de escape, la rabia general y las ganas de «que el mundo se vaya a tomar por culo») y añade una dosis visceral de desprecio por uno mismo, [...] mayor control, [...] y la maravillosa sensación de poder gritarle al mundo cuánto dolor sientes sin tener que decirlo en voz alta.

Coincido plenamente con la definición de J.E. Rhodes sobre los foros de internet "Pozos anónimos llenos de textos monótonos que se hacían pasar por un medio de ayuda, pero que no eran más que una excusa para que cada uno le vomitase al mundo sus diversas neurosis, perversiones, fetiches y manías, con la esperanza de dejar de sentirse «siempre solo» y, posiblemente, dar con alguien que estuviera peor.

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He visitado la web tan guapa de este chico. https://www.jamesrhodes.tv/



lunes, 16 de abril de 2018

Corre sin parar ¡huye!

"El pesar y la pobreza purifican el corazón del hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo, salvo la comodidad y la felicidad." Khalil Gibran
Portada del libro "Intemperie" de Javi Rey basado en la novela de Jesús Carrasco
¡Huye! ¡Corre sin parar!
Encontré esta portada en una novela gráfica.
"Eres un cobarde. Siempre estás huyendo. 
¡Pero de la mili no te vas a librar!
¡Ya verás cuando tu sargento te diga...!"
Descansa en paz, padre. Me libré del servicio militar, pero sí, huyo. Corro sin parar.
Me detengo para comer. Recuperar el aliento y ... respirar. Eso si que es obligatorio.


Me detengo para pensar. Triste.
Después de algunos años recibiendo la etiqueta de autista en diferentes formatos, decidí participar en un estudio realizado por profesionales en T.E.A. y he sido diagnosticado con cierto grado de autismo. Ninguna sensación. Pensar.
Mi esposa dice que aprendí el guión autista y lo sigo a la perfección. Soy un actor magnífico. Pido perdón a todos si de veras he fingido ser autista. No merezco perdón. Lo siento. Dolor.
Este diagnóstico es como poner la señal de "Peligro curvas" al principio de un camino sin vuelta cuando ya lo has recorrido.
Y piensas. Del único camino importante.
Desconfío si creer en este diagnóstico a pesar de la cantidad de evidencias liberadas del baúl de las incógnitas que ahora deambulan como zombies por mi cerebro pidiendo un remedio que no existe.
Aún no sé si tengo que reaccionar y buscar ayuda o dejarlo estar. Dolor. Pensar duele.
Distraerse. Cómic.

Cuando encontré esta portada me vi escapando de nuevo. Imaginé un chico que huía de abusos sexuales supuestos, diferencias, desilusiones, vejaciones y golpes. Diferencias evidentes para todos menos para mí y que yo jamás podría disimular al 100x100 (10.000). Aunque parezca imposible, tener un hijo diferente puede asumirse como un regalo de Dios o como una maldición no merecida. Todo depende de los valores humanos de cada persona. Y si un hijo corre todo el tiempo, ya sea hacia dentro o lejos de todos nosotros, debemos preguntarnos si hemos hecho todo lo posible por ayudarle y tranquilizarle. Para que nos deje entrar en su refugio. Para que venga sin miedo hacia nosotros.

No sé si es extraño temer más la amenaza del puño y la cara inyectada en ira de un padre que el dolor de un cuerpo golpeado. Actualmente prefiero lo segundo.

Estoy tan convencido de que el cuerpo se queja de forma pasajera por sus magulladuras como de que el tormento puede arraigar en la mente corroyendo día a día nuestro ser.
Qué curiosas coincidencias tiene la vida.
Cómo entre los cientos de comics que he pasado por encima me voy a detener sobre este decidido a robar su imagen para inventar un cuento que ya estaba escrito de forma similar en su interior.

Huyo de un ser perverso con cara demoníaca. Hablo de la amenaza violenta que fluye sigilosa bajo la piel de algunos hombres. Soy incapaz de detectarla bajo las mujeres y me convenzo equivocado de que en ellas no se encuentra. Ellos siempre tratan de hacer valer su fuerza y me ven como una piltrafa con plumas. Bloquean mi paso deliberadamente con sus cuerpos musculados (a veces con hormonas, puaj). Tratan de hacer valer su altura o corpulencia a una distancia donde distingues su olor, su vena de mala saña y la extrema agresividad verbal que apesta su boca y enloquece sus cerebros crudos.

¿Qué puedo hacer? ¿Esconderme? Pues me aparto, no acudo. La huida de la hiena. El deslizarse siseando una serpiente sibilina. El loco aullido de una bestia macabra con los atavismos más primitivos: matar o ser muerto. Un frenesí mental que debo sujetar fuerte antes de que me empuje fuera del círculo de las personas equilibradas y cabales.

¡Cómo se entretienen conmigo! Estar inclinado es barra libre para jugar cogiéndome por las caderas y fingir que me poseen ¡¡UH UH UHH!! como los bonobos, risas, "de buen rollo hago que te follo".
Cogen mi brazo con fuerza y solo encuentran hueso, me empujan, me insultan con supuesta gracia y a pesar de todo ... ¿¿¡¡me quieren!!?? No lo entiendo. (hay amores que matan). Yo también les quiero. Nadie es perfecto. Me engañan una vez. Al día siguiente otra vez más mientras ríen. Y otra ... me miran con superioridad esperando el rasgo que delate mi estupidez silenciosa ... si. Hay que ser mala persona para disfrutar de algo así. Habría que enfrentarse y contestar. O rebanarles el cuello directamente y reír mientras corren de acá para allá poniéndolo todo perdido como en un matadero. Eso nunca. Demasiado premio liberarlos de sus cárceles invisibles de deseo, envidia, rencor e insatisfacción.

Pero así es como se guisa en la olla a presión y mi odio pide un plato lleno de venganza mientras yo le sirvo siempre un vaso de agua fresca. Dicen que ayuda a tragar.

¿Donde quiero llegar? No tengo agilidad para reconocer siempre en los demás la forma de esos comportamientos y menos aún el fondo por lo que no puedo responder a tiempo ni con proporción. Prefiero callar e ignorar el momento que excederme y equivocarme. Ya me excedí. Ya me equivoqué. Dicen que me enfado con quien no debo y callo cuando no debo. Puto mundo de incomprensible mierda. Putos hombres. Odio. Agua.

Insistentes. Exigen que me porte como un hombre, de forma masculina.
Que mi edad sea fiel reflejo de mis actos. ¿Dónde se aprende eso? ¿Se aprende?
Alguien en posición de poder me dice en la cara, riendo, de buen rollo (no siempre), que tratar conmigo sirve de aprendizaje para manejar la situación con otros tarados aunque estén peor que yo porque seguimos un patrón. Sigo el rollo de entender la broma cuando en realidad me molesta mucho. Esto no es quejarse. Cuando no ponemos remedio todos encontramos finalmente lo que merecemos.
Lo he pensado en casa. En frío. Dolor.
Me he sentido muy triste: como el mierda que huía siempre, ¿verdad papá?
Pero personas así no son mejores que yo. Varones que babean cuando a su lado hay una mujer agradable y hablan mal de su compañera. Tipos que no dudan en cachondearse de los menos listos y ante la inteligencia ajena son ciegos. Machos para los que la hombría es decir que se follaría a esta y a aquella la pondría mirando a Cuenca. Viriles al comer y beber, fumar o escupir y pisar sin respetar nada ni a nadie. Hombres que ríen entre las lágrimas de su madre al morir el perro familiar. Que ríen he dicho, preguntándose si alguno de ellos acarició acaso alguna vez al animal. Y ríen a grito pelado. Risas de barbarie y cromañón.
Huyo de personas así porque no son mejores que yo, padre.
¿-&%$3"fff? ¡#grrfot%6"$! (-) [~] F-u-e-r-a. VETE.
Si no vas a ayudar, vete. ¿Ayudaste alguna vez? Márchate.
No puedo ser como ellos. No quiero. Aunque no pueda proteger mi piel mientras sus miradas o comentarios me invaden. Por más capas que lleve ellos siempre arrancarán mi ropa sin tocarme.


"Quítate la ropa. Quiero ver tu cuerpo. Yo no tengo malicia. No pasa nada. Te mostraré mi cuerpo. Somos hombres. Soy como tú. Ven. ¿Lo ves? Tócalo. No temas. Yo soy fuerte y cuidaré de ti, pero has de obedecer. Date la vuelta." No. Claro que no fue así. Es solo el mensaje oculto.

Los hombres demuestran su poder con dinero, con la fuerza o belleza de sus cuerpos. Se posicionan entre ellas como líderes con garantías genéticas o económicas seguras. ¿Si? ¿Seguras?
¡¡ PFFFFF !! menuda mamarrachada propia de primates y antiguos esquemas humanos. En fin. Allá cada cual.

Tú corre chico, corre. Pero hazlo de noche para que nadie te vea llegar a lo más alto. Es mejor. Las estrellas esperan y nadie debe ver que las alcanzas. Nadie debe saber que en tus sueños todo es posible. No existe motivo para explicarlo ni quien pueda comprenderlo.


¿Qué es esto? ¿A vueltas con la religión? Pues mira:
En tu ascenso quizá veas una imagen de Cristo con las tres potencias del alma que por suerte no te faltan: el entendimiento, la voluntad y la memoria. Por tanto entenderás que no has de pedir ayuda, que debes tener fuerte voluntad de seguir y recordar que estás solo en este camino.

Ucz się ucz, bo nauka to do potęgi klucz.

Huye por lo tanto con la idea de que vas.
Marcha entonces sabiendo que no es huir puesto que no hay forma de poder escapar.
Así llegarás donde sin duda todo se habrá de olvidar.

Mi vida transcurre ya de prestado.
He muerto ahogado en el pasado, atropellado en el presente y, cuando la muerte llegue mañana, volverá por fin otra vida a conocerme.

Pero piénsalo dice Rocío: "Querer huir no arregla nada. Por muy lejos que se vaya, por largo tiempo que se emplee en ello, eso no limpia, no sana, no logra que uno encuentre su sitio, su vida, su verdad, su misión ..."

Mientras tanto aparta tus lágrimas infantes del feroz aliento.
Ya verás, ya.
Verás cómo vuelve el agua a perfilar esa mirada limpia.
Tú retorna al agua que tanto te tranquiliza y bébete esos cielos como sólo tú sabes amarlos.
Vuelve al calor enrollado de tu manta junto al perro que nada pide lejos de tu compañía.
Del amor que disfrutas recoge su cosecha y reparte generoso la fuerza de su alimento.
Deja que el agua hable gota a gota por los capilares de la primera lluvia fina.
Abre tus brazos al viento y espera la llegada de La Gran Tormenta que cerrará última tus heridas.


No todo el mundo puede comprender el amor por la naturaleza, por los animales.

viernes, 23 de marzo de 2018

Niñas y Niños necesitan cuentos

"Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles más cuentos de hadas." Albert Einstein
El Brujo Pirujo - Silvia Álvarez Castellar y Mari Carmen González
Los niños necesitamos cuentos. Y las niñas.
Cuando somos pequeños, nuestros ojos crecen ávidos de colores. Historias sencillas y bonitas.
Nos gusta salir al campo con la familia, recibir sol, ver pájaros, hormigas y mariposas y aunque sea con repulsión (porque no todo bicho gusta) algún saltamontes o grillo. Y abeja que nos pique y meta miedo para siempre. O soportar moscas bobas. Jugar con tierra (pero no las lombrices en el culo), con hierba trébol, tocar árboles y subirlos si eso es posible, caernos de bruces y romper la piel por otro sitio más y guarrear (llorar).
A última hora nos pondremos tontos para no volver a casa y ver cómo Lucía encendía su bombilla (sigte dibujo). Nos dormiremos en el coche camino a casa con el estúpido run-run del carrusel deportivo si no queda otro remedio y ya llegando, si nos lleváis en brazos a la cama, de mil amores gracias.
La luz de Lucía - Silvia Álvarez y Margarita del Mazo
Son necesidades básicas y fáciles de conseguir pero todo eso y un poco más, de entre las pequeñas cosas del amor y la familia, es importante hablando de niños.
Y puede parecer que no pero los cuentos son muy, pero que muy importantes.
Y cogerlos en las manos, los dedos por el papel, son cosas que a los niños nos gusta repetir de manera incansable.
Que los papis-mamis-abuelis-hermanos lean alguno de los cuentos en la última hora del día nos transporta más felices a una noche de sueños.
Ya sé que hacen falta ganas, sensibilidad, tiempo ... incomodidades que ya no apetecen ... pero los niños y las niñas necesitan,   necesitamos  aprender todo eso: la expresión del esfuerzo, la dedicación del cariño y cómo unos y otros personajes sufren pequeñas peripecias para aprender que en la vida los amigos pueden ser importantes.
Las nenas, esponjas dicen que somos, como los nenes, ¡¡ tenemos un mundo por descubrir !! pero con dibujos y frases tan bonitas, graciosas como en los cuentos de Silvia y sus mil amistades, es más fácil.

Mirad el siguiente. Hay unas terapias con caballos. Bueno, no sé si el caballo puede dar cariño, pero no hace falta. Uno necesita abrazar un animal no predador y decirle que le quiere desde el fondo del corazón sin palabras, sin ser rechazado. Como en esta lámina. El caballo tiene una expresión de comprensión y cariño que ya quisieran muchos brutos de dos patas.

Kumo, cuento solidario con Fundación TAS e ilustrado por Silvia Álvarez Castellar y escrito por Susanna Isern 
Kumo, cuento solidario con Fundación TAS e ilustrado por Silvia Álvarez Castellar y escrito por Susanna Isern 
Las niñas no sabemos cuánto necesitamos estos cuentos.
Los niños tampoco. 
Pero de verdad. Esto es importante. 
Podéis comprar algunos cuentos cuando sea posible y si no llega el dinero, id a la biblioteca.
Traed cuentos bonitos que hablen de la solidaridad y el amor pero sobre todo del respeto hacia los nenes y nenas del cole y más si algunos son un poco diferentes.

Suena a tema resobao, pero es básico formarse lejos del ordenador y el móvil o la tablet y la consola y la televisión. Cuanto más lejos y menos tiempo con los aparatos, mucho mejor. Usad, buscad la imaginación, comprad la paciencia y vended las obligaciones, será muy productivo e interesante.

Ayudadnos a estar con otros seres humanos de edad similar. Vayamos al parque con la pelota, el patín o con nada más que con vuestra compañía, pero siempre de buena gana. Y acordaros de dejar el móvil inmóvil. 

Cuántas tonterías digo. No sé cómo convencer a nadie ... para mí es algo tan claro. . . como ponerles la música adecuada ... qué se yo.

Yo viví el cuento ilustrado por Ferrándiz "Toni el Valiente" que recuerdo con repelús porque nunca comprendí cómo podían vivir en una casa tan chica ni a dónde iba con tantos platos ni nada de nada. O el cuento del "Trenecito que ganó una medalla" que hablaba de una superación que sigo imaginando lograr. De tanto repetir sobre ellos puedo sentirme en pantalón corto con "loh ojoh secoh" de no pestañear. Hasta mis invitaciones de comunión eran de Ferrándiz...

Gracias a personas como tú, Silvia, el niño que llevo dentro sigue soñando cuando ve tu arte hecho a medida. Una medida tan ajustada a los niños que este que llevo dentro ha saltado de alegría, animado a decir todo esto. Gracias.
Bueno, y gracias a sus amigas escritoras/guionistas, Susanna Isern, Mari Carmen González, Margarita del Mazo, Lucía Vallellano, Julia Dweck y escritores/guionistos como David Izquierdo o Felipe Galán Camacho, creo. Ay... perdón por favor de todos los demás que me habré comido, que ya me he cansado de buscar nombres. Sois todos un grupo de personas afortunadas en amistad.

Os dejo con la cerillera de esta chica tan simpática. Una Silvia que debe amar la infancia para dedicarle gran parte de su vida. La de los niños que fuimos y los que os disfruten hoy con esa imaginación rebosando en la mirada.

Trabajo para iPhone o iPad de Silvia. Link al Pinterest de ella.





miércoles, 28 de febrero de 2018

La abducción de Ramón Tacirturno

Me llamo Ramón. Muchos me dicen taciturno.
Al final me he quedado con Ramón Taciturno sin poder apelar a ningún jurado para que me retiren el falso apellido.
Y sí. Padezco prácticamente los nueve síntomas, también asociables a una depresión mayor o menor según cuantos de esos nueve.

Ahora si estoy convencido de haber sido abducido. Lo dicen en esta uni:
(Ver artículo en web universidad)

Sé que abducción(*) suena a cuentos de locos sobre platillos volantes (U.F.O. u O.V.N.I.) pero si aguardas hasta el final mi historia, verás cómo esto puede ser falso y cierto a la vez.

Dibujo Mal recortado sin permiso del autor Fernando Serra Antón, de quien gustosamente les invito a visitar su sitio web chulo y bien presentado, pulsando sobre este estupendo y simpático diseño. Si esto no es hacer la pelota, que bajen los "men in black" y me liofilicen el cerebelo, que cerebro no me queda casi.


Pues esta es mi historia, tratando de ser breve:

Mi madre no quería tener hijos porque deseaba vivir libre de ataduras, conocer mundo, ser amante y modelo de los pintores y escultores más célebres de Montmatre ... etc. Un tópico clásico.

Mi madre además de hermosa era alocada y descuidada. Se enamoró tanto de su primer artista que pasó de alocada a tonta porque no solo quedó embarazada sino que accedió a traer la criatura al mundo. Esa era yo ... y mis cuatro hermanos. El burro delante para que nadie se espante.

Quintillizos. "Ay, ay, ay, de mi..." cantaba en su apartamento de La Rue Lepic 110.

No había pasado un año y nos dejó a todos. Se esfumó pero después de darnos un recuerdo corazonable: un foto suya y una notita donde explicaba lo que acabo de decir. En el hogar de acogida se ocuparon de que todos lleváramos copia, supongo.

Si he conocido a mis hermanos no los recuerdo.

Mis recuerdos primeros son de un patio de ...
... un centro social, debía ser, color ocre, sucio y "malolido" por el mal aislamiento de las cloacas con los colectores de aguas residuales.

Ahí me daban de comer casi todos los días lo mismo. Si de mi dependiera comería patatas fritas a diario y jamón serrano con nula grasa y cortado a máquina en finas lonchas. O filete de lomo. 

(Esto ha sido una filtración sobre temas personales del blogger).

Me enseñaron cosas extrañas que no sé explicar: correr contra otros tan rápidos que volvían cuando yo iba o ser invencible escapando a los pelotazos.

Muy poco aprendí yendo de centro de acogida a centro de recogida: de mano en mano y más sobado que "la falsa moneda".

Pero pensando en positivo, cosa habitualmente anormal en mí, creo que el día más divertido fue cuando me dejé llevar de excursión al juego del laberinto de Horta. Me pusieron ahí a ver si por mi mismo encontraba salida.
Y no, no era tan listo. Era de aspecto serio, taciturno, inteligente y silencioso pero no listo así que pude hartarme a buscar la salida sin éxito.
Eso es frustrante. Si, si.

Cuando tuve suficiente edad los médicos se empeñaron en pasarme por escáner y ecógrafo, en medirme, pesarme e inyectarme todo mejunje al punto que me imaginé vendiendo algún día un elixir cura-lo-todo con los anticuerpos que exudaría mi cuerpo.

Y comencé a sospechar mi abducción.

No era normal todo aquello que me hacían y como disponía de mucho tiempo ocioso, espiaba. Ser observado y observar a la gente es lección de vida.

Escuché que iban a implantarme unos electrodos en el cerebro. 

¡¡BZZZZZ!!! --- ¡¡BZZZZZ!!! --- ¡¡BZZZZZ!!!

Debía ser muy notable mi problema para que quisieran hurgar en mi cabeza y así disponer de electrochoque con mando a distancia.

Malditos hijos de בעל זבוב (Belcebú).

Conste que la TEC (Terapia Electro Convulsiva) sigue funcionando en 2018.

Decidido a escapar, escapé. Y quedé patidifuso "en viendo" que me rodeaba una inmensidad hecha a medida de unos enormes y horribles alienígenas. Aquello era la pesadilla liliputiense viva.

Encontré cobijo en lo que imaginé era una fábrica automatizada. Pude colarme por una angosta abertura de difícil acceso incluso para mí siendo tan chiquito.

¡¿... Cómo describirlo ... ?! 

El edificio era un amplio espacio (para ellos el equivalente de una maleta) lleno de cables o tubos y motores que de cuando en cuando arrancaban y paraban. También había como una habitación sellada con ventilación y transformadores de alta tensión (supongo, por el zumbido y las señales de peligro) y muchos dispositivos eléctricos y luminosos que no sabría ni siquiera nombrar. 

Claro, como que no era tecnología terrestre. La abducción no es cosa de risa aunque aquí esté siendo explicado como si lo fuera.

Ahí dentro preparé mi catre porque intuí que no iban meter mano dentro para encontrarme. El lío era tener que salir para encontrar comida. Los tubos aquellos despedían un agradable olor y probé a comerlos porque aun siendo tiesos, podía morderlos. No estaban muy malos, la verdad. Sabían como a regaliz. Pero tuve que ir en busca de algo con más fundamento para meter al buche. Desde mi escondite podía olisquear la antigua manduca y salí a robar una poquina como dicen mis paisanos de Asturias.

Pensé: "ZeroPuntoZero aliens a la vista. Corre." o "0.0 👽👀"
Y me atreví por glotonería a comer in-situ con que ¡¡¡ZASCA!!!, me cazaron.

Ni idea de cómo pude no sentirlos venir.

Al día siguiente amanecí tumbado en una mesa fría de quirófano.

Me anestesiaron poco y ... cuando desperté, la cabeza parecía estallar.

Poco a poco recuperé. El tiempo es curativo a veces y asesino las más.

Sentía mi cráneo pelado y palpé con gran disgusto la zigzageante cremallera de quien me cosió la piel.

Pasaron un par de días, calculo.

Y al poco volvieron a llevarme al juego del laberinto de Horta en plan ... ¿premio?. No sabría...

Curiosamente, yo quería tomar un camino pero me dirigía hacia otro como atraído por una fuerza superior.
Encontré la salida a la primera tomando los desvíos correctos sin error.

Qué os decía. Abducción es la palabra. Me dirigían con esos electrodos, joder.
Escapé de allí cuando pude y mi vida ha sido desde entonces la suma de un sinfín de errores excepto cuando me dejo llevar por otros y surgen los aciertos.

Cómo no ser taciturno si eres un ratón de laboratorio que vive en el "Animalario O.M.G." (Organismos Modificados Genéticamente) del laboratorio investigador de la WTF universidad.

Y tienen carteles como el de esta imagen, de un camarada ratón dentro de un vaso matraz leyendo a la metamorfosis de Kafka. Vaya morro. SOaB.

Esta es mi historia aquí representada tontamente por este blogero al que esos carteles no gustan. Él encontró mi cama de pequeños papeles en un equipo de laboratorio que fallaba por los cables que yo había comido. Él dice que tiene náuseas por el olor de ese lugar.

Yo tengo náuseas cuando os veo, humanos cabrones.

Personal aplicando la jeringa con guante y sujetando un ratón a la parrilla directo con la mano.

(*) Abducción es un nombre femenino que muy bien explicado podría definirse así:

Movimiento por el cual un miembro o un órgano se aleja del plano medio que divide imaginariamente el cuerpo en dos partes simétricas.

"el abductor es el músculo que sirve para la abducción; la elevación del brazo adelante o atrás ocurre gracias al deltoides del hombro, y su abducción corre a cargo del pectoral y del gran dorsal"

Óle con su ejemplito y todo.

Dibujo del cómic Las Fabulosas Crónicas de Ratón Taciturno de Martín Romero. 
ADVERTENCIA: NO ES UN LIBRO PARA NIÑOS.,



lA kATY pERrY tAnnn eSxPeKtTTAquiUuUuLAR aSSs SSssEmPEerr

Tengo LA mente sucia, Tengo maneras sucias,  queriendo bañar a mi mono en tu Vía Láctea
Soy una leyenda, soy irreverente, seré reverendo, estoy tan arriba-a-a-a ...
No damos una mierd-d-d-d-d
Bienvenido a la Zona peligrosa, entra en la fantasía,
Tú y yo invitados del otro lado de la cordura
Ellos me llaman Alien, un astronauta cabezón,
Quizá porque tu chico siiiippp tiene un culazo

Eres tan hipnótico... podrías ser el diablo, podrías ser un ángel
Tu toque magnético me pone como flotando, con el cuerpo brillando,
Te dicen "ten miedo" ... pero no eres como los demás, amante del futuro
Diferente ADN. No te entienden.

Eres de un mundo completamente distinto, de otra dimensión.
Me abriste los ojos y estoy preparada para ir: llévame a la luz

Bésame, b-b-bésame
Inféctame con tu amor y lléname de tu veneno
Tómame, t-t-tómame
Quiero ser tu víctima, lista para LA ABDUCCIÓN
Chico, eres un extraterrestre, tu tacto es tan extraño...
Es sobrenatural, extraterrenal

Eres tan súper sónico... quiero sentir tus poderes, atúrdeme con tus láseres...
Tu beso es cósmico, cada movimiento mágico.
Bésame, b-b-bésame, inféctame con tu amor y lléname de tu veneno
Tómame, t-t-tómame
Quiero ser tu víctima, lista para LA ABDUCCIÓN
Chico, eres un extraterrestre, tu toque es tan extraño...
Es sobrenatural, extraterrenal

Conozco un bar en Marte donde conducen naves espaciales en lugar de coches,
Pon un traje espacial de Prada sobre las estrellas,
Pongámonos tontos, acabemos de tonterías
Bolsillos verduscos, el cohete listo.
Dime que es lo siguiente, sexo Alien?
Te estoy desnudando, te estoy probando
Mira, te he abducido... y te digo qué hacer.
Te digo que hacer, qué hacer... qué hacer ...

Bésame, b-b-bésame
Inféctame con tu amor y lléname de tu veneno
Tómame, t-t-tómame
Quieres ser tu víctima, listo para el rapto
Quiero ser tu víctima, lista para LA ABDUCCIÓN
Chico, eres un extraterrestre, tu toque es tan extraño...
Es sobrenatural, extraterrenal

miércoles, 31 de enero de 2018

Olor a libro nuevo

"Cuando terminás un buen libro no se acaba. Se esconde adentro tuyo." Liniers, de nombre Ricardo Siri.
Justyna Kopania
He ido a la empresa "Ediciones Zutano".
Sip. Con ayuda del GPS me he perdido tres veces antes de llamar por teléfono para saber llegar a pesar de ... ¡ estar justo al lado la primera vez !
Lo importante es que al entrar olía a libro nuevo.
El olor de la infancia cuando estrenabas libro de texto, que no era muchas veces porque en esa época hubo un "Baby ¡¡¡ BOOOOMMMM !!!".

(Explosión de tripas femeninas llenas de millones de bebés a lo largo de una España por repoblar)
(Ya veremos cuando los nenes estos se quieran jubilar a millones, que faltan pocos años)

Y pues tenía por desgracia de quién heredar libros de texto sobados y/o subrayados. Provenían de niños estudiosos y los muy "probitos" fueron a caer en manos de un equivalente a "Jack el destripador", versión educativa.

Yo comenzaba curso como los demás ... más o menos, supongo. Había muchos niños ricos en mi colegio estrenando anualmente material escolar fantástico que exponían a la vista de todos sin pudor ni mesura. Carteras modernas o estuches con doble cremallera repletos de lapiceros de colores, rotuladores, gomas, reglas, sacapuntas ... bah. Y con estúpidas decoraciones a la moda por incomprensible que esta fuera y tal y tal, ya, ya ... que si, que muy interesante.

Comenzaba curso creyendo que ese año, JUSTO ESE, iba a ser el año donde todos quedarían maravillados por mis calificaciones. Nadie podría recordar al antiguo yo que tan malas notas obtenía. Ese olor a libro nuevo era mi noradrenalina, mi droga natural auto-inyectable. Y la meaba tan rápido como el libro entraba en la cartera para ir a clase, me ponía en una fila y terminaba llamándome 37 con el culo sobre el asiento duro de un pupitre feo y viejo con escrituras jeroglíficas de antepasados de la subespecie "muchachus neaderthalensis". Vamos, parecidos a mí, pero más brutos y sobre todo más guarros.

Recuerdo el momento como si lo estuviera viendo. Al lado derecho tenía la puerta y a mi lado izquierdo estaba Pedro -que no pedrito- y su estuche doble florecía abierto con el mejor frescor de su corta vida. Entonces su dueño estornudó y lanzó sobre aquel compendio de colores amarrados por una cinta elástica a lo largo de estilizadas cinturas de madera (prefería ver las de Alpino, con una vida más libre y sencilla, metidas en su caja de cartón verde un pupitre más arriba)
aaaaAAAAcccCHiiiIIISSS!! estornudó como decía y lanzó una especie de bala de fusil o enorme empaquetado de mocos con variopintos verdores. Y debo reconocer que en la hierba queda sublime pero en el moco resulta entre abominable y ruin. Y quiero aclarar a quien no lo sepa que estos últimos son antónimos de sublime.

Hombre. Mi primera idea fue atravesar la puerta como en los dibujos y dejar recortado en ella mi perfil de niño con pantalones cortos corriendo despavorido. No regurgité el desayuno porque no era la hora propicia pero los ojos empezaron a dar vueltas para envidia de la futura protagonista del exorcista. Unas horas antes y me hubiera convertido en aspersor infanto juvenil lanzando cola-cao con auténtica "leche de vaca" comprada en granja de pueblo y puré fino de galletas.

Dejé de ansiar automáticamente el estuche con dopleter cremayerunden del camarada Pieter Von Mocarren alias Prepotentis Tuis Opus 45 (suena muy barroco, ¿no?). Fue el final de ansias más rápido visto hasta la fecha. Hasta tenía miedo de los Alpinos escondidos en su montañesa gruta del mal al acecho de un ciervo perdido. Y el muy mamón todavía se reía y todo.
Cuánto dinero y mísera categoría reunida en una sola criatura.
Inaudito. Inconcebible.
Y luego nos quieren cortar a todos por el mismo rasero.
Que no hombre, que no.

Y eso. Ya está. Empezaba el año creyendo que podría superar todas las barreras, que podría dominar la suprema, constante e infalible inercia que se empeña -desde que tengo memoria- en apartarme del mundo y sus habitantes para centrarme en cosas ... las cosas ... algunas ... mis cosas ... no sé ...
Cuando tienes sed bebes agua y no intentas evitarlo (esto es la definición).
Cuando empleas todo el tiempo en LO QUE SEA que tanto te interesa tampoco se puede esperar luego gran éxito en el entorno escolar, laboral, amoroso, familiar ni social.
Nunca he podido digerir todo esto.
Ojalá pudiera echar todo el paquete de historias chungas fuera en un simple estornudo.


Libros nuevos con su olor a impresión en offset.
Libros nuevos y ojos cerrados pasando las páginas junto a la nariz para incrementar el aroma.
Hojas que van al pasado aumentando recuerdos; multiplicando preguntas.
Sin mirar. O mirando sin ver.

Salí de "Ediciones Zutano" donde algunos libros perduran presos en cuadros de cristal separados y distantes, solos, sin el roce de un lomo amigo. Intuyendo la caricia de unas manos amables. Como arte escrito que miro mientras vigilo unos escalones en caracol que suspiran un "clave sus dientes aquí". De la puerta del edificio a la puerta enrejada de la calle te conduce un precioso caminito en curva empedrado y abrazado por jugoso césped con flores. Encuentro ahí tinte y luminosidad diversa pero nada de fragancia.


La calle bulle de ruidos. Los niños del colegio a tres metros de distancia revientan las cuerdas vocales como los cerdos que madrugan en el matadero. Uno de los niños me mira con sus manos aferradas a los barrotes. Miro con pena su falta de juego pero le alabo el gusto por el silencio. La vida pasa a su lado alborotada pero él sigue amarrado al oscuro y áspero barrote de metal carcelario con los ojos asomados al exterior. Como los tristes libros de antes. Entro en mi vehículo y arranco el motor. Cinturón puesto. Cinturón fuera. Busco algo para regalarle entre las cosas que llevo. Nada me parece bueno ni correcto ni válido. Busco. Encuentro una linterna led. Vuelvo la vista feliz con mi hallazgo en mano y salgo.

El niño ya no está allí. Corre detrás de otro crío. Grita y salta. Parece un saltamontes que se quema las patas al contacto del suelo. ¡Vaya berridos! De pronto huye riendo a carcajada limpia mientras su amigo le persigue igual de alegre, igual de ajenos, sus corazones latiendo a todo trapo ...
... y vuelvo a mi furgo lento y pesado con los ojos picando, sonriendo leve, sintiendo triste, presintiendo contento y creyendo agradecido por el enorme regalo recibido de dos niños amigos.
De todos los niños desconocidos y poniendo mi corazón de papel en esos otros que sistemática y artesanalmente van creando en su interior, recogido y apartado de la mirada adulta, su propia versión del mundo.

Así que corred. Corred como posesos, despendolados y traviesos, saltando o gritando -algo menos por favor- porque os figuro ya exhaustos, sudados y con vuestra mirada atenta. Como gilipollas que soy os imagino yendo -curiosos y sin maldad- a sentaros junto a alguno de esos compañeros que esperan extraños o inmóviles en alguna esquina del patio. Os veo ahí con ella o él, hablando en monólogos y preguntando cosas sin recibir la respuesta esperada.

Vosotros no lo sabéis. Sois niños. No podéis.
Ellos, como alfareros, necesitan el calor de una amistad para hornear y hacer fuerte ese rico orbe invisible que procuran ir construyendo. Esperan sin saberlo, sin pedirlo y creyendo no necesitarlo.
El calor justo para que toda su obra no se transforme en lodo informe por el siguiente espasmo inevitable de sus dedos de terciopelo.
Calor y no fuego que reduzca todo a polvo inerte,  incoloro e insignificante tras el primer vuelco incomprensible de sus palabras extravagantes o sus actos de lunático nunca fiero.
"Si no entiendes mi silencio ... ¿cómo vas a entender mis palabras?"
Justyna Kopania


domingo, 28 de enero de 2018

Entender a las mujeres

How to understand men

Entender a los gatos
Entender a los hombres
Entender a los perros
Eres un listillo, Mr. Google. Yo no buscaba sobre entender a géneros o especies.
Yo lo que buscaba es "Entender a la gente" y tampoco exactamente. Ahora no toca.
Ese es un problema común que cualquiera puede querer aclarar.
¿Pues de qué va esto? Mira:

El otro día fui a entregar cierto material a ZG (un cliente nuevo).
Mientras esperaba que abrieran la puerta, un cartelito decía algo así como que eran capaces de enseñar "Habilidades Sociales". Entregué sin más la mercancía a una mujer. Ya iba a entrar al ascensor pero volví y toqué el timbre otra vez. Pregunté a la chica tratando de ser breve:
-¿Qué hacéis aquí?
-¿Cómo? - Respondió ella, y pensé:  (Mierda. Ya estamos. A ver...)
-Que ... a qué os dedicáis ... aquí.
-Ah... pues... enseñamos a los niños a adquirir habilidades sociales ... a ...
-Ya. Solo a niños, ¿no?
-Si.
-Vale, muchas gracias, Chao.

Pues eso. ¿Se puede entender a la gente? Digo cuando te habla.
Claro, vaya pregunta, cómo iría el mundo si no fuera así...
¿Pero todo el mundo entiende lo que le dicen?
Yo, cuando me preguntan, generalmente no entiendo. Confundo. Lo complico. No recuerdo.
Hasta me dicen si soy bobo, que lo parezco, porque a veces no contesto y me quedo mirando.
Pero no siempre es el caso. Muchas veces "sí lo pillo". Pero quieren que confirme si entendí.
Y suelo responder que sí aunque sea no, excepto si veo claramente que no entender me meterá en un lío de narices. Entonces pregunto de nuevo con ese simpatizante "¿cómo dices que...?" o aquel otro "Pues no sé ..." o si necesito ampliar mucha información uso el clásico infalible "No te he entendido nada" que aprendí de un jefe hace 7 años (*).
Pues a veces, ni por esas, con lo cual, estoy metido en un lío. ¡Fijo! Iré a un lugar desconocido por la huella del hombre, iré al cliente equivocado o me olvidaré de informarle de ese encargo a medias con otra persona... etc.

Es que ... si una persona tiene algo a medias con alguien, lo mejor es que esos dos se entiendan y no metan a terceros en sus tratos o lo que puñetas sea quitando encima parte o toda la información.
¡COMO ME VOY A ENTERAR! ¡SI NO ME INTERESA NADAAAAA!
Eso puede ser. No interesarse por las cosas de los demás. Bastante tengo con mi ombligo que es parecido al ojo de Horus. Todo lo ve. Debería ponerle gafas interpretativas pero tooooodo lo ve.
Lo que me concierne principalmente, claro. Y no siempre.

Esto cansa mucho, pero mucho.
Si yo me esfuerzo. ¡¡ DE VERAS QUE ME ESFUERZO!! :
He probado a mirar al suelo, para que no me distraiga nada de lo que me explican.
No sirve. Entran palabras por una oreja y salen la mitad de ellas por la otra.
He probado a mirar los ojos del interlocutor y su tensión nerviosa me descoloca por completo.
Me altera la seguridad que supone para el interlocutor el hecho de que le mires a los ojos mientras explica. Nervioso pues por esa supuesta garantía ocular, ya no soy capaz de pedir que me lo repitan.


Ejemplo real basado en mapa real:
-Vete a XXXXX a recoger una ZZZZZ. La miras allí un poco por si acaso. ¿Sabes donde está? - Me dice y pregunta con ojos desorbitados. Pero falta saber de la ZZZZZ para tener que mirarla y poder llevar según qué cosas. A no ser que hablemos de hacer paripé pero yo no lo adivino sino que lo pienso después de horas o días. Y no sé quien es XXXXX ni donde está, pero bastaría la calle por escrito y sobraría todo lo siguiente. Ahí está el GPS, ¿no?. Y ya negro y con el pensamiento en qué le pasará a la maldita ZZZZZ, respondo:
-No sé dónde está - Y entonces el comentario por lo bajo:
-(No, si ya me parecía a mi que tú ... pffff ... joder) Bueno, sabes donde está YYYYY que has ido ochenta veces. - ¿porqué "Pffff ... joder"? que no he ido tantas, exagerado. Y además de hacer una afirmación rotunda añade más información chunga porque confundo YYYYY con YyyYy. Para no quedar por idiota, respondo que sí.
-Si.
-Pues XXXXX está a la vuelta. En la calle MMMMM. Das la vuelta a la manzana y ya. - Jooooder. Pues lo has dejao clarísimo, hijo mío. No tengo ni idea de cómo es la manzana porque ni siquiera es cuadrada. Cojo y me piro. Resulta que al final, ni era a la vuelta de la manzana sino a tres, ni en la calle MMMMM sino en una bocacalle. Esto me restará fuerzas para la siguiente ocasión en que lleno de desconfianza entenderé menos todavía.

Y si dan clases para entender lo que dice la gente, como que a lo mejor las dan para que me entiendan a mí también. Y para que no se me duerman si hablo, o mejor, para no aburrir. A lo mejor hay que brincar y poner mucha emoción al hablar o transfundirse un bidón de sangre de toro ... no sé.

¿Cuestión de educación? Veamos este otro ejemplo real. Digo entrando en una oficina:
-Hola, traigo esto que habéis pedido. - Tras un segundo o dos de silencio por respuesta y según me aproximo a una mujer, levanto una bolsa que llevo.
-Oye, que has entrado como si tal. Feliz año por lo menos, ¿no?- Me dice la administrativa. No sé ni el día en que vivo, ¿eso es un crimen?. - Hala a repararlo:
-Ya, es que para mi este lunes es como los otros. - Y miro a su mesa por si mi cara dice "vete a la porra, rica".
-Ah... que tú ... has ... trabajaaaadoooo.... - Por favor ¿porqué dice eso? ¿Como si yo trabajara más y mejor que ella por no ser funcionario? No, no. No es lo que dije. A ver cómo arreglo esta parte. Ya sé:
-No. Yo me incorporé hoy de vacaciones también.
-¿¿??              - A veces pasan estas cosas tan extrañas. La respuesta dos sirve para el comentario dos pero no ha servido para el principal. Esto lo veo ahora. En el momento bastante tengo con ... Se queda callada esperando por lo tanto otra explicación por el no saludo de Feliz Año 2018.
-...  que no me va ... lo de ....
-¿La navidad? - Así es, me lo ha facilitado. Ya está.
-Si eso. - Pero no tengo ni idea de en qué jardín estoy metido. Mientras ella va de acá para allá y espero mi documento me doy cuenta de que no voy a quedar nada bien. Pero si yo iba a entregar una cosa, nada más, y salir pitando a lo siguiente. ¿Qué pasa? ¿Estos días maravillosos somos amor, amabilidad y bondad pura? Trato de arreglarlo otra vez al despedirme pero ya sin mirar y marchándome:
-Bueno,  adiós y feliz año, que lo uno no quita para lo otro...
-Adioooooooos. - Un adiós de tono comprensivo. Creo que lo he bordado.

Mira. Yo no puedo ir poniendo sonrisitas y tonos de voz dulzones todo el día. Cuando lo hago me siento como una estafa humana. Lo veo muchas veces en otros y me parecen asquerosos. La vida social es super complicada. Yo creo que basta con ser buena gente e ir al grano pero qué va. Hay que saber los nombres de las personas, preguntar por sus vidas y recordar sus problemas ¿no?

¡¡¡ Hasta un señor que optaba a rector más tarde quiso que me despidieran por maleducado !!! Maaadre mía, porque no volví la cabeza de la pantalla del ordenador cuando entró ni le miré a los putos ojos luego. Le pedí mil disculpas, eso sí, porque entiendo su cabreo. ¡¡¡Me puse rojo, azul y morado!!! ¡¡Qué vergüenzaaaaa!!
¿Soy un maleducado entonces? probablemente.

Yo quiero entender a las personas cuando hablan y ser entendido cuando hablo si no es mucho pedir.
Y es difícil conseguirlo si, aun comprendiéndolas, te cuesta hacer en falso cosas como estas:
"Las acciones dicen más que las palabras, y una sonrisa expresa: (Me gustas - Me produces felicidad - Me alegro de verte)" Dale Carnegie

Nota:
(*) "Perdona pero no te he entendido ... ... ... ... NNNNNnada."
Esta expresión la decía frecuentemente un jefe mío de cierta edad haciendo pausa antes de la palabra "nada" y alargando la n: "nnnnnada". Mientras lo decía movía su mano derecha plana y paralela al suelo desde el lado izquierdo al derecho como cortando el aire al mismo tiempo y acompañándolo de más condimentos corporales y faciales. Tú fíjate qué montón de cosas metidas en un paquete para aprenderlo. Y a pesar de que recuerdo cómo lo hacía, solo puedo usar la expresión oral sin aditivos porque toda la parafernalia extra no me sale del cuerpo.