Header

jueves, 20 de agosto de 2009

¿Para qué existo?

"Tienes miedo a morir y tienes miedo a vivir. Vaya forma de existir." Neale Donald Walsch


“Hace unos minutos que pienso. Quiero saber qué sentido tiene mi existencia. Por qué motivo a pesar de tener esta piel fina, sin vello y de atractivo color, de que sin gustar a todos, algunos -de entre quienes se atreven y prueban conmigo- disfrutan por mi afable dulzura, a pesar de ser independiente y que no necesito casi nada para ocupar sin problemas mi insignificante puesto en este mundo, a pesar de mi aparente salud por qué motivo decía, deseo morir. Y es que tampoco conozco el sentido de mi existencia. Podría desaparecer. Morir ahora mismo y, en comparación con el número de cambios que se producen a todos los niveles, microscópicos y cósmicos, mi ausencia no significaría nada en absoluto. Por si eso fuera poco, llevo dentro el germen de la vida y no siento apego por él. Pero no piense nadie que esta semilla no tiene derecho a la vida si no encuentra un campo donde plantarse. La tierra no siempre es hembra ni siempre es macho la simiente. A partir de mí, del alimento, el sol y el agua, pueden surgir nuevas vidas, pero no admito que reproducirse sea el único motivo para estar aquí.
Entonces, ¿qué sentido tiene mi existencia? Y lo que tiene peor solución: ¿para qué soy consciente de que existo? No puedo sentir agradecimiento hacia algún dios por una vida que, comparada con la de otros en mi especie, ha sido buena. Incluso más que buena en general. Como mínimo tendría derecho a saber mi cometido. No quiero llenarme de arrugas. No deseo vivir tanto. Espero no sentir los días sobre una carne fláccida, ni aguardar en una esquina la enfermedad que me pudra por dentro. Y menos que sea entonces cuando alguien se atreva conmigo por aprovecharme o me zumbe a la basura sin contemplaciones porque doy asco. Por favor, si nada más soy una nectarina…”


Después de poner en esa pobre pieza de fruta tales pensamientos, desganadamente, comencé a comerla. Rompí su piel lozana y fresca con mis dientes depredadores de duro marfil. Sentí su dulzor y sus hilillos internos me dieron algo de asco, por lo que decidí que no volvería a comer nectarinas. Pero ella no sufrió: yo había dejado de pensar antes de desgarrar su carne. Luego tiré su semilla, tentado a cavilar sobre su futuro. Después saqué la semilla del cubo y, a escondidas para no ser descubierto por su cuidadora, la hundí en la tierra de un cactus lanzaroteño que crece en nuestro balcón.

Yo por mi parte, voy a ver si hago como dicen Bebe y Los Delinquentes en "Después".

Videoclip "DESPUES" from LATRUCAFILMS on Vimeo.

Después del humo negro hay que ser valiente y despertar
y vivir como vive la gente hay que ser valiente amigo
yo tengo que volar.
No, ya no puedo quedarme aquí,
si tú quieres quédate tú,
esta vida no es para mí.
Yo quiero vivir con amor,
con mi gente abajito del sol,
con las olas y el amanecer,
como un niño jugando otra vez,
sin para de correr después.
Estoy embrujado y ladro como un perro.
Yo me siento un animal.
La oscuridad me puede y me lleva.
Si me aburro miento. Yo solito me abro las heridas.
Sin idea yo retengo el destino de mi pobre vida.
Yo no quiero malos rencores, solo busco todas las salidas.
Libertad que me espera más allá del sur
te digo que no yo no puedo quedarme aquí...

Si tú quieres quédate tú, esta vida no es para mi,
yo quiero vivir...

Hace mucho tiempo que he acordao yo con el viento,
con las nubes del cielo azules, escuchar a la gente porque
no se sabe. Eres malo tienes el mundo aterrorizao
con la guerra y con los misiles.
El potaje nunca lo has probao.
No sé si a mi me ha pasao,
que me siento perdedor.
Yo te juro por mis cuernos
que tengo que seguir, yo te digo que no...

Después de un largo tiempo escondío,
todo oscuro, con hambre y muerto de frío,
sin nada que hacer, tan solo esperar,
busco libertad, amigo mío, tengo que volar.

Tengo que volar, tengo que volar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario