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sábado, 15 de diciembre de 2018

Un perro como el tuyo


Cuando llego a casa, el perro que vive dentro se vuelve loco, creo que de alegría.
No me gusta la palabra perro. Se usa de muchas formas peyorativas.

Nuestra mascota se deshace en saludos, saltos, chupetadas, gemidos ... una barbaridad de cosas exageradas para una simple entrada en casa.

Tampoco me gusta decir mascota. Pero llamemos como llamemos al animal, no cambiaremos el hecho de que no buscó nuestra compañía por sí mismo. Fue comprado. Fue adoptado. Recibido como regalo. Ya sé que no podemos poner la vida humana a comparar con la de un perro, pero no sé exactamente porqué. ¿Porque no es un ser espiritual? ¿Por su diferente inteligencia?

Abro la puerta y ahí sale ¿feliz de la vida? porque si llamaron al timbre lo que sale es un toro de Miura dispuesto a liquidar a cualquiera. Menos mal que no puede. Le hemos dado tanta libertad para "ser" que se ha visto obligado a ser quien no debe. El que ordena y decide por donde se va, el que defiende el hogar ...
... no sé. Hay en su mundo muchas cosas que no entiendo.


Hago lo que me parece. Le saludo. Menos de lo que él espera después de pasar solo el rato que sea, ya saben los que comparten animal de la especie canis lupus familiaris. Y me persigue por toda la casa. Yo no tengo ganas. Se sienta y me mira. Si no le miro ladra para que lo haga. Si le miro mueve el rabo y baja las orejotas al estilo suricato.

-¿Qué quieres ... ? ¡No sé qué quieres!
No me contesta. Que cosa más extraña. Pero saca la lengua y se relame. Será que quiere que le dé algo de comer. Un chuche o premio.
-Toma.


Se lo lleva corriendo a la alfombra grande del salón. Sólo puede disfrutar sobre una alfombra. El suelo le disgusta. Se resbala y está frío, supongo.
Hago mi rutina. Voy al ordenador a ver los correos electrónicos y controlar las cuatro cosas.
Llevo tiempo sin idea para escribir aquí nada.
Ladra y suena a petición. No sé cómo pero eso me parece. Voy a ver qué le pasa ahora.

El premio está en la alfombra y él delante. Me mira. La plasta marrón con olor nauseabundo en forma de hueso de 5 cm está a sus pies. 5 cm y una boca pequeña. ¿Trocear? Lo parto en 6 trozos y se lo zampa en un plis plas. Me lavo las manos en vano porque el tufo persiste.
Con jabón Heno de Pravia se quita.
Vuelvo al ordenador.

Últimamente ha cambiado
 mi pierna por la silla
En seguida viene a mi lado el animalito. Pone sus patas encima de mis muslos. Tiene que estirarse bien para alcanzar. Me pone negro cuánto insiste. Y gime.
-¿... y ... ahora ... qué quiereeees ...? ¿mimo?

Tengo que darle mimo. Acariciarle las orejas, la cabeza ... una y otra vez, una y otra vez, pero es que tan abajo me canso.
Voy a por su cuna y la pongo a mi lado. Se echa en formato habichuela y queda tranquilo.

Ahora le estoy mirando. Parece dormido. Llena los pulmones de aire y lo echa haciendo un suspiro. ¿Un suspiro animal? ¿Eso existe? Sigo mirándolo y pienso: estoy acompañado.

Y es esto por lo que escribo ahora. El es un ser sociable. Más sociable que yo. Quiere estar con alguien. Al lado. ¿Qué saca de estar ahí? ¿Es eso mejor que estar en el salón?
El busca compañía y yo pienso si será un perrito como los demás y si los habrá que no busquen compañía.

A mi me gusta estar con mi esposa también. Será como eso para él. O para él no.



miércoles, 21 de noviembre de 2018

Personas que no hablan

On silent wings – Shawna Erback

"Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente. Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto." Neruda

The Sound of Silence from Paul Frederick on Vimeo.


No es fácil explicarlo y no quiero.
Vuelvo a este vídeo y esta canción cuando ya duele el silencio para averiguar porqué callo.
Nada. Nada en el mundo puede significar mucho más que sentir la belleza natural.
Ninguna palabra hará vibrar nuestro cuerpo como en la tormenta.
El valor de un "Te quiero" es irrisorio comparado con el calor de tu cuerpo silente junto a mi.

180 palabras por minuto. ¿Para qué? ¿De verdad es necesario ese discurso?
Desde quienes tienen mucho que decir pero su verborrea suena hueco hasta quienes escuchan, observan y comunican sin abundar ni repetirse desde el denso fondo del pensamiento inteligente.
Personas que hablan para engañar, mentir, ordenar y acallar o doblegar y dirigir, anular ...
... y terminar haciendo daño.
Personas que no hablan, no engañan ni esperan mucho de nadie pero de pronto te sonríen e intuyes un tipo felicidad que suele pasar desapercibida.

¿Porqué fingir sobre lo que somos? Si me molesta estar rodeado de gente ...
¿Cómo no preferir antes todo lo que no está en las personas?
¿Cómo no encerrarse en uno mismo y apartar con la mano a los demás?
¿Cómo al mismo tiempo quererlos a todos distinguiendo a los buenos?

La frecuencia donde vibra mi visión no es la sintonía de la mayoría y mi voz ...
... mi voz en algún momento será como un susurro sobre el sonido del silencio.
¡Excepto cuando salga de mi voz algún berrido o un eco repetido de la tuya!
(Vaya. Parecía que había quedado tan bonito...)


domingo, 4 de noviembre de 2018

Tampoco redes sociales


-Tú y yo tenemos que hablar seriamente.

Redes sociales. Bloges. Twitteres, pinterestes, facebookes, Googles+, youtubes, instagrames, whatsappes.

-Pasas mucho tiempo en el ordenador. Algo me ocultas. Seamos sinceros. Vamos a hablarlo.

Taparse con una manta la cabeza no sirve. ¿Es tonto el que hace o dice tonterías?

¿Decir que comento en blogs? ¿Que respondo a textos ajenos y en casa no respondo?

¿Que escribo miserias en un blog que sabe a pan sin sal?

¿Que pretendo aportar algo a un vídeo y no sé para qué?

¿Que quiero animar a otros y no lo hago conmigo mismo?

Comentarios que me funden las pocas ganas de expresar. Que son respondidos con ira porque me expreso mal o mi mente está rancia. Aportaciones que llevan horas mientras descuido labores de minutos.

Palabras como granos de arena precipitándose a un abismo cibernético para confundirse entre tantas otras de un desierto en crecimiento constante. Un sin fin de granos de imagen, texto, sonido que engloban la estupidez absoluta, el insulto, lo más fútil y en muy escasas ocasiones lo genial. Todo mezclado, todo perdido.

-Si yo no necesito nada de eso. Ya no vuelvo a tocarlo.

-No. No se trata de eso.

Yo no necesito la redes sociales. Yo no necesito amigos. ¿No necesito a nadie?

-Podemos arreglarnos. Darnos un tiempo.

-Yo sólo quiero estar contigo. Hago todo lo que puedo ...

Yo no necesito amigos. No tengo amigos. Sin ti no necesito siquiera la vida.

60 - 4 kilos en 4 días = 56. Qué tiempos cuando 52 -tan terribles- quedaron atrás.

Tiempos de psiquiatras que se comen las uñas hasta herirse.

De psicólogas que de pronto se enfadan conmigo y yo con ellas:

-Seguro que te gustaría tocarte la columna desde el estómago, ¿eh?

Qué mala broma de psicóloga.

-Seguro que cuando te cruzas con alguna chica piensas "A esta me la follaría yo"

-¿¡Pero porqué dices eso!?

-Perdona, perdona. Era una broma

Que mala psicóloga. Qué mundo más asqueroso. Qué complicado lo hemos vuelto.

No se me dan bien los grupos. No se me dan bien las redes sociales.

No se me dan bien las personas. No son elles. Son yo.

Cómo no iba a ser yo si no conozco otra cosa. Inteligencia. Test Rist:

-Se usa para medir la tierra desde un polo al otro y pasa por Greenwich.

-¿Latitud? no me sale, no me acuerdo.

Meridiano.

Está todo claro y meridiano. Si una respuesta fallada me supone varios días de pesar, qué no supondrá un problema realmente importante. Quizá menos. No sé valorar ambos problemas. La tontería se convierte en obsesión y los temas vitales en triviales. Cerebro de mierda.

Iros a tomar por el puto culo, redes sociales.

martes, 30 de octubre de 2018

La mirada de la carne

"Uno de los signos del paso de la juventud es el nacimiento de un sentimiento de compañerismo con otros seres humanos a la vez que encontramos nuestro lugar junto a ellos." Virginia Woolf

Imagino dos globos oculares humanos con su distancia y orientación natural flotando con luz en la casi nada y mirándome. Son dos pupilas azules las que siguen el juego contenido en sus continentes.

Los ojos son sensores, captan la luz. Ya. Pero ahí no está la mirada que se clava en los poemas.

Como dice Teresa Domingo Catalá en "Tus ojos":
"Tus ojos me desnudan lentamente. Poco a poco se va uniendo tu mirada en la desnudez que me transciende. Desnuda soy la más hermosa, porque tus pupilas me entregan la belleza. Soy para ti, para que juegues con mis dedos, para que respires el aire que respiro, para que la sangre se encabrite como un potro abandonado, para que surja el rojo de la guerra y entre los muertos te encuentres con mi pelo. [...]" 
Pero sigo viendo esos ojos de oculista o de médico de la vista que no me dicen nada. Por si acaso, coloco ambos en unas cuencas oculares de calavera. La muerte tiene unos ojos horrorosos y su mirada ha pasado a ser tan expresiva como un carámbano. Visto el error añado toda la carne que falta con su piel y músculo, sus cejas y pestañas, color y nada de género. ¿Quién habló de género?

Resultado: Una mirada sin definir que tampoco dice gran cosa. Pongo dentro del tarro un cerebro y todo ello sobre un cuerpo y ya tengo todo el animal humano al completo ¿Veo algo en su mirada? No sé tú pero yo no veo nada. Ay, espera. ¡CHAS! la chispa adecuada: la vida. Un ser vivo que siente, mira curiosamente, se mueve, escucha ... ya va habiendo algo. Por aquí vamos cerca de la solución. Caliente, caliente.

Es decir. La mirada sirve para ver pero la carne es la que nos habla del ... ¿corazón? o de la mente que maneja vista y rostro.

Vamos a romper en pedazos las miradas. Dejemos de amar buscando las miradas.
No quiero que me mires a los ojos.

Quiero que tu carne, tu ser al completo, llámalo como prefieras, me diga con pocos gestos y modo  amable la forma en que me ama o me respeta o quiere molestarse en conocerme.

Quiéreme pues, si te apetece, sin esta mirada mía tan pobre, tan miope como torpe.
Si lo deseas puedes apreciarme por cuanto soy pero desiste si esperas sentir en mis ojos el reflejo de mis afectos por ti. No será la forma de cariño que esperas y, sin embargo, con el tiempo necesario, quizá encuentres más de lo que cabría esperar.

Hoy me he visto de nuevo en la obligación de explicar las posibilidades de un aparato estúpido y evidente (y caro) ante un grupo en el que yo era el extraño. Me han preguntado porqué el botón de encendido tenía color rojo al apagarlo y he respondido: "No lo sé. Míralo en el manual." Me han pedido que dejara de bromear diciendo lo pillo que soy cuando no bromeaba. Lo han visto como una desfachatez impensable que no se puede decir. Alguien se ha acercado demasiado, me ha tomado fuerte del brazo y aunque me he quejado todavía nos ha arrimado más y ha dicho cosas que no recuerdo tratando conectar conmigo delante de su grupo. Hubiera podido decir detalles de su rostro si lo hubiera mirado. Si no me hubiera agarrado. Si no estuviera su cuerpo pegado al mío.

Dicen que los años de mi carné de identidad no están en mi físico. Dice Virginia Woolf que pasa la juventud al encontrar nuestro lugar entre los otros. Dicen y dicen.

Perdona mi silencio. Mi falta de visión.
Perdona mi ausencia. Mi inexcusable actitud.
Perdóname por ser una persona que no se sabe perdonar.
Déjame solo, déjame en paz. Disfruta tu libertad.
Yo ya no necesito más. Sin ti, ya no quiero nada más.
Cierra pálidos sobre mis ojos estos párpados cansados.
Y por último, borra todos tus recuerdos sobre mi ...
... y déjate volar.



domingo, 7 de octubre de 2018

Memoria de una flor azul

“Una mentira que es una verdad a medias es siempre la más negra de las mentiras.” Alfred Lord Tennyson


Voy con el perro por el parque. Se detiene junto a un palo y lo olfatea. Veo una flor.

Una pequeña flor azul ... ¿tiene memoria?

Mirando hacia mi con sus hojas pareadas, casi lineales, entre un haz de hierba y un pelotón de tréboles ovalados que me disgustan, parecía saludar la tierna flor.

Contexto: esta preciosidad es un detalle que ofrece el jardín público más asilvestrado que silvestre de mi barrio y sin dudarlo un segundo ofrece su variado menú de deposiciones caninas abandonadas, frescas, secas y a la sazón del conocimiento de sus amigos humanos.

La flor me mira y yo la miro a ella.
_ _ _ _ _ _  (nenaza) _ _ _ _ _ _
_ _ _ _ _ _Flashback:_ _ _ _ _ _

La empresa estaba cerrando. Dos niñas -hermanas- en la calle se divertían.

-Voy a comprarme unos gusanitos. -Digo tras el escaparate al verlas felices con sus enormes bolsas Risi sin ketchup de 0,35€.

-¿Para ver el derbi del Athletic y La Real?

-NO. - Un no grave, rotundo y espantado. Si pudiera fabricar eco sería un NO "caverna style".

-Pues deberías ver más fútbol, que así quizá dejarías de ser tan nenaza.

No sé decir. Me quedo callado. Para él parece una frase dicha sin más. Pasa delante mio sin inmutarse, pero añade:

-¿Y no te apetecería salir con [vamos a inventar el nombre] Miguel de fiesta y cogerte una moña?

-No, no. - Pero... ¿estamos bobos o qué? si sabe de sobra que, respondo: El alcohol me sienta mal y yo no voy de fiestas y menos con un compañero de trabajo. - El tal Miguel se da por aludido:

-Oye, que tampoco te voy a hacer nada... - El otro vuelve a la carga:

-A lo mejor prefieres ir conmigo al parque con la niña a ver los patos...

Miro hacia el cielo pensando. No tengo duda sobre preferencia en el plan pero no tengo ni idea de porqué quiere compartir algo tan bonito. Me da tiempo para pensar.

-Pues a eso no me importaría ir ... - Y se pone en marcha y se despide:

-Bueno chicos, me voy que me esperan en casa.

_ _ _ _ Fin de recuerdo _ _ _ _

Conclusión: Los hombres al cuadrado no son tan amigos de las flores. Lo son de otras cosas.

Avanzo por el parque de vuelta a casa.

Decido sentarme en unas escaleras y el perro se echa. Es que a él le gusta mucho estar tumbado al sol. A pesar del fresco de 10 grados el sol tiene algo de fuerza y estamos a la abrigada del viento.

Aquella flor tiene memoria. En su genética hereda recuerdos de sus antepasadas y su epigenética recuerda el día a día de su vida.

Nuestra memoria es otra cosa. Nuestro cuerpo comparte ese formato pero nuestra mente se parecece a un sistema cibernético, a un autómata natural. Es por eso que Dominika estudia la memoria humana. Porque quiere demostrar que no todos los cerebros funcionan igual. Somos nuestra memoria y cómo se gestiona lo es todo en un ser humano.

Una serie de sensores nos ponen en contacto con el entorno. Dicen que son 5. Si mujer alguno más.

Igual que los autómatas con sus sensores: detectan el paso de objetos en la cadena de montaje, los pesan o miden, los llevan, preparan y terminan siendo capaces de entregar un montón de quesos para curar si un maestro quesero suministra todo lo que necesitan y la ingeniera en programación hizo bien su tarea.

Muchísimo mejor que cualquier autómata a día de hoy, la madre de mi esposa preparaba un queso artesano estupendo de morirse bajo la emoción gúlica.

Sentidos, memoria, acción y reacción.

La memoria  de mi esposa permite saber el quién, cómo, cuándo y porqué de las personas pero tarda mucho en reconocer -si lo consigue- alguna de las muchas películas que vimos juntos.

Mi memoria es menos útil y no me permite saber ni recordar generalmente casi nada de las personas pero unos segundos de película me bastan para saber si la he visto.

Cuando leo espacios de mi memoria, se activan imágenes, sonidos, olores y se desencadenan caricias, dolores, risas y llantos que van desde los grandes errores cometidos a la felicidad de los juegos con agua, del amor y su éxtasis pasional tan sano y natural.

Un equivalente autómata sería el total descontrol de la máquina: su imperfección y tirar los productos al suelo, sus poderosos brazos articulados golpeando a la cinta transportadora cuyos motores hacen avanzar y retroceder mientras el sensor láser duerme porque su emisor pasa de él y el escaner láser 3D prefiere dibujar en la pared de la nave intermitentemente una flor azul, unas niñas y una mariposa a los pies de una hada para terminar con una interrogación enorme hasta su bloqueo.

No entiendo nada.

[08-10-2018] He preguntado si lo pasó bien en el parque con la niña. Me contesta que no fueron al parque.

-Pero me dijiste que ibas a ir al parque. – Y responde:

-Te engañe. – Le miro mover aburrido papeles de acá para allá. El no me mira y me marcho a hacer mis cosas sin penas, sin dolor (bueno, algo mosca estaba).


lunes, 27 de agosto de 2018

La niña sol

"Painting is an illusion, a piece of magic, so what you see is not what you see." Philip Guston
Dibujo original Raff ( https://mastodon.art/@faffpaper )
Impensada persona que lees historias nada creíbles: bienvenida seas.

Nadie puede tener un sol por cabeza. Casi nadie quiero decir. Para empezar te aclararé que lo que te cuento es inventado:

Un día mi pareja embarazada de 5 meses y yo acudimos a nuestra cita pediátrica:

-Bueno, vamos a veeer ... ¿cómo nos encontramos hoy...? - La médica, una mujer de unos 45 años, experimentada y agradable, se pone las gafas de proximidad y procede a su rutina de chequeo, momento que aprovecho para preguntar:

-Pues ella se queja de ardor o quemazón en el estómago y mi madre lo achaca al pelo del bebé pero ella dice que es normal ... -La pediatra me mira callada sobre los cristales alargados- ¿eh? ¿es normal?

La mujer con el bebé pone los ojos vueltos arriba a la vez que gira la cabeza en dirección opuesta a mi. Volviendo a su chequeo y manipulación responde:

-Pues ella se queja de ardor, porque al crecer el útero y la gestación durante el quinto mes...

-Ah, claro, ya lo veo, queda poco sitio para el estómago.
-... conlleva cambios hormonales que actúan produciendo una mayor relajación de la musculatura gastrointestinal favoreciendo el reflujo de ácidos del estómago.

-Ya, ya. No es el ... el bebé. - Ya no contesta la mujer. Hace un gesto y una respiración. Bueno. No pasa nada. Ya me callo. Pensaré en todo esto más tarde. Si me acuerdo.

Yo creo que nuestro bebé era especial desde el primer día. Era niña. ¿Suficiente para ser feliz? Pues quizá si. Ponía música en su tripita, hablaba con ella, la acariciaba, besaba... normal y natural. Pero recuerdo que un día del mes equis de embarazo mientras estábamos comiendo a mediodía escuchamos claramente un llanto de bebé dentro de la casa. Sorprendidos nos miramos:

-¿Tú también has oído llorar un bebé?

-Si

-Pero... ¿cómo es posible?

-Es imposible. - El caso es que se lo contó a su madre. Yo a la mía no. Su madre decía que cuando se escucha el llanto del bebé antes de nacer (repito, "cosa imposible" obviamente)  es que "va a ser de las pipas colorás". Esto creímos que significaba: "va a dar guerra de cuidado".

En mi familia he disfrutado y padecido unas cosas mientras crecía y mi pareja otras, no iguales. Casi nada iguales. Y hasta hoy precisamente no me había molestado en querer saber el significado de "ser o tener las pipas coloradas". Me ha costado un poco encontrarlo y no dice nada bueno. Pero no se puede creer.

El caso es que nuestro bebé iba creciendo pero no aguantó los 9 meses en el milagroso saco natural de porteo. Cuando la vimos por primera vez, nos quedamos asustados. Su cara era el sol radiante (naciente en aquella época) y su natural belleza naif no dejaba margen para respuestas improvisadas y a la vez acertadas.

Como de costumbre en este país, todos; familiares, amigos y desconocidos aportaron su clarividencia a la hora de interpretar el grado de inclinación en la balanza de los parecidos. Bendecida con gracia solar y agua, podía asegurarse que el parecido con Sol era incontestable e innegable que el resto fuera todo Agua. ¿Desempate? Para qué.

La niña dejaba poco espacio al descanso nocturno cuando sus sueños atenuaban al máximo ese fulgor. Sus lágrimas evaporadas cuajaban en nuestro rostro de forma alternativa. Sólo tardó ocho años de nada en controlarse también durante el día y hacía tiempo que nos habíamos convertido en zombies amorosos devoradores de vapor y luz. "Siempre hay un roto para un descosido"

En el colegio, mi niña no lo pasó del todo bien. Los seres oscuros siempre buscan robar su energía a los luminosos porque es más sencillo que esforzarse en merecer recibirla. Y robar nunca sirve. Normal. Lo que se consigue así, sin trabajo, debe permanecer escondido y pierde su valor.

Ella nunca se desanimó y amigas-amigos=amigues llegaron, crecieron, cambiaron y marcharon ... por supuesto también amaron y aprendieron a sentir y omitir lo sentido. Con ella hubo quienes se quemaron los dedos habiéndola ofendido y  hubo quienes hiriéndola salieron ilesos al apagar desde dentro su candor. Ese era y es absolutamente su punto débil, poco oculto, demasiado fácil de disfrutar aún.

El corazón de algunas personas va en ocasiones por delante. Puede que acompañado por una sonrisa.
Qué lástima por quienes no quieren conocerlo ni saben respetarlo y ...
¡Qué ocasión para aprender, lavar tus prendas, tenderlas al sol y enjugarlas con aire puro!

NOTA:
Esa niña del dibujo, que es tan ... ¿Tú qué opinas? A mi me parece muy hermoso. Me encanta, porque es una niña de puro corazón y sonrisa afable. Pone sus manos entregando cariño sobre la camiseta del cariño mismo. Los pájaros chiquitos y regordetes como pimpollos simpáticos ... y no faltan refresco y gominola.


viernes, 3 de agosto de 2018

Un trébol algo místico

"La suerte es magnífica, pero casi todo en la vida es trabajo duro." Iain Duncan Smith


El trébol de cuatro hojas. Uno de cada 10.000 presentan la mutación genética de las cuatro hojas. Aquí va una de las muchas tonterías que se pueden leer sobre algo tan natural:
"... hay granjas en los Estados Unidos que se especializan en cultivar tréboles de cuatro folíolos, produciendo hasta 10.000 al día (envasados en plástico como encantos afortunados), alimentándolos con un ingrediente secreto genéticamente dirigido a las plantas para animar la aberración."

¿Aberración? Esta palabra se utiliza sin mayor trascendencia en biología.
"Acción, comportamiento o producto que se aparta claramente de lo que se considera normal, natural, correcto o lícito."

Pues no sé. "Psché" (como dice Mortadelo). Sin ser yo ningún genio de la ciencia y en particular de la genética, ignorante y por eso atrevido, digo que de no ser por las aberraciones en las primeras células que poblaron la tierra, no hubieran habido tal variedad de especies hermanas.
La naturaleza siempre está probando nuevas posibilidades. Todo es cambio, mutación ... y lo que funciona se queda, perfecciona y amplía y lo que no ... pues no tiene éxito. Ahí está la cuestión. Con los humanos puede ser diferente gracias a la inteligencia.
TREBOL. TREBOL. TREBOL. TREBOL DE CUATRO HOJAS. Ese era el tema. Sui, sui, sui.
Pues qué me pasa.
Hace muchos años tuve ocurrencia y oportunidad de buscar ese trébol que daba suerte en la finca de trabajo de mi cuñado.
En un área no muy extensa, empleando más tiempo del que muchos considerarían soportable, encontré la famosa hierba con 4 folíolos. F-O-L-I-O-L-O-S. Folíolos. Jé, qué bonita palabra.
Entré en la casa y fui a la cocina, donde se hacía la vida social. Allí estaban junto a la mesa camilla mi suegro con el periódico y mi cuñado fumando. Ni que decir tiene que para mi era preferible el salón. Sofá para mi solo, "latere quietem" y moscas, también para mi.

-¡He encontrado un trébol de 4 hojas! - Lo puse junto a mi cara. Detrás de un trébol especial que daba vueltas había una sonrisa también singular. Miraron. No se inmutaron. Mi cuñado sacudió la ceniza que crecía en el extremo de su cigarro Ducados, olor apestoso. Mi suegro bajó la mirada hacia el periódico y encogiendo los hombros dijo:
-Esos se encuentran a patadas ahí fuera.
-De estos no. Tiene cuatro hojas. Mira. - Se lo acerqué para que lo viera, ya sin sonrisa, como una persona normal, no sé, creo. La gente no siempre entiende lo que digo, pero creo que esto no ... en fin. Lo miró por encima de sus gafas de cercanías (ahora caigo que no lo vio) y añadió entre divertido y alterado para que se lo quitara de delante de una vez:
-¡Que sí! ¡!Que ya lo sé! ¡Que de esos hay todos los que quieras! - Mi cuñado ya tuvo que intervenir y se puso a discutir con su padre, momento que utilicé para evadirme al salón. A este hombre, al padre, siempre le he querido un montón y más, si cabe, en momentos así.
Khalil Gibrán. "El loco" y "El profeta". Esos libros lo llevé para tener algo que leer y pensar en lo leído. Me gustan las verdades profundas o creer por lo menos que son verdades intensas e importantes. Las más importantes de la vida. A veces con estas lecturas pequeñas te das cuenta de tus propios errores.

En el libro, "El loco" concretamente, página 103, "Una brizna de hierba", metí ese trébol. Dice:
"Una brizna de hierba dijo a una hoja caída de un árbol en otoño:
-¡Cuánto ruido haces al caer! Espantas todos mis sueños de invierno. - La hoja replicó indignada:
-¡Tú, nacida en lo bajo y habitante de lo bajo, eres insignificante e incapaz de cantar! ¡Tú no vives en las alturas y no puedes reconocer el sonido de una canción!  
La hoja de otoño cayó en tierra y se durmió. Y cuando llegó la primavera despertó nuevamente de su sueño y era una brizna de hierba.
Y cuando llegó el otoño, y fue presa de su sueño invernal, flotando en el aire empezaron a caerle las hojas encima. Murmuró para sí misma:
-¡Oh, estas hojas de otoño! ¡Hacen tanto ruido! ¡Espantan todos mis sueños de invierno!"

Vale. No sé si alcanzo a entenderlo. Pero quiero pensar que somos un ser Total que necesita cada unidad para que esa suma sea más valiosa que grande. Que nos debemos unos a los otros.
Ya. Filosofía barata de entreactos: STOP. ¿A qué viene entonces el trébol?

El trébol de cuatro folíolos está ahí entre los demás. Solo quiere hacer su vida con ellos. No busca ser descubierto ni diagnosticado como aberración genética. Quiere saber porqué siente el sol, el agua y la brisa con una energía, un sabor y una fuerza inusitada que le llena desde la raíz cubriendo cada célula de un entusiasmo capaz de colapsar su ser en ocasiones. No pide más y sin embargo quiere entregarse por completo.
¿Porqué yo veo un trébol así entre cientos distintos? Se me da especialmente bien ubicar a Wally en cualquier escenario pero esto es como buscar a Wally sonriendo en un dibujo donde todos fueran réplicas suyas independientes y con gesto serio.
Puesto que los cupones de la O.N.C.E. que compré no me volvieron millonario sé que no soy afortunado por ese trébol de cuatro folíolos sino por la capacidad de hallarlo.
Seamos amables con quienes nos rodean porque es una suerte poder conocernos, aceptar nuestros defectos y recibir a cambio quizá, un gramo de felicidad.


Ayer, 08-09-2018, volví a encontrar un trébol de 4. Mientras miraba la hierba lo ví. Me estaba llamando. Mi esposa dijo: "¿Qué estás mirando a esa chica, que tiene novio y todo?"

Yo no miraba a la chica, estaba en la línea de mirada tras esta hierbecilla, allá al fondo ... joven ... no entiendo qué tengo yo que ver con eso...

Bueno. Pues eso.
Otro trébol y la suerte está echada.

Tu nombre me sabe a yerba ...

Hoy, 15-09-2018, hemos vuelto a ese mismo parque. Pues a los 5 minutos me he encontrado este otro, que no es por nada pero es un trébol de 5 folíolos. O quizá no lo es y lo confundo porque no soy botánico aunque alguna vez las pasé canutas en el botánico, pero esa es otra historia.
Y muestro la foto. Pero me he dado cuenta que quito la vida  a lo singular y lo diferente y eso me parece fatal. Ya no volveré a arrancar ninguno. No quiero coleccionarlos. ¡Cómo no van a escasear si todo el mundo lo selecciona, se fija en ellos por su diferencia y como pago les quita la vida!
Hay que proteger lo diferente. Lo siento mucho, pequeños. Este halcón miope no volverá a sacaros de vuestro medio. Menudo lelo.

15-Agosto-2019 a las 20:15, para ser más concretos, mientras arrastraba mis pies por el parque junto al perrito, me he dejado llevar por el orgullo y he arrancado otro trébol de 4. Al poco rato se había puesto blando, desfallecido entre el calor y la muerte. El subidón de alegría duró poco menos que una vida cortada a mano con puño de acero. Nos sentamos en un feo banco de hormigón con respaldo y moho. Cuando José -otro paseante de perros- se iba acercando a nuestro lado, empecé a calcular la pregunta correcta. Me había cruzado con él minutos antes pero entonces no tenía medio / forma para hablar con él. Ahora volvía de su paseo y viéndole venir tuve tiempo y tranquilidad para pensar y decidir, así que pregunté:
-¿Lo quieres? Es de 4. 
-¿Qué? - A ver, ahora me doy cuenta que lo mismo tampoco fue la forma adecuada. O sí.
-Es un trébol de 4 hojas.
-¡Ah! ¡Qué suerte! 
-¿Lo quieres?
-Hombre, quédatelo tú que para eso ...
-Ya tengo. Se me da bien encontrarlos.
-Yo he buscado muchas veces pero nunca los he encontrado.
-He encontrado incluso de 5.
-¿De cinco?- (Lo mira)
-Se ha puesto fofo.
-Pero no pasa nada, se pone en una hoja y ...
-En un libro.
-¡Uy en una hoja! En un libro, así puesto... -Me mira. Luego al trébol y dice:
-¡Vale! Pues ... ¡Muchas gracias! -Vuelve a mirarme otra vez y se va.
-Adiós, Fermín.
-Adiós.
Le veo alejarse con su perro. Mi perro le ladra al suyo y le pido que no lo haga. Ladra otras dos veces confirmando que me ha entendido. Tiro de él, ladra una vez más y se vuelve mi mascota mirándome también y pienso: "Ahora lo tirará en cualquier lado y dirá que estoy como una regadera". Ese ni regándolo se verá tan bonito, tan tieso como el momento antes de matarlo.