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domingo, 7 de octubre de 2018

Memoria de una flor azul

“Una mentira que es una verdad a medias es siempre la más negra de las mentiras.” Alfred Lord Tennyson


Voy con el perro por el parque. Se detiene junto a un palo y lo olfatea. Veo una flor.

Una pequeña flor azul ... ¿tiene memoria?

Mirando hacia mi con sus hojas pareadas, casi lineales, entre un haz de hierba y un pelotón de tréboles ovalados que me disgustan, parecía saludar la tierna flor.

Contexto: esta preciosidad es un detalle que ofrece el jardín público más asilvestrado que silvestre de mi barrio y sin dudarlo un segundo ofrece su variado menú de deposiciones caninas abandonadas, frescas, secas y a la sazón del conocimiento de sus amigos humanos.

La flor me mira y yo la miro a ella.
_ _ _ _ _ _  (nenaza) _ _ _ _ _ _
_ _ _ _ _ _Flashback:_ _ _ _ _ _

La empresa estaba cerrando. Dos niñas -hermanas- en la calle se divertían.

-Voy a comprarme unos gusanitos. -Digo tras el escaparate al verlas felices con sus enormes bolsas Risi sin ketchup de 0,35€.

-¿Para ver el derbi del Athletic y La Real?

-NO. - Un no grave, rotundo y espantado. Si pudiera fabricar eco sería un NO "caverna style".

-Pues deberías ver más fútbol, que así quizá dejarías de ser tan nenaza.

No sé decir. Me quedo callado. Para él parece una frase dicha sin más. Pasa delante mio sin inmutarse, pero añade:

-¿Y no te apetecería salir con [vamos a inventar el nombre] Miguel de fiesta y cogerte una moña?

-No, no. - Pero... ¿estamos bobos o qué? si sabe de sobra que, respondo: El alcohol me sienta mal y yo no voy de fiestas y menos con un compañero de trabajo. - El tal Miguel se da por aludido:

-Oye, que tampoco te voy a hacer nada... - El otro vuelve a la carga:

-A lo mejor prefieres ir conmigo al parque con la niña a ver los patos...

Miro hacia el cielo pensando. No tengo duda sobre preferencia en el plan pero no tengo ni idea de porqué quiere compartir algo tan bonito. Me da tiempo para pensar.

-Pues a eso no me importaría ir ... - Y se pone en marcha y se despide:

-Bueno chicos, me voy que me esperan en casa.

_ _ _ _ Fin de recuerdo _ _ _ _

Conclusión: Los hombres al cuadrado no son tan amigos de las flores. Lo son de otras cosas.

Avanzo por el parque de vuelta a casa.

Decido sentarme en unas escaleras y el perro se echa. Es que a él le gusta mucho estar tumbado al sol. A pesar del fresco de 10 grados el sol tiene algo de fuerza y estamos a la abrigada del viento.

Aquella flor tiene memoria. En su genética hereda recuerdos de sus antepasadas y su epigenética recuerda el día a día de su vida.

Nuestra memoria es otra cosa. Nuestro cuerpo comparte ese formato pero nuestra mente se parecece a un sistema cibernético, a un autómata natural. Es por eso que Dominika estudia la memoria humana. Porque quiere demostrar que no todos los cerebros funcionan igual. Somos nuestra memoria y cómo se gestiona lo es todo en un ser humano.

Una serie de sensores nos ponen en contacto con el entorno. Dicen que son 5. Si mujer alguno más.

Igual que los autómatas con sus sensores: detectan el paso de objetos en la cadena de montaje, los pesan o miden, los llevan, preparan y terminan siendo capaces de entregar un montón de quesos para curar si un maestro quesero suministra todo lo que necesitan y la ingeniera en programación hizo bien su tarea.

Muchísimo mejor que cualquier autómata a día de hoy, la madre de mi esposa preparaba un queso artesano estupendo de morirse bajo la emoción gúlica.

Sentidos, memoria, acción y reacción.

La memoria  de mi esposa permite saber el quién, cómo, cuándo y porqué de las personas pero tarda mucho en reconocer -si lo consigue- alguna de las muchas películas que vimos juntos.

Mi memoria es menos útil y no me permite saber ni recordar generalmente casi nada de las personas pero unos segundos de película me bastan para saber si la he visto.

Cuando leo espacios de mi memoria, se activan imágenes, sonidos, olores y se desencadenan caricias, dolores, risas y llantos que van desde los grandes errores cometidos a la felicidad de los juegos con agua, del amor y su éxtasis pasional tan sano y natural.

Un equivalente autómata sería el total descontrol de la máquina: su imperfección y tirar los productos al suelo, sus poderosos brazos articulados golpeando a la cinta transportadora cuyos motores hacen avanzar y retroceder mientras el sensor láser duerme porque su emisor pasa de él y el escaner láser 3D prefiere dibujar en la pared de la nave intermitentemente una flor azul, unas niñas y una mariposa a los pies de una hada para terminar con una interrogación enorme hasta su bloqueo.

No entiendo nada.

[08-10-2018] He preguntado si lo pasó bien en el parque con la niña. Me contesta que no fueron al parque.

-Pero me dijiste que ibas a ir al parque. – Y responde:

-Te engañe. – Le miro mover aburrido papeles de acá para allá. El no me mira y me marcho a hacer mis cosas sin penas, sin dolor (bueno, algo mosca estaba).


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