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viernes, 23 de marzo de 2018

Niñas y Niños necesitan cuentos

"Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles más cuentos de hadas." Albert Einstein
El Brujo Pirujo - Silvia Álvarez Castellar y Mari Carmen González
Los niños necesitamos cuentos. Y las niñas.
Cuando somos pequeños, nuestros ojos crecen ávidos de colores. Historias sencillas y bonitas.
Nos gusta salir al campo con la familia, recibir sol, ver pájaros, hormigas y mariposas y aunque sea con repulsión (porque no todo bicho gusta) algún saltamontes o grillo. Y abeja que nos pique y meta miedo para siempre. O soportar moscas bobas. Jugar con tierra (pero no las lombrices en el culo), con hierba trébol, tocar árboles y subirlos si eso es posible, caernos de bruces y romper la piel por otro sitio más y guarrear (llorar).
A última hora nos pondremos tontos para no volver a casa y ver cómo Lucía encendía su bombilla (sigte dibujo). Nos dormiremos en el coche camino a casa con el estúpido run-run del carrusel deportivo si no queda otro remedio y ya llegando, si nos lleváis en brazos a la cama, de mil amores gracias.
La luz de Lucía - Silvia Álvarez y Margarita del Mazo
Son necesidades básicas y fáciles de conseguir pero todo eso y un poco más, de entre las pequeñas cosas del amor y la familia, es importante hablando de niños.
Y puede parecer que no pero los cuentos son muy, pero que muy importantes.
Y cogerlos en las manos, los dedos por el papel, son cosas que a los niños nos gusta repetir de manera incansable.
Que los papis-mamis-abuelis-hermanos lean alguno de los cuentos en la última hora del día nos transporta más felices a una noche de sueños.
Ya sé que hacen falta ganas, sensibilidad, tiempo ... incomodidades que ya no apetecen ... pero los niños y las niñas necesitan,   necesitamos  aprender todo eso: la expresión del esfuerzo, la dedicación del cariño y cómo unos y otros personajes sufren pequeñas peripecias para aprender que en la vida los amigos pueden ser importantes.
Las nenas, esponjas dicen que somos, como los nenes, ¡¡ tenemos un mundo por descubrir !! pero con dibujos y frases tan bonitas, graciosas como en los cuentos de Silvia y sus mil amistades, es más fácil.

Mirad el siguiente. Hay unas terapias con caballos. Bueno, no sé si el caballo puede dar cariño, pero no hace falta. Uno necesita abrazar un animal no predador y decirle que le quiere desde el fondo del corazón sin palabras, sin ser rechazado. Como en esta lámina. El caballo tiene una expresión de comprensión y cariño que ya quisieran muchos brutos de dos patas.

Kumo, cuento solidario con Fundación TAS e ilustrado por Silvia Álvarez Castellar y escrito por Susanna Isern 
Kumo, cuento solidario con Fundación TAS e ilustrado por Silvia Álvarez Castellar y escrito por Susanna Isern 
Las niñas no sabemos cuánto necesitamos estos cuentos.
Los niños tampoco. 
Pero de verdad. Esto es importante. 
Podéis comprar algunos cuentos cuando sea posible y si no llega el dinero, id a la biblioteca.
Traed cuentos bonitos que hablen de la solidaridad y el amor pero sobre todo del respeto hacia los nenes y nenas del cole y más si algunos son un poco diferentes.

Suena a tema resobao, pero es básico formarse lejos del ordenador y el móvil o la tablet y la consola y la televisión. Cuanto más lejos y menos tiempo con los aparatos, mucho mejor. Usad, buscad la imaginación, comprad la paciencia y vended las obligaciones, será muy productivo e interesante.

Ayudadnos a estar con otros seres humanos de edad similar. Vayamos al parque con la pelota, el patín o con nada más que con vuestra compañía, pero siempre de buena gana. Y acordaros de dejar el móvil inmóvil. 

Cuántas tonterías digo. No sé cómo convencer a nadie ... para mí es algo tan claro. . . como ponerles la música adecuada ... qué se yo.

Yo viví el cuento ilustrado por Ferrándiz "Toni el Valiente" que recuerdo con repelús porque nunca comprendí cómo podían vivir en una casa tan chica ni a dónde iba con tantos platos ni nada de nada. O el cuento del "Trenecito que ganó una medalla" que hablaba de una superación que sigo imaginando lograr. De tanto repetir sobre ellos puedo sentirme en pantalón corto con "loh ojoh secoh" de no pestañear. Hasta mis invitaciones de comunión eran de Ferrándiz...

Gracias a personas como tú, Silvia, el niño que llevo dentro sigue soñando cuando ve tu arte hecho a medida. Una medida tan ajustada a los niños que este que llevo dentro ha saltado de alegría, animado a decir todo esto. Gracias.
Bueno, y gracias a sus amigas escritoras/guionistas, Susanna Isern, Mari Carmen González, Margarita del Mazo, Lucía Vallellano, Julia Dweck y escritores/guionistos como David Izquierdo o Felipe Galán Camacho, creo. Ay... perdón por favor de todos los demás que me habré comido, que ya me he cansado de buscar nombres. Sois todos un grupo de personas afortunadas en amistad.

Os dejo con la cerillera de esta chica tan simpática. Una Silvia que debe amar la infancia para dedicarle gran parte de su vida. La de los niños que fuimos y los que os disfruten hoy con esa imaginación rebosando en la mirada.

Trabajo para iPhone o iPad de Silvia. Link al Pinterest de ella.





domingo, 14 de mayo de 2017

Lección de humildad

A lesson in humility.
La humildad es el sólido fundamento de todas las virtudes." Confucio

Tuvo su tiempo Eurovisión pero ya hace muchos, muchisímos años que no vale para nada. Es un gasto tonto, una reunión de piedras con una decoración recargada y fútil.

Ayer sin embargo entre tanta piedra pretenciosa surgió una pequeña flor como la violeta de Cazorla. 

Sencilla, humilde, preciosa.

Entre tanto amiguismo por países vecinos como hay en el concurso de eurovisión a la hora de votar, todos pudieron ver el valor de la humildad y el significado profundo y tan simple del amor interpretado por una persona amable y veraz que sabe lo que dice y porqué.

Gracias Salvador por tu lección de humildad.




Amar Por Los Dos

Sí un día alguien pregunta por mi
Di que viví para amarte
Antes de ti, sólo existí
Cansado y sin nada para dar
Cariño, escucha mis plegarias
Pido que regreses, que me vuelvas a querer
Sé que no se ama solo
Tal vez poco a poco vuelvas a aprender
Cariño, escucha mis plegarias
Pido que regreses, que me vuelvas a querer
Sé que no se ama solo
Ta vez poco a poco vuelvas a aprender
Si tu corazón no quiere ceder
No sentir la pasión, si no quiere sufrir
Sin planear lo que vendrá después
Mi corazón puede amar por los dos

lunes, 1 de mayo de 2017

espacial nave una tenia yo

I had a spaceship.
"Yo tenía una nave espacial con la que, siempre por la noche, solía viajar al infinito espacio exterior. Era algo estrecha, pero la comodidad era estupenda. Se parecía un montón a una cama. A fín de cuentas, Pipi Calzaslargas viajaba donde le apetecía, y lo que pensaran los adultos le importaba un bledo. Por suerte, yo era un niño y nada impedía que yo tuviera mi propia nave para volar. Coloqué todos los mandos en un panel, que quedaba sobre mi cabeza. Alcanzaba fácilmente los botones, que eran muchos. Y aquellos mandos eran precisos y de la mejor calidad. Salía a buscar nuevos mundos en esa nave-cama. También tenía una pantalla donde se veía el espacio y sus estrellas lejanas. 
Me sentía muy importante, porque, ¿cuántos tenían una de aquellas naves?. 

Para entrar en el mundo de los sueños, siempre me inventaba alguna historia fantástica ..."

Pero algo sucedió en medio de aquellos sueños infantiles que los años han cubierto de polvo y enterrado en suciedad. ¿Convertirse en un crío raro es lo mismo que haber nacido siendo raro? ¿Es lo mismo crecer y convertirse en un ser adulto lleno de temores y dudas oculto bajo una fachada distinta que convertirse en un hombre adulto sin máscaras y que lo tiene todo muy claro?

un hada en su casa
Esta nave que se propulsa con el cariño y la ilusión, va dejando rastro de margaritas y otras flores silvestres. Coge el aire de la ciudad, lo limpia, desintoxica y suelta con perfume a lavanda. Así da gusto. Roza las estrellas y te las hace ver desde lo más alto cuando cae sobre tu cabeza. 


Y yo perdí mi nave y quemé mis otras naves. Tópico de cáncer. El fracaso nació entre sus cenizas o el mismo día del parto. A estas alturas ya partí mi vida y sigo estando roto al medio. Pegado con cariño por todas partes y desgarrado por dentro en viciosos círculos más concéntricos que una inmensa cebolla sin sartén que la soporte.

"... aunque ya nadie puede devolverme mi fabulosa nave espacial, del hiper-espacio sideral, creo que veo, aunque muy lejos y con los ojillos empañados, la impresionante estela que siempre dejaba, mi querida y tan bonita nave espacial."

Soy un alucinado de la vida. "La vida es mucho más sencilla que todo eso..." dice lidia barrera aguado. Tiene mucha muchisísima razón. Vaya si la tiene. Pero para eso estamos algunos, para complicárnosla y buscar como excusa algo que nos pudo suceder. Y para aclararte no tienes otra cosa que la duda sobre uno mismo y algunas certezas dolorosas después de tanto tiempo transcurrido. Y te sientes muy impotente porque el pasado no se puede modificar y eres lo que eres y no consigues cambiarlo.

Escuchaba la canción de los secretos "Pero a tu lado" Rompería mis letras de tristeza que para nada sirvieron porque también he soñado con otra vida en otro mundo pero eso si, siempre a su lado. Eso es lo que me encanta de la canción. Todo lo tiene muy claro, terminar con todo y volver a su lado.


He muerto y he resucitado
Con mis cenizas un árbol he plantado
Su fruto ha dado y desde hoy algo ha empezado

He roto todos mis poemas
Los de tristezas y de penas
y lo he pensado y hoy sin dudarlo vuelvo a tu lado

Ayúdame y te habré ayudado
Que hoy he soñado en otra vida
En otro mundo, pero a tu lado

Ya no persigo sueños rotos
Los he cosido con el hilo de tus ojos
Y te he cantado al son de acordes aún no inventados

Ayúdame y te habré ayudado
Que hoy he soñado en otra vida
En otro mundo, pero a tu lado

Ayúdame y te habré ayudado
Que hoy he soñado en otra vida
En otro mundo, pero a tu lado
Pero a tu lado

sábado, 1 de abril de 2017

Hombres innecesarios

Unnecesary men
Mojo Wanj
Dibujo: Mojo Wang

Lejos de la poesía tonta y barata de adolescente enamorado que suelo escribir, lejos muy lejos de toda esta palabrería de la que suelo rodearme para tratar de decir cosas que nadie entiende, en un lugar muy lejano de mi mundo habita mi compañera.

Mi compañera es una mujer super-super especial. No hace falta decir que no me la merezco. Sé que no la merezco porque constantemente veo cómo la hago sufrir. Lloro ahora que no puede verme y dejo que la tristeza me llene. Ya la edad no admite las exaltaciones de antes así que es un llanto suave de pocas lágrimas y de garganta a presión de 1.2 atmósferas.


Ámame con o sin sentido; a contracorriente,
en todo momento
aunque no puedas seguirme y en lo desconocido.

Ámame si o no; a dolor vivo,
en lo profundo
de las horas más negras y en lo desconocido.

Quiéreme loco y quiéreme viejo; como aquello que nos es prohibido, desde lo rotundo de mis ojos
que ya no tienen brillo
y sobre todo ámame pues, en lo desconocido.
 
Cuando no sepas cómo, ámame piel sobre huesos
y lléname del músculo justo y el justo sebo que odio
por encima del buen sentido.

Y cuando ya no sientas nada, ámame infinito una última vez por lo egocéntrico de mis deseos, por lo imposible de estos sueños, por no tener dinero,
por no darte algo
tan sencillo, claro y fugaz como un veraz te quiero.

Y en lo desconocido sobre todo; cuando ya no sientas nada
por este loco y viejo cansino
o cuando no sepas cómo, con o sin sentido,
dime "ya no te quiero" y haré mi camino.



No puedo creer que la vida sea tan complicada
cuando lo que quiero es sentarme aquí y verte desnudo
No puedo creer que la vida sea tan complicada
cuando lo que quiero es sentarme aquí y verte desnudo

Esto es amor, esto es amor
Esto es lo que siento
[......]

¿Tiene que estar la vida llena de miedo?
Quiero perseguirte al rededor de la mesa,
quiero entrar en tu cabeza
¿Ha de ser una vida llena de miedo?
Quiero perseguirte alrededor de la mesa,
quiero entrar en tu cabeza

Esto es amor, esto es amor
Esto es lo que siento
[......]

No puedo creer que todo gire alrededor del sufrimiento
cuando sabes tan rico
No puedo creer que todo gire alrededor del sufrimiento
cuando mi cabeza arde

Amor, amor, amor
Esto es lo que siento
Esto es amor, esto es amor
Esto es lo que siento
Esto es amor, esto es amor
Esto es lo que siento

Incluso en verano,
incluso en primavera
No se puede recibir demasiado
de una cosa tan bonita

Tú eres la única historia de la que nunca hablé
Tú eres mi pequeño secreto sucio, quiero seguir asi
Tú eres la única historia de la que nunca se ha hablado
Tú eres mi pequeño secreto sucio, así quiero seguir

Vamos, ven, ayúdame a olvidar
Mantén las paredes para que no se caigan,
se están derrumbando
Vamos, ven, ayúdame a olvidar
Mantén las paredes para que no caigan sobre mí, derrumbándose
Mantén las paredes para que no se caigan,
ya que se están derrumbando

Esto es amor, esto es amor
Esto es lo que siento
[......]

viernes, 3 de marzo de 2017

La Grieta

The Crack.
"Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta." Sam Keen





Hay grietas por todas partes.
Una grieta anda cerca de dividir en dos un azulejo del baño y eso lo diferencia de los demás como si tuviera doble personalidad. Los demás son azulejos enteros y no partidos como él. Claro, a este le metieron un grifo por un agujero y así quedó jodido. Bien mirado, aunque roto, es un azulejo importante que cumple su función tratando de superar dificultades como todos.

Hay grietas recorriendo el falso techo del baño. La humedad ha resquebrajado su pintura y la despega, cayendo por acá y por allá cuando toca desplomarse.

Las grietas parecen avanzar a lo loco allí donde surgen y el techo no sabe cómo gestionar esta rara dolencia.

¿Hay grieta en un diente? Ese diente tendrá que padecer de placa que formará caries y puede que le cueste la vida en un futuro. Lo que muerde, a veces está siendo mordido con tremendos dolores que calla y grita equivocadamente.

Cristal con grieta en el coche avanza poco a poco en varias direcciones desde la zona de impacto de una piedra saltarina hija de su madre y cortesía del vehículo delantero. Siempre hay gente dispuesta a darnos lo que para sí no quieren.

El calor y el frío son aliados grietos. 

Una grieta amenaza a la roca que lleva miles de años violando las leyes de gravedad en Siberia

Roca de campo agrietada, recibe agua blanda pero que hiela y parte ferozmente como cuña y martillo en la uña. O la piedra recoge tierra y grano que crece y echa raíz. La presión osmótica de las raíces es menor que la del hielo, pero es capaz de horadar rocas también ¡Qué de malas hierbas nos crecen sin saber!

Una grieta en el mango del destornillador provocó que hoy, después de muchos ratos juntos se haya roto justo por ahí. Como todo lo que se encamina a terminar, dividirse o perder: por la parte más débil.

Las reparaciones no dejan igual el material como cuando es nuevo, fabricado de una sola pieza. Ni con el mejor de los tornillos, pegamentos o soldaduras. No queda igual la muela, el techo, la baldosa ... no. Ni queda igual una relación con disculpas tras un error.

Una grieta en una presa que retiene la presión de millones de toneladas de agua es un mal asunto. Cuando por fin el agua se abre camino, arrasa con todo lo que se le ponga por delante. Hay que liberar presión, dejar que corran los ríos por las cuencas ... 

El volcán Cumbre Vieja tiene una grieta que podría romper con la acumulación de agua y el efecto del calor volcánico una gran parte del mismo, precipitándose media ladera hacia el océano y creando un megatsunami que todo lo remueve, agita y aplasta. 

Grietas en el suelo que terminan siendo socavones tragalotodo o deslizamientos de tierra que sepultan todo a su paso. Nunca se sabe si pisamos tierra firme.

Pequeñas grietas en las uñas que cuidamos hasta crecer para cortarlas.

Pelo agrietado que habla de problemas en el cuerpo. Piel seca y agrietada que escuece según qué cremita pongamos. Una tripilla con una o más "grietas" producto de partos u operaciones salvavidas que aun bien cosidas, tampoco volverán a ser los vientres sanos de antaño. Cuerpos en declive.


Grietas que afean edificios y dan humedades y miedo a sus inquilinos. Nos ponemos feos también.

Grietas en gomas que ya no son tan elásticas y se romperán sin duda un día u otro. Paciencia que no da tanto de sí como los demás esperan.

Asfalto cuarteado en placas de tres metros que pretenden emular sobre los vehículos el traqueteo de aquellos trenes de antes. No hay presupuesto para poner pavimento nuevo encima. Los coches sufren un rodaje lamentable y hay que reducir la velocidad sobre él. El paso se va deteniendo.

Y un día se nos agrieta el amor. Todo se ve diferente. La edad, la vida, los sucesos del día a día. Lo que debió quedar callado y lo que se dijo sin pensar. El amor no admite pegotes tampoco. Las chapuzas, para según qué casos. Si esto sucede, compremos medicina pa sanar el dolor y borrar la memoria. O digamos adiós, si eso nos hace sentir mejor. 

No es mi caso. No es el tuyo.
Cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad.

Así pues:
"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor y si perdonas, perdonarás con amor." Cayo Cornelio Tácito


domingo, 6 de diciembre de 2015

El lobo amante

Wolf lover
"El amor y la muerte son dos huéspedes no invitados; nadie sabe cuándo vendrán, pero ambos hacen lo mismo. Uno toma el corazón y el otro toma sus latidos."
Todas las fotografias son de Laura Makabresku

Sale el lobo cada noche tras los breves pasos de su bella presa esquiva, olisqueando cada esquina, dejando hilos de seda tejidos por un deseo revelado de forma ancestral. Corre sigiloso y astuto por naturaleza, cada movimiento como un pequeño salto, imperceptible pero claro, por la senda del delirio infinito que recorre cada miembro de su cuerpo, fibroso y fuerte.

Puede sentir cercana su presencia cotidiana e imprescindible de tanto quererla, de tanto soñarla entre tanta lucha y tanta pesadilla épica. Puede percibir en su hocico el lobo negro las vibraciones tercas de unas pisadas ligeras, tiernas como fantasías sobre un paladar exquisito, presurosas y bailarinas entre herbajes ateridos, las patas del cervatillo.


Sale el venado blando entre el miedo milenario y la hoja afilada del crepúsculo inevitable. Se cree a salvo con menos luz y menos horizonte, con menos ojos curiosos y menos olores, con menos sonidos sin concierto entre tanto incisivo ilusorio y a la vez tan aledaño y auténtico.


Grazna el cuervo de día pero guarda para la prenda nívea de las hadas su pico torvo  y arqueado  durante el ángelus. Aguarda dueño del tiempo y con paciencia el devenir inaplazable de la sangre manando hasta la última gota de aquella rapiña pequeña y desarmada que progresa ajena por entre matorrales y broza sin que su madre lo sepa. Quedará con seguridad para sí los restos de la caza pútrida y luego las pieles secas y después los huesos limpios que nadie quiera.

Yace la naturaleza ya muerta de hojas ocres y pétalos secos sobre cuartillas viejas en frascos sellados por corcho marchito.

Ven los ojos del lobo la criatura cerca. Sabe el ínfimo ciervo cómo orienta las orejas agudas su fiel arquero. Dispara su ballesta y brinca la pieza en un suspiro contra la última luz que restaba del atardecer. Mira quieto el cervatillo entre los profundos luceros del devoto lobo. Acaricia este el vientre de su amada con el beso fresco y descarado de su hocico  y ella quiere ser incendiada de amor desde su cadera hasta lo más recóndito del nido. Y él clava pausadamente su diente del querer con todo el cariño porque ella lo acepta en un temblor único y femenino. Y ambos se agitan intensos y apasionados al compás del único latido. Frenéticos entrecruza su negra piel vigoroso contra aquellas patas quebradizas, pálidas,  rasguñadas y lisas.

 

Qué éxtasis tan vehemente nos une cuando somos presas del instinto y cómo el tiempo lo deshilacha al acecho, escondido entre nuestras fibras más fuertes y más densas, aquellas que ilusionados creíamos eternas.

Волк любовника. (Wolf love)

El lobo y su cervatillo - foto de Laura Makabresku




sábado, 17 de octubre de 2015

Laura está loca

Laura is crazy.
"El amor y la locura son los motores que hacen andar la vida." Marguerite de Yourcenar

Fiesta Holi del color


Laura Makabresku
Y porque "Laura está loca" se lesiona. Como "está como un cencerro" acaricia su piel con cualquier cosa afilada: cuchillas, cuchillos, vidrios ... y si no los encuentra, utilizará cualquier cosa puntiaguda que sirva para arañarse, aunque duela más y deje menos marcas y a.s.i. podrá satisfacer su supuesta necesidad de dolor. 

El dolor físico distrae a esta chica del dolor que produce su mente. Su mente está enferma pero ella no está loca. Lo ha dicho el psiquiatra que la trata (tengamos esto como suerte para ella) y ha recetado unas pastillas que aplacan sus nervios durante el día y sedan su ímpetu al llegar la noche. Son productos de la industria farmacéutica que aliñan la ensalada química cerebral del paciente con resultados agridulces y faltos de frescura generalmente.

A Laura le daba por hacer partícipe a los demás de sus extrañas ocurrencias. Mejor no poner ejemplos propios e íntimos de ella. Los "no locos" nos asustaríamos mucho. Menos mal que los hospitales psiquiátricos han quedado reducidos a alguna planta reservada de hospital para casos extremos.
e.m. .- Enfermos mentales
¿Los e.m. necesitan compañía o vigilancia? No lo sé. Quizá ambas y una dosis de pastillas apisonadora que anulen los altibajos.

Rosa era la compañera sentimental de Laura hasta el día en que la naturaleza de su enfermedad superó las barreras químicas camino de la inhibición y cerró desnuda tras de sí la puerta de su casa para golpear la puerta del vecino. Tímido y solitario, Enrique, lloró y lloró por no haber dejado pasar a su vecina favorita en aquel estado. Lloró mientras contemplaba su estúpida cara de hombre que hacía lo correcto. Lloró amargamente porque lo normal sería haberla ayudado pero pensó que ella quería el sexo anormal con que él soñaba frecuentemente. El no podía aprovechar así la única oportunidad de su vida. Se quitó las gafas, llenas de llanto y vaho y vió su reflejo colorado, borroso y desencajado. Aquél día nadie sintió su inmensa pena y nadie echó de menos su ausencia en el trabajo ni entre su familia tras quitarse la vida desangrado en la bañera de su casa. Alguien dijo que Enrique era un loco solitario.



Laura en cambio encontró lo que buscaba en la siguiente puerta, donde vivía el monitor hormonado y testosteronico colegiado con Nro 101.303. Este desgraciado ensanchó aún más su cara cuadrada de crédula satisfacción al ver a su vecina llamando desnuda a su puerta. La hizo pasar dentro y quiso entrar en ella con su potencia muscular inservible para desparramar precozmente su hombría a las puertas de ella. Laura rió como ríen aquellos que llamamos locos y don pollo nandrolona la insultó y la empujó al corredor del portal.

Así las cosas, Laura se queda sola. Sola con sus monstruos. Su cabeza está llena de amargor y ya no duerme. Sabe que necesita compañía y ayuda, pero nadie quiere cuentas con un e.m., y ella sola no sabe encontrarla. Las lesiones de su piel están curadas pero se han reabierto las psicológicas. La muerte juega con ella a los dados, pero no saca nunca el triple seis. 
Ha dejado de comer. Pide a la muerte que se haga su amiga pero cuando acude a buscarla se equivoca de piso. Sus vecinos han recibido visita. Corazones anabolizados que no pueden más y corazones rotos de amor en frascos de cristal.

Laura está tan delgada que muere en un suspiro y un segundo después, lleva en su mano el relevo: la azada todopoderosa. Y cubre la calavera su esqueleto con capa negra y capucha.
Rosa tiene una nueva amiga y ríe con ella. Su cerebro destila por sí solo todos los ingredientes para una ensalada. Da lo mismo si es perfecta o no, porque a ella le agrada y también gusta el sabor de la química que desprende su amiga. Rosa también guarda en una caja olvidada, encima y al fondo de su armario, los recuerdos de Laura tal como era antes de enfermar. 
Y ahí se quedarán.


Espiritu Holi
Un día alguien puso como estado en su Whatsapp: "No te enamores de mi. Tengo una enfermedad mental." - No es una frase para decirla al mundo abiertamente. Las personas que creen conocernos no necesitan saber si tenemos una enfermedad mental. Condicionar a los demás con un mensaje semejante no nos ayudará a salir de la enfermedad. Los demás nos dan igual, claro, pero ese es otro error. Los errores van quedando encadenados y al final terminan amarrándonos al dolor de forma irreparable.

Y aunque todo esto sea triste, hay que buscar el espíritu Holi, todo sea porque el bien triunfe sobre el mal, al menos alguna vez que otra.

martes, 30 de abril de 2013

MARIA Y YO - Maria Gallardo y Miguel Gallardo (autismo)

"He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste y olvidará lo que hiciste pero, lo que la gente nunca olvidará, es cómo les hiciste sentir." Maya Angelou 
Hoy encontré este libro:


Que Miguel esté encantado con María, es natural.
María es su preciosa hija. EH?
¿QUE NO ME CREEIS? Necatus et stultus sois. Ved la imagen a continuación:


Desde luego, la sonrisa es contagiosa, como dice su padre.
Tienen un blog "mu" chulo. (Abandonado a fecha Junio-2012)
Aquí: mariayyo-gallardo.blogspot.com.es


Y bueno, pues me encanta este libro.
Es una prueba de que el amor incondicional existe. 
Será, en términos generales, otra prueba más o no, pero esta es una demostración única. Como María es única.

Gracias María, gracias Miguel. Y un botón de muestra del contenido.







Y hay una parte que me llama la atención.
Cuando María deja caer la arena rozándole entre los dedos, mirando de cerca cómo fluyen los granos, cómo escapan y se alejan y confunden entre los demás. Cómo cada uno forma parte de un todo, imprescindibles cada uno, ocupando su espacio, todos amigos e iguales, todos en la montaña rusa, tomados en volandas para ser liberados en su mano, todos corriendo en la manada, como gotas en la cascada, despacio para nosotros y a velocidad de vértigo para ellos.

Cuando era niño, tenía fascinación por mirar las cosas de cerca. Las ponía lo más cerca de algún ojo y observaba las cosas grandes desde el punto de vista de las cosas pequeñas. Y jugar horas con el agua en el lavabo hasta arrugar la piel de los dedos... Me recuerdo de niño haciendo eso y me siento como María, cada uno feliz en sus cosas, en vuestro mundo. Llegué a tener sueños repetidos donde la relación entre lo grande y lo pequeño era algo... cómo decirlo, ¿asombroso? ¿obsesionante? ¿revelador?:

Soñaba que estaba en un gran espacio que albergaba infinidad de columnas verticales, perfectamente rectas y perfectamente lisas. La cuestión es que las columnas eran iguales en todo excepto en su grosor. No distinguía su base ni su techo. Y su diámetro podía ser inmenso, mediano, fino y extremadamente mínimo, menor que el de un cabello. Tener consciencia de la diferencia extrema en el tamaño era algo que me dejaba en "shock". Este sueño repetido formaba parte de mis pesadillas.

En el colegio, veía una partícula sobre un libro, y me ponía en el sitio de la partícula. Salir de esa explanada sería para esa partícula toda una hazaña. No hace falta decir que en clase estaba en otro mundo y mis notas eran del inframundo.


Jajajaja, cada uno tiene sus propios rituales, ¿no?. En fin.


Y en youtube tienen un vídeo explicativo, aquí:




JA, qué bueno. En la peli dice que en lugar de jugar con sus muñecos, los ponía en fila india. ¡Leches! Yo ponía mis coches en fila india para ir al garaje a lo largo del doble pasillo y mi padre se ponía negro porque empleaba todo mi tiempo en eso. Decían los psicólogos que era un insociable. Además, también tengo fascinación con cosas que giran. Dar vueltas a todo tipo de objetos me deja sin parpadeo. Ver como se paran poco a poco... Y en una ocasión estaba trazando la figura de infinito en torno a dos piedras con la bici y no me daba cuenta del tiempo que llevaba haciendo eso, hasta que mi suegra me pegó tal bocinazo que me sacó del trance: 
"¡¡PERO QUIERES DEJAR DE DAR VUELTAS!!" 
Que cosas. A lo mejor todo tiene algo que ver, y por eso me quedaba solo en una columna del cole cuando tenía 6 o 7 años, en lugar de jugar con los otros nenes. ¿¿¿-???



16-12-2019: Tienen su propia peli. Podés verla clickando en la imagen siguiente. Que emoción cuando María se queda mirando las partículas de polvo en el avión. Me caían lágrimas del tamaño de botellas de coca-cola porque es algo que también me deja boquiabierto, emocionado, el polvo en suspensión a contraluz, su movimiento, flotando contra la gravedad, corriendo, escapando a mis dedos ... 



viernes, 26 de abril de 2013

EXILIADOS - Un cuento de Neil Gaiman (de The Sandman Vol.7)


Cuando era niño vivía entre bosquecillos de moreras.
En verano, las moreras manchaban la hierba verde de púrpura carmesí.
Pájaros de mil colores bailaban en el cielo cuando era un muchacho.
Alegraban el día con sus intrincadas canciones.
"Somos quien elegimos ser", cantaba el jilguero cuando el sol estaba en lo más alto. "Tengo sueños, sobre sueños, sobre sueños", cantaba el ruiseñor bajo la luna pálida.
[Los textos entre corchetes, para suplir la carencia de los imprescindibles dibujos, no pertenecen al guión original]

Las muchachas de mi pueblo tenían los labios como ciruelas
y eran mucho más guapas que las muchachas de los otros pueblos
en los días de mi juventud.

Ahora que soy más viejo, respeto la voluntad de los dioses.
Hace mucho tiempo, aprobé los exámenes
y me nombraron prefecto de toda una provincia.
He estado al mando de ejércitos y he aconsejado a dos emperadores.
Puse a su disposición toda mi sabiduría y a sus órdenes todos mis conocimientos.
He tenido riquezas en abundancia, una esposa, un hijo y muchas concubinas.
Solo el fénix se eleva
y ya no desciende.
Así pues, en el crepúsculo de mi vida, me envían al exilio,
lejos de la corte, de la familia y de todo lo que conozco.

En mi viaje he visto muchas cosas extrañas.

Al atravesar las montañas Nan Shan nos atacaron los lobos,
animados por una criatura raquítica a la que consideraban su rey.
Cuando lo matamos, los demás se desanimaron.
He soñado con las responsabilidades de los emperadores.

Hace muchas leguas que no oigo al ruiseñor.
Pero he tenido sueños, sobre sueños, sobre sueños.

Viejo amigo, esta carta solo te la escribo mentalmente, pero
es una carta magnífica con un perfecto manejo del pincel.
Las manos viejas no tiemblan ni duelen
cuando la carta se escribe en el aire.

Cuando nació mi hijo, el emperador encargó unos fuegos artificiales.
Estallaron en el cielo nocturno como girasoles de luz.
Ahora mi hijo está muerto y yo estoy exiliado.

El desierto es gris: arena gris bajo cielos grises,
y le digo a mi guía: "Este desierto es gris", y él me da la razón.
Es un hombre de un pueblo de los alrededores.
Le pregunto cómo se llama el desierto, pero mi guía no responde.
El desierto tiene un nombre de mal agüero, y
el mal agüero se ha convertido en mi vida.

Mi hijo se alió con el pueblo del Loto Blanco.
"Tienes suerte de que no te haya cortado la cabeza",
me dijo el emperador.
Y aquí estoy, con arena en la barba, los ojos y las orejas,
con los pensamientos bañados por el gris y la arena.
Los sueños, como la espuma de mar, lo bañan todo.

En el pueblo donde contraté a mi guía me encontré una gatita,
blanca como la flor del cerezo.
Me llevó hasta unas rocas a las afueras del pueblo y
me mostró a sus gatitos.
"Si encontramos gatitos, los matamos", dijo el posadero.
"En el pueblo apenas hay comida para los hombres."
Esa noche volví sigilosamente hasta las rocas, aunque hacía frío, y
me guardé en la manga al más pequeño de los gatitos.
En esta travesía del desierto apenas tenemos agua para nosotros.
Solo un necio se traería un gatito.



Hoy me ha clavado tres veces las uñas.
Sus ojitos aún son de un color azúl turbio.
Cuando paramos para orinar, el gatito hace lo mismo.
Espero que viva hasta que lleguemos a la ciudad de Wei,
al otro lado del desierto.
En Wei viviré los años que me quedan.
Suave, suave silba el desierto, como
el chapoteo del mar contra los guijarros de la playa.

-¿Has dicho algo, maestro?
-No he dicho nada.
-Disculpa, maestro, me ha parecido oírte hablar.
-Estoy redactando cartas que quizá ponga por escrito cuando termine este viaje y estemos a salvo. Así ocupo la mente mientras viajamos. ¿Tú haces algo para mantener la mente ocupada?
-Rezo, maestro, para que el todopoderoso y todos los dioses menores nos hagan cruzar el desierto sanos y salvos. También tengo esperanza.
-He oído que en este desierto florecen los espejismos. Que lo recorren fantasmas y espíritus de zorro que roban a los viajeros y los desvían de su camino.
-Así es, maestro.
-¿Cuánto falta para que se haga de noche?
-Varias horas, maestro.
-¿Y hasta que crucemos el desierto?
-Al menos un día más, maestro.

Mi guía lleva campanitas de plata cosidas a las mangas
y a la brida de su caballo.
En el desierto, el viento a veces se levanta de repente.
Suele pasar que los que entran no vuelven a salir.


El emperador no ordenó que me matasen pero tampoco
le apenaría demasiado si le informaran de mi muerte.
Le aconsejé sabiamente, a él y a su padre antes que a él.

Aquello que se sueña no puede considerarse que no se ha soñado.
Llevo muchos meses de viaje.

Presa de una honda pesadumbre, sueño con una taza de vino.
Me imagino una taza de porcelana.
Vierto el vino caliente y sorbo, exquisitamente.
Pero no tenemos vino, y escaso es el vino del recuerdo.
Calor y frío, anocheceres y amaneceres.
Esta es mi suerte.

A veces pienso que mi viaje no terminará nunca.

La arena del desierto me azota la cara.
Siento como si me azotaran la cara con látigos de alambre.
Mi esposa torturó una vez a una sirvienta con látigos de alambre:
Faltaba un anillo de oro y la muchacha era la única sospechosa.
Mi esposa la mató antes de que pudiese confesar.
Muchos años después encontramos el anillo
entre dos tablas del suelo.

Las riendas se relajan entre mis manos
y esta noche me pesan los años.
Le digo al mozo que voy a desmontar y él sujeta al caballo.
La arena que trae el viento me ciega...
... y no veo nada.
Y cuando recupero la vista, estoy solo.

Los sabios dicen que todo lo enterrado quedará algún día al descubierto.
Si esperase un rato, oiría el tintineo de las campanas de plata.
Y reanudaríamos nuestro viaje hacia la ciudad de Wei.

No es la primera vez que tengo espejismos,
los he tenido en otros desiertos.
Una vez, en el lejano sur, vi el Palacio Imperial
con cada baldosa y cada grabado, aunque se desvaneció al acercarnos.
He visto el oleaje del mar en lugares donde no había agua.
Ahora ondean orgullosas banderas carmesíes, 
aunque el viento ha amainado, y
el aroma de la resina ámbar de pino llena el aire.
Oigo la canción de los ruiseñores y huelo a moras aplastadas.
Y caminando hacia mí, veo a mi hijo.
"Estás muerto", le digo. Y él agacha la cabeza.
"Estoy muerto, padre", me dice.
"Me cortaron la cabeza y las manos. 
Arrojaron mi cadáver a una fosa y ni toda 
la magia del Loto Blanco pudo salvarme."
La arena se mueve bajo mis pies. 
No logro encontrar el equilibrio.
"¿Dónde estamos?".
Le pregunto a mi hijo, que está muerto. 
"¿Me he unido a ti en las terrazas oscuras?"
"¿Esa tienda es la morada del Prefecto de los Muertos?"
"Mi padre sigue entre los vivos." Responde mi hijo.
La ira se apodera de mí y se lo reprocho.
"Si te hubieras contentado con la superficie de
la vida, todos habríamos sido más felices. Nada 
bueno surgió de tu estudio de las artes mágicas."
Mi hijo agacha la cabeza. 
El gatito bufa, asustado, y huye. Corro tras él.
-¿Padre? Soy tu hijo. ESE no es más que un gatito. ¿Porqué me abandonas para perseguirlo?
-En vida eras toda mi alegría. Ahora que estás muerto, sólo te veo en sueños. Y al despertar, mi almohada está húmeda por culpa de las lágrimas. El gatito está vivo y necesita mi ayuda.
-¡NO vayas ALLÍ!
-Cuando estabas vivo, no hacías caso de mis consejos. Yo estoy vivo, y tú, muerto. Tomaré mis propias decisiones.

Qué raro es este desierto: me rodean los mástiles de barcos destrozados. Subo hasta una duna y llamo al gatito con palabras de consuelo.

[El hombre entra en la tienda que hay en lo alto de la duna. Dentro se encuentra Morfeo, rey de los sueños y el hombre se dirige a él sin conocer su identidad]

-¡HEY! ¿Qué haces aquí, en este antro de demonios? ¿Te has perdido, o eres tú también un demonio?
[Morfeo, de espaldas él, está sentado sobre el suelo con las piernas cruzadas. Antes de obtener respuesta, advierte:]
-Disculpa mi franqueza, pero soy viejo y seguramente mi carne sea demasiado fibrosa y poco sabrosa. No creo que le gustase ni a un demonio.
-No soy un demonio, honorable maestro Li.
-¿Sabes mi nombre? Ahora estoy seguro de que eres un demonio.
-Conozco muchos nombres, maestro Li. ¿Porqué has entrado en mi tienda?
-El emperador me ha enviado al exilio. Y he entrado en tu tienda, señor, buscando a mi compañero de viaje, un gatito.
-Ah, vienes con Camina Sólo de Noche. Aquí está. ¿Mrrr?
[El gato maúlla tras la llamada de Morfeo y, misteriosamente, este añade:]
-Estás a miles de leguas y a cientos de años de tu casa.
-¿Cientos de años?
-En cierto modo. Estás en uno de los lugares blandos en las fronteras del Sueño. Vengo aquí de vez en cuando a pensar y a recordar.
-Mi señor, nadie sabe qué nos depara el futuro, y es posible que mañana ya esté con mis antepasados.[El hombre recoge sus manos sobre el vientre y explica tranquilamente:] Hoy ya he visto a mi hijo, a quien mató el emperador, y lo interpreto como una señal de muy mal agüero. No sé qué eres, pero creo que no quieres hacerme daño. [inclina la cabeza] Tengo algo que pedirte: una plegaria de alguien que sabe que, aunque los dioses escuchan y atienden todas las plegarias, no es imposible que la respuesta sea "NO".
-Sigue.
-Llevo muchas leguas soñando con una taza de vino. No con un pellejo entero de vino, pues me pondría achispado y me volvería insensato. Sólo una taza de vino para entrar en calor.
[Morfeo se lleva la mano izquierda a la boca en actitud pensativa y contesta:]
-Dentro de un tiempo, o hace un tiempo, un joven me dio agua en este desierto, aunque no tenía gran cosa que ofrecerme. Sería descortés por mi parte darte menos de lo que él me dio. Toma.
[Le sirve vino en una taza. El hombre, ahora sentado, lo toma cerrando los ojos con exquisitez y dice:]
-Estaba rico. Rico como en mis sueños. Toma, por favor. Debo pagarte.
-Guárdate la moneda, maestro Li. Dásela a quien la necesite. 
[El hombre mira la moneda contestando:]
-Se la daré al primer mendigo que vea, señor.
[Morfeo, ahora en pié, con los brazos cruzados cuenta, refiriéndose a su propia experiencia:]
-Erase una vez un sabio que quería a su hijo tanto como querías tú al tuyo. Un día, el hijo murió, pero su padre no derramó una sola lágrima por él. Cuando le preguntaron porqué, respondió: "No lloré por él antes de que naciera y no lloraré por él ahora que ha muerto". ¿Qué opinas?


-Me parece una estupidez. Lloras, porque lo que toca es llorar. Pero tu dolor no es inútil: no te conviertes en esclavo del dolor, sino que te despides de los muertos y sigues adelante.
-Así es. [Se agacha y acaricia al gato, que maúlla] ¿Mrrr? De acuerdo. Si tienes que irte... Adiós, Camina Solo de Noche. Parece que ya te vas, maestro Li.
-¿Señor? ¿Hay algún modo de salir de este desierto?

[El hombre vuelve los ojos hacia su interlocutor, pero se encuentra solo, sobre la arena en lo alto de la duna, con el gatito a su lado. Ambos caminan sin rumbo, mientras la invisible y gigantesca mano de Morfeo toma y deja escapar entre sus dedos la fina tierra del desierto.]

Sigo al gatito por las arenas movedizas. Mis viejas piernas tropiezan.
Me siento más viejo que P'eng. Y entonces oigo el murmullo de voces.
Y al otro lado de la llanura, oigo el sonido de la locura.
HA! HA! HA! HA! HA! HA! HA! HA! HA! HA! HA! HA!

[El hombre se acerca al origen del sonido y encuentra una vitrina sobre un pedestal, con un muñeco de marinero que ríe alocadamente. Junto a esta, se abre un abismo que no puede cruzar para alcanzar el otro lado. Se vuelve a mirar la vitrina, que ahora es una máquina de extraer regalos dirigiendo con un mando la pequeña grúa. Elige un puente.]

Cruzo el puente y me digo 
que estoy soñando.
A medida que crece el crepúsculo
amarillento, mis pensamientos se
vuelven agitados e inquietos.
Una vez cruzado el puente, me entra la duda:
¿He cruzado el puente?
¿He experimentado lo que ya he 
experimentado?
No sabría decir, no lo sé a ciencia cierta.
Mis pies me llevan ante una tienda por
segunda vez.
Oigo voces graves, jinetes lejanos, 
un trueno remoto.

[De nuevo, Morfeo, reencarnado en sí mismo tiempo atrás a través de una gran esmeralda, lleva una túnica blanca y a modo de colgante sobre el pecho, esa esmeralda. Está quieto en pié con los brazos cruzados, entre el hombre y la tienda, y habla:]

-Hola, maestro Li.
-Lo mismo digo, maestro. Disculpa la confusión de un viejo, pero ¿No nos conocemos de antes?
-Nos conocemos, maestro Li.
-Al otro lado del abismo había un hombre que podría haber sido tu hermano.
-Me conociste, maestro Li, hace mucho tiempo.
-Entiendo.
-Eres sabio. [Morfeo se agacha para acariciar al gatito -maúlla- y le dice:] Tú también, valiente. ¿Quieres caminar junto a mí, maestro Li?
-Haré lo que me pida mi señor. [Los tres marchan, Morfeo, el maestro Li y Camina Solo de Noche]

Cabalgaron los jinetes hacia nosotros, envueltos en una nube de polvo. Se oía el tintineo de jaeces y bocados, el sonido de lanzas contra escudos, de fustas de plata contra los ijares de los caballos, y el ruido de cascos resonaba como el trueno por la arena.

-¿Eres el señor de este reino? [preguntó uno entre los jinetes]
-Si. [unos pasos detrás de Morfeo, el maestro Li aguarda junto al gatito]
-Mi señor, llevamos mucho tiempo cabalgando.
-Por eso estoy aquí. Ha llegado la hora de que abandonéis este lugar.
-Pero mi señor... ¿Qué será de nosotros? ¿Nos devolverás a las épocas y lugares de los que procedemos? ¿o nos desharemos en polvo y, olvidados, seremos uno con el desierto? ¿Omnia mutantur, nihil interit...?

[y Morfeo contesta:]
-Quizá

Las llamas bailan en la blancura de su túnica.
Niega lentamente con la cabeza.
No sé si está sonriendo.
Quizá sonríe.
Y luego se da media vuelta.
Se oye el sonido de un trueno en verano, suave y lejano.
Estamos solos en medio del silencio.
Solo se oye el silbido del viento en la arena.

-No me gustan las cárceles maestro Li. A veces sospecho que construimos nuestras propias trampas y que caemos en ellas fingiendo sorpresa. Que la vida es así para todos, desde el Altísimo hasta la criatura más despreciable de la creación... Pero sea o no este el caso, sigue valiendo la pena abrir jaulas. Liberar al prisionero sigue siendo un acto virtuoso.
-Eso dicen los sabios.
-Las herramientas, claro está, pueden ser la más sutil de las trampas. Sé que algún día tendré que destruir la esmeralda. [Pero el hombre no comprende el mencionado significado y utilidad de la esmeralda]
-¿Mi señor? [Morfeo cree innecesario explicarse y cambia de tema]
-Pero ese día puede esperar. ¿A dónde te diriges, maestro Li?
-Al exilio, señor, el emperador ya no necesita mis consejos.
-Entiendo. Lo siento. ¿Querría el venerable maestro Li hacernos el honor a mi modesto reino y a mí de actuar como consejero? ¿Y quedarse en mi humilde castillo todo el tiempo que desee?
[El hombre inclina la cabeza mientras piensa. Recoge las manos a su espalda y levantando la cabeza contesta:]
-Eres tú quien me honra al ofrecérmelo, señor. [ahora se lleva las manos atrás, sobre sus caderas y reflexiona mirando al suelo para decir:] Parto al exilio: me han condenado a ser prefecto en el puesto más lejano del imperio. Soy viejo y el emperador aún es joven. No espero recibir jamás un mensaje que me diga que puedo volver a casa. No viviré para volver a ver a mi esposa, ni el pueblo donde nací. Pero me he pasado la vida obedeciendo la voluntad del emperador, y el emperador me ha enviado a la ciudad de Wei. Haré lo que me ha ordenado mi emperador.
-Entiendo. Si cambias de idea, díselo al gatito. El me lo dirá a mí.
-Como desees, señor. 
[desea resolver una duda y pregunta:]
-Señor...  ¿Qué es lo que ha dicho el portavoz de los jinetes cuando se ha desvanecido con ellos?
-Omnia mutantur, nihil interit. "Todo cambia, pero nada se pierde." Buen viaje, maestro Li.

[La esmeralda brilla. Morfeo se desvanece entre ondulaciones y dunas por las que a lo lejos reaparece el guía con los caballos. El maestro, que ahora está tendido, dormido, chilla y se incorpora ante el mordisco del gatito]

Mi guía había pensado que se me había tragado el desierto, que me habían secuestrado los ogros y los espíritus de zorro, los demonios o los fantasmas.
El gatito me salvó la vida al hacerme gritar.
Pienso en el grito de un recién nacido al llegar al mundo.
Tengo la barba y la ropa llenas de arena y el cuerpo dolorido.
¿Fue un sueño? ¿Solo un sueño? ¿O simple locura?
Fuese o no real, me comporté correctamente, y
la corrección en el comportamiento es una de las virtudes cardinales.
Vuelvo a meterme el gatito en la manga.
Le he salvado la vida y él me la ha salvado a mí.
Es responsabilidad mía.
No podemos eludir las responsabilidades.
Aquello que se sueña no puede perderse,
ni considerarse que no se ha soñado.

Tomaré pincel y papel en cuanto llegue a la ciudad de Wei, viejo amigo.
Pienso en ti, y en mi esposa, sola y deshonrada en la capital.
Y en mi hijo.

Estoy exiliado en la inmensidad gris
del fin del mundo,
pero ya no me lamento;
agradezco el dolor de la mano.
Imagino el sabor de las moras 
en el crepúsculo violáceo.
Y mañana llegaré a la ciudad de Wei.

Solo el fénix se eleva
y ya no desciende.

Y todo cambia. 
Pero nada se pierde.


FIN.----------------------------------------------------------------------------------------------------

He transcrito y robado este guión de Neil Gaiman,
para mi amiga, el hada Hasivi.