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lunes, 6 de septiembre de 2021

Todo comienza, todo termina.

"Me gustan las gentes que ven la vida con ojos distintos que los demás, que consideran las cosas de otro modo que la mayoría ... Quizá me ocurra esto porque he vivido siempre con seres demasiado normales y satisfechos de ellos mismos." Nada, Carmen Laforet

Ping y Pang Theory
Ahora sé porqué no me gustan las atracciones de feria. Desde que monté en esta del Big-Bang ...


 No exacto por ese orden.

La vida de un nuevo ser comienza, se desarrolla y ... termina en un periodo de tiempo que varía entre meses y años de felicidad, sufrimientos, a lo largo de una gama completa y diversa en magnitudes.

Todo es cuestión de tiempo. Hasta la roca se crea, crece, divide en miles, millones y miles de millones para acabar diseminada entre el polvo de las estrellas como toda materia.

También las personas somos otra materia cualquiera que termina hecha polvo sin lugar a duda.

En ocasiones hubiera sido mejor no empezar nunca. El famoso cogotón, desnuque a los hijos de los pobres, los marginados que surten condescendientes, sin freno ni conocimiento, las monótonas estanterías del super "biodiversidad".

Algunos dicen que cuantos más mejor. Que son una bendición de Dios. Y si son machos mejor que hembras. Espera, que se me están revolviendo las tripas con este recuerdo:

- Tú tienes una hembra, ¿no? - Me dijo una vecina que me crucé en el portal. Mi rostro no cambió. La respuesta se me antojaba trabajo apropiado para un sexador de pollos. En esta ocasión mi silencio no sirvió como respuesta. Hay gente que no comprende los silencios, que no respeta las ganas, el derecho de un desconocido a permanecer callado. No supe qué pasaba en el cerebro de aquella vecina mientras dejaba pasar los segundos hasta que representé en una imagen el espacio vacío de aquel portal de nuestro barrio obrero como el interior de su cabeza. Reconozco que resolví tarde, parco en letras, pero resolví:

- Si.

- Qué suerte. Ya ves, yo con tres machos ... si tuviera una hembra que me pudiera ayudar en casa ...

- Yaaaa - Me volví hacia las escaleras. No lo hice hacia el ascensor por si acaso me perseguía a pesar de que su dirección era de salida. Bueno, ¡qué porras!, y porque no había ascensor ni hueco donde poner alguno. Bastante que había peldaños, buzones y pasamanos.

Ella debió comprender, esta vez sí, que no se habla con una espalda y decidió salir del portal. Igual la luz de la calle terminaba de iluminarla del mismo gris que repartía aquel día pródigo en frases para esculpir en piedra.

Sus gritos y los de su marido eran como una banda portadora para las tonadas crispantes que pulsaba su coro de tenores.

Muchas veces me produce risa cómo la especie humana se esfuerza en conocer los sucedido después del big bang. Cómo gustaría a tanta investigadora y científico determinar con aproximación los incidentes cósmicos cuando somos incapaces de dar con la solución a las circunstancias mismas de las pirámides o las guerras, capaces estas de abarcar por sí solas gran parte de toda nuestra historia.

Tan bella como cualquier sinfonía la vida comienza y se desarrolla al compás que determina su altura, intensidad, timbre y duración. Algunas personas consumen su ocasión rodeadas de timbres que hacen imposible la armonía. Otras tratan de seguir ritmos que jamás han podido soportar en lugar de reconocer el encanto, la lindura perfecta y única de su propio ritmo. Hay quienes solo buscan aplastar con la fuerza del volumen aquellas notas más suaves que rodean y conforman su misma esencia. Algunas pierden en la altura de sus sonidos los tonos más graves y profundos de otras que lograrían hacer vibrar su espíritu.

Yo pongo el amplificador a baja potencia mientras escucho esa sinfonía discorde y trato de aprender con el peligro de confinamiento que condiciona mi actitud como mero espectador.

Duele, duelo. Sordo, vociferante, dolor cabal ... que me hace perder la sensatez. Ahora hablo de dolor junto a la muñeca i.,  codo i., craneo d., dedos d., antebrazo d., cervicales, pausa, brazo i., muslo i., hombro i., axila d., rodilla d., tobillo d., pausa, cadera i., nuca i. varios a la vez, juntos, seguidos, moderados, fuertes ... ¡qué demonios son estos dolores!,  no me da tiempo a señalarlos.


Diablos ... soy tan malo, pero malo a nivel celular (como dice James Rhodes) ... que mis células se odian y destruyen entre sí, qué asco. 
Qué bueno será acabarlos y terminar igual que todo comienza, igual que todo termina.




2 comentarios:

  1. No sé qué decirte, porque me encanta todo lo que escribes, como describes la vida, las vidas, las circunstancias, las relaciones....
    Me encanta leerte y sentirte, y eso que últimamente estoy liadísima. 👏👏👏👏👏😘😘😘😘

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  2. Bueno, nos sabemos vivos aún y de momento eso sirve al objeto de este bloguete de amiguetes.
    KissesOfFire como decía ABBA, ja ja jaaaaa.

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