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viernes, 1 de septiembre de 2017

No ser a pesar de ser

Not to be, despite of being.
"If you dare nothing, then when the day is over, nothing is all you will have gained" Neil Gaiman, Libro del cementerio.


1 / 6
Soledad
2 / 6
Amor ideal
3 / 6
Desamor-Absorto
4 / 6
Fin de la fe. Desilusión.
5 / 6
Fin de la fe. Furia divina.
6 / 6
El refugio del arte

Vistos desde lejos en el tiempo (¿33 años?), miro estos dibujos y no sé qué pensar. A ratos me parece que no estuvieron tan mal para alguien que no tuvo ni tiene idea de cómo dibujar.
............................................................Claro. Por eso mismo.

Reconozco que no dicen nada aunque sí querían contar pequeñas historias en su momento.
Historias de uno mismo (no podía ser de otra forma), del amor imaginado y perdido, de la soledad siempre buscada a pesar de la necesidad de convivir con otros, del silencio de un dios que creí inexistente, de la atracción por el arte que dotó a mis sentidos de extrañas capacidades visuales y acústicas para luego no poder expresar las sensaciones percibidas ...

Esta entrada me ha llevado muchas horas a lo largo de semanas de escribir, borrar, editar ...
Siempre he querido ser perfecto en todo.
Siempre he sido un auténtico desastre intentándolo.
En todo.
Ser perfeccionista nunca sirve de mucho.
De nada.
¿Es más obsesión que perfección?
"Siempre todo" y "nunca nada" me parecen dos afirmaciones tan equivocadas como iguales.

De nuevo me dijeron "la vida es muy sencilla". Y ya no lo comparto. Sencilla no es ni la vida vegetal. La vida humana es complicada incluso si decides vivir aislado en la montaña junto a un arroyo con un huerto y 4 gallinas. Es muy, muy complicada y yo no la entiendo. Creía que mi máscara de fingir funcionaba. Que era capaz de convivir haciendo como los demás, incluso bromeando.

Pero la gente ríe de pronto con mis comentarios y sin embargo, cuando de veras intento hacer gracia, arquean las cejas y bufan. Si planeo la venta de un objeto usado llega el momento y ... ¡¡ flash !! borro los anuncios y desaparezco. Entro solo en un restaurante cualquiera y siento las miradas de grupos de trabajadores comiendo ... ¡¡ flash !! Salgo y como apartado un sandwich de máquina.

¡ZAS-ZAS-ZAS! ¡FLASH-FLASH-FLASH! ¡ZAS-ZAS-ZAS!

Si ZAS es punto y FLASH es raya, esto es una señal SOS en morse. Porque de pronto sale el ZAS y disgustado tiro todo, borro todo, destruyo todo y no quiero saber nada. Luego me pregunto qué ha pasado sin volver atrás. O sí. No lo sé. Círculos concéntricos.

El eterno retorno de Nietzsche versión vida interior repetida.
Friedrich Wilhelm Nietzsche.


"¡Anda, ve a comprar el pan...!" pedía mi madre mientras la observaba cocinar. Con 9 años subía a la torre de control desde donde gobernaba mi cuerpo y salía a la calle. Recibía datos de la sala de motores e informes de daños articulares. Movía las manos en plan intermitentes señalando los giros a derecha o izquierda. ¡Cómo no identificarse luego con Koji Kabuto en la cabeza de Mazinger Z!  En wikipedia lo explican bien:

" (...) cuando Koji controla al Mazinger Z, se conecta a él como a un amigo y como a tal se dirige. Lo controla con un cuadro de mando bastante simplificado, y el robot responde a la voluntad de su compañero.  Así casi siempre, excepto, la primera vez en la que Koji quiso hacerse con el robot y perdió los nervios. En el manga, en este capítulo Koji acaba arrasando medio Tokio con su robot.

Otra característica que adopta el tándem robot-piloto es que al ir el robot tripulado, los golpes, zarandeos, electroshocks, y otros males que el robot soporta, son compartidos por el piloto. (...) "

Máscara o robot. No sé si ella o él, ambos quizá, han ido apoderándose de mi desde muy niño corrigiendo las actitudes que resultaban sospechosas para salir adelante. Llega un punto en que pierdes gran parte de tu identidad. Pierdes incluso parte de lo bueno que podías ofrecer.



Luego, no sé porqué, miro mi colección de pequeños motores electro mecánicos y magnéticos imbuidos en su constante, repetido e inútil movimiento giratorio fuera de sus engranajes y me pregunto si los encarcelé por su capacidad para hipnotizarme. Los llevaré al chatarrero.

Observo desde mi torre de control a los demás y recopilo detalles de ellos mientras el pensamiento deriva sobre cualquier asunto y a la vez escucho ecos de sus voces en el panel de control. Así es mi mundo. Nadie es bienvenido si no ofrece un tema medianamente interesante o interesado. Es un mundo infantil y algo penoso. Cierto.

Así es muy complicado escuchar y entender para poder recordar luego. Difícil hablar y ser entendido. Y encima, si me animo explicando algo me interrumpen con un "perdona, pero no te estoy entendiendo nada" o cambian de tema o se duermen o me dejan elegir a mi -indeciso nº1- la mejor solución. Muchos no entienden ni mis puñeteros mensajes de whatsapp.

Según el estado de ánimo parecerá que estoy ido: me llamarán la atención y puede que no responda. Me pasa frecuentemente. Estoy descontento por ser como un robot biológico ralentizado con una programación chapucera y mecanismos problemáticos. Y la solución escapa a mi control.

Estos inventos sirven durante algún tiempo con desconocidos hasta que vuelvo a escuchar un "loco" "subnormal" o más suavemente "raro" o "especialito" y además "maniático". 
Joder, llevo la vida entera recibiendo estos adjetivos.

Según © Espasa Calpe, S.A.:
Loco: adj. Que tiene trastornadas las facultades mentales. (puede) || Insensato, imprudente. (seguro)  || Que excede en mucho a lo ordinario o presumible. (pero mucho) || Que siente un gran deseo, interés o entusiasmo. (según qué) || Se dice de los mecanismos que no funcionan adecuadamente. (¿no te lo decía yo?)
Y. Continúa la definición incluyendo a homosexuales, prostitutas, enamorados, fingidores, persistentes insistentes y negadores en versión extrema. Y también puedo ser todo eso. Llámame loco pues, que acabaremos antes. Todos los adjetivos ya son como de la casa y no me sorprenden demasiado en boca de nadie. Y el diccionario trae muchos más pero si no buscas ofender más, no me los cambies que no me gustan los cambios.

Mi máscara resiste impasible cuando comentan "¿no deberíamos solicitar una ayuda por tener contratado a alguien de integración? ¡¡¡¡Jaaa ja ja ja!!!! " (entiéndase enormes carcajadas). Pues mire usted. Disponer de ese reconocimiento supondría al menos saber qué me pasa. Para que luego encima me tenga que escuchar que yo digo las cosas sin filtro y que soy muy duro. ¿Es que la verdad es para filtrarla? ¿Pues en qué demonios se convierte?

Ya, ya, ya. Si, si, si soy yo quien da lugar a esto con actitudes poco afines a la normalidad. Los mecanismos de comportamiento que inventé para convivir nunca han funcionado realmente como yo imaginaba. Los otros, tarden más o tarden menos, notan algo y quedo etiquetado.

La otra opción es ser yo.
Y yo no quiero engañar a nadie y no quiero estar con nadie.
Yo quiero el silencio absoluto y un mundo inmutable.
Odio estar rodeado de variables e incógnitas que mutan y se multiplican.
Odio el dolor en el oído por los gritos en el bus lleno de niños maleducados.
Y yo no sé manejar cabeza, cuerpo ni actitud de otra manera.

Y no es verdad. No quiero ser yo.

Pero sí quiero ser feliz mientras hago ruidos aunque causen risa o pasmo.
Y mirar las cosas metidas en los ojos sin tener que explicar porqué.
Y que me dejen a mi ritmo para hacer las cosas sin llamarme lento ni sangre de horchata (con lo buena que es) y sin embargo me ayuden a salir de la ofuscación por la perfección o la repetición cuando lo necesito sin perder los nervios.
Y caminar y moverme sin que me digan ganso ni drogadicto ni afeminado.
Dudo que un pato o una persona con los sentidos distorsionados por la droga pueda transpirar y llorar como yo estremecido de pies a cabeza de la emoción mientras escucho la indescriptible sonoridad, tono, ritmo y cambio de volumen de la composición musical de Mozart interpretada por Karajan en 1986 con un estilo inigualable. Entre otros momentos, este:


 
Esto es el "Confutatis maledictis":
"Rechazados los malditos y entregados a las crueles llamas, llámame con los benditos.Suplicante y humilde te ruego, con el corazón casi hecho ceniza, apiádate de mi última hora."
Y esto es una representación de los otros para una incómoda multitud de tantos otros pero no en medio de una montaña (la sonoridad no lo permite). Me pregunto si otros también escuchan el efecto doppler de los vehículos en la calle o el sonido a hueco cambiante de la taza de café con leche al remover el azúcar recién añadida.

Y quiero ver las pinturas y fotos que muchos otros quieren enseñar con su armonía de color, luz y contraste a trazos finos y gruesos, jugando con ideas y recuerdos.
Y ver la carita dulce de un niño pequeño que atiende tranquilo y sonriente.
Descansar bajo un árbol grande sobre hierba fresca con pequeñas flores en un día soleado templado.
Sentarme a mirar horizonte y mar desde el espigón. Luego, pasear sobre la arena fina y blanca y junto a la orilla de una gran playa casi desierta con olor fresco al salitre que desprenden olas alegres y ese cosquilleo de los granos recogidos por una resaca lisa entre los dedos de los pies.
Sentir y ver el agua. Toooooda la vida el agua caliente o fría, según la ocasión.
Y envolverme apretado en una manta en  invierno ... como una crisálida.

Me disgusta que un niño pueda advertir con miedo su "locura" interior y nadie en el exterior pueda percibirlo para ayudarle. Solo necesitaba una maldita ayuda con puta constancia. Me hubiera gustado explicar a ese niño que no era adoptado. Me sigue doliendo su llanto silencioso en la cama por la noche suplicando por primera vez la muerte al mismo dios con sordera que durante el día no respondió a sus gritos contra las olas iracundas.

Tantos años removiendo tanta mierda tras su origen ... y quizá no haya forma de limpiarla. Quizá jamás sepa porqué no puedo ser de otra forma. Me resta acudir a un último examen y recibir una respuesta. Con esto habré llegado al final de la búsqueda. Las otras opciones no quiero saberlas.
Total, para qué.

Y después de todo y para terminar -aunque hubiera debido decirlo al principio y antes que nada- debo estar agradecido a la mujer que tanta paciencia y ayuda me ha dado con cantidad de amor durante toda una vida juntos. Ahí no he fingido nunca y, aunque mi amor suele parecer ausente, he sido perdonado por mi pasividad, incluso ante su dolor físico y emocional. Y eso es muy duro, insoportable, para cualquiera. Reconozco que sin ella, mi imagen exterior sería un puro desastre delator de mi verdadera naturaleza. Que sin ella no hubiera luchado nunca contra las mil conductas que me asedian constantes consumiéndome hasta el agotamiento total. Sin ella no hubiera mantenido los trabajos ni la salud, que no es poco decir.

Gracias mi amor por esta estupenda familia. Te quiero.

29-09-2018 Os echo de menos, motorcitos. Espero que el chatarrero no os haya sacado el cobre con fuego. Había otro dibujo que me pareció tan horrible que no quise ponerlo aquí. Con este quería reflejar los años de la infancia y no sé cómo, se grabó en el acuario la imagen de los abusos sexuales, la serpiente taladradora color carne y los orificios del cuerpo. Los coches metidos en los ojos, sus ruedas y un mar de llanto secreto.


“Duerme, pequeño mío. Duerme hasta despertar. Cuando despiertes verás el mundo. Si no me equivoco... besarás a tu amor, bailarás un poco, encontrarás tu nombre y un tesoro escondido... Afronta tu vida. Es dolor. Es placer. No dejes caminos sin tomar.” Neil gaiman - El libro del cementerio

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