Header

domingo, 13 de noviembre de 2011

ELEGIMOS sentir

"Es terrible vivir en una época en que la palabra sentimiento se asocia con sentimentalismo. Sin embargo, deberá llegar un día en que se reconocerá la afectividad como el sentimiento más grande y se rechazará el dominio del intelecto" Romain Gary

Me dice: "papi, ¿puedo enseñarte un vídeo?" y le digo que sí. Me acaba de sacar de una búsqueda web de horas, para localizar el origen del nombre Araceli a través de la virgen de importación "Aracoeli". Estaba con esa tal virgen y entre algunos bandoleros desde verídicos a novelescos, pero la búsqueda no ha dado el fruto esperado y termina con la interrupción de mi hija. Este vídeo:



Y sin llegar a entender exactamente la letra, se me llenan los ojos de lágrimas retenidas.

ELEGIMOS sentir, que significa mucho.
Elegiste ver esa película y llorar.
Yo escuché: "parece que no sientes nada. Ni ríes ni lloras, estás ahí, como una estatua."
Cuánto me dolieron estas palabras nunca te lo dije nunca lo sabrás.
Demasiados "no sientes nada" -  "te quedas mirando y no das consuelo"
No sé quejarme de este tipo de dolor porque pienso que lo merezco.
Y no quiero ser el hombre que nunca se impresiona.
Ya he escuchado estas cosas antes bajo mil variantes.
Culpo a la felicidad química de la medicación y me la retiro.
A lo burro. Sin psiquiatras.
Yo elijo como tú, sentir.
Igual de bien, igual de mal: como antes.

Ya lo había decidido y por eso lloro ahora, a destiempo para que no lo veas, pa fuera y pa mis adentros, porque no te quiero hacer ver este dolor que escapa a tu comprensión.

Pero el miedo es un gran enemigo.
Si se llora sin saber porqué,
si se agrede sin control ni porqué y el vacío se extiende de nuevo a tus pies.

Como en esta canción, yo no entendía que podía haber otros culpables.
Como cantan "Los Monomes", un niño traicionado por sus padres olvidado dejado de cuidar abortado aborrecido a ratos y amado por momentos. Ellos se ponen en el lugar de la víctima, como debe ser,  y dicen a los que se encuentran perdidos que pidan ayuda antes de hacer daño.

El chico ve pasar los días tras un ventanal cuando no tiene ganas de más. 
Desde ahí una amplia vista de edificios apretados cubren el suelo para ser ciudad. Una gran vista angular de 180. Demasiada ciudad incluso decorándola con un trozo de catedral perdida al fondo.
La gente opina: "Qué buenas vistas" y él: "Qué horrible vista".
La auténtica naturaleza es casi siempre hermosa y la naturaleza humana es generalmente horrible.
Si nieva observa los copos cubrir cada tejado. Ve cómo las nubes traen a veces lluvia o tormenta. Espera los rayos si se dan y escucha contando los segundos entre trueno y luz. Otros días solo cae agua y brillos torpes barnizan las tejas. 
Hoy hay fiestas y sus compañeros juegan a fútbol contra otros chicos de su mismo colegio. A él no le gustó nunca y nunca supo porqué. Los ve disfrutar tensos deseando gritar gol y reconoce a algunos más animando al rededor de la cancha. Siente que quiere animar también, y gritar a lo loco, y correr y jugar aunque sea un desastre. Siente que quiere ser uno más pero no tiene ni fuerzas ni ganas de intentarlo. 

Que quiere ser sin saber cómo.

Ver la vida tras un ventanal no te enseña nada y decides de forma equivocada cuando no piensas y la soledad confunde toda la realidad por completo.
El chico disparó los perdigones con la escopeta del hermano queriendo ayudar a los compañeros a ganar su partido. 
Tal como le vio hacer a él. Como aprendió. Con precisión telescópica.
Disparó contra los chicos del otro equipo creyendo que no hacía daño. Que solo distraía.
"A esta distancia no hace gran cosa" dijo su hermano disparando a los perros que pasaban.
Y así mató los sueños que faltaban por llegar.
Dejó de ser especial para convertirse en el loco "asesino" fallido del séptimo C.
Porque todo se supo. Porque los niños -a veces- no saben callar las verdades.
A cambio recibió golpes insultos y collejas. "¡¡Loco!!" "¡¡ESTAS LOCO!!"
Recibió los golpes sabiéndose culpable agachando la cabeza sabiéndose loco culpable solo loco perturbado debería ser encerrado en un reformatorio. Empujones insultos loco escupitajos más tortas abucheos en grupo ante la mirada consentida de los adultos pobre loco se lo merece.

No hubo lágrimas para llorar entonces.
Ya su padre había soltado todo agua y todo insulto:
"Loco, ¡¡qué vergüenza nos has hecho pasar!! PLAS" - las tortas no duelen, padre. Los insultos de loco, repetidos innumerables veces a lo largo de la vida sí duelen.
"¿Cómo has podido hacerle esto a tu padre?" - Preguntaba la madre con voz reprobatoria y ahogada por el llanto, preocupada por su propia felicidad: el goce de su marido. Esta vez permitió golpes e insultos merecidos.

"¿Cómo se te ocurre disparar contra los compañeros? ¡¡Yo solo disparaba a los perros y las bolsas de deporte!!" - Se quejaba el hermano que le enseñó a jugar con sus sexos sin barba, que enseñó a usar pólvora y cerillas y petardos contra las chicas y las hormigas y cosas peores ... mientras el chico en otro despiste prendía fuego a la casa con una cerilla mal apagada...

Uno, pirómano ingenuo y tonto.
El otro, un maestro del mal a la sombra: libre e inocente hasta el final. 
Hoy todo es mentira e invención de un desequilibrado.

Los recuerdos, los malos recuerdos, hay que cerrarlos en una caja. Si Pandora pone un puesto en el rastro, pienso comprar una bien grande.

"¿Porqué has dejado la medicación? Estabas mejor, se te veía más tranquilo."
"La culpa es quizá la compañera más dolorosa de la muerte." Coco Chanel
"Un día normal,
todo parece ir bien.
Un niño de 13 años,
con una pistola en la mano,
se fue a clase
diciendo adiós,
sin saber que ahora
no hay vuelta atrás.

Todo lo que le dieron
se lo llevará
sin importarle siquiera;
otros hay a los que culpar.
Entonces dispara a una pobre chica,
que llegaba tarde.
Ella se cae y sangra,
sin tiempo,
sin tiempo para huir.

No lo entiendes,
no lo entiendes.
Cuando te llevas una vida,
te llevas la mía.
No lo entiendes,
no lo entiendes.

Lo que criamos con paciencia y amor,
ha caído en pedazos."

...el sentimiento de dolor,
nunca lo sentí antes,
sé que no es fácil,
que no hay una cura.
Deja de apartar la mirada,
deja de dar vueltas,
el silencio y la violencia harán que te des la vuelta.

No lo entiendes...

Un día normal,
todo parece ir bien,
un niño de 13 años,
traicionado por su padre.

Un niño de 13 años,
con una pistola en la mano,
se fue a clase
diciendo adiós,
sin saber que ahora
no hay vuelta atrás.
Estoy llenando mi tiempo con mensajes de esperanza,
estoy llenando mi tiempo con pensamientos de amor.

No lo entiendes...

2 comentarios:

  1. sin palabras...
    Estoy llenando mi tiempo con mensajes de esperanza,
    estoy llenando mi tiempo con pensamientos de amor.

    te quiero amigo

    ResponderEliminar